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que llevará al lector a comprender, de manera sencilla, desde las raíces de la técnica, pasando por la enumeración y definición de cada una de las acciones técnicas, hasta la aplicación práctica de las acciones técnicas en el entrenamiento; diferenciando en cada etapa de aprendizaje qué y cómo llevarlo a cabo para lograr los objetivos de cada una de ellas.

      Todavía no hay una palabra inventada que sea superior al amor o la pasión, y que por lo tanto no puedo plasmar en este escrito; pero, querido lector, supongo que puede intuir a lo que me refiero. Esta palabra tan superior a todo lo hermoso es lo que ha empujado al autor del libro a llevar más de media vida dedicado a elaborar, afinar, simplificar, borrar, corregir, apuntar en una servilleta lo que se le acababa de ocurrir, discutir, perderse, empezar a verlo cada vez más claro, sentir que todo lo que iba razonando iba teniendo forma e incluso que no podía ser revocado, ya que todo seguía ese amado y deseado hilo conductor.

      Para la que escribe, me enorgullece haber compartido algo tan maravilloso como es el fútbol con la persona que me ha hecho sentir viva en este mundo futbolístico, que ha confiado en todo lo que he sugerido, y con quien he discutido e incluso enfadado –sobre el contenido del libro– alguna vez (siempre con mucho amor y cariño) durante la elaboración de esta obra.

      La experiencia de veinte años entrenando sin cesar le ha dado a este libro ese sentido práctico que los lectores, entre los que me incluyo, necesitamos para poder transformar estos conceptos, que al fin y al cabo son abstractos, en tangibles para desarrollarlos en los entrenamientos; pero no solo eso nos da lo que tenemos entre manos, quizá eso sería fácil, sino que no únicamente se trata de cómo plasmarlo en los entrenos sino de cómo mejorar y perfeccionar cada una de las acciones técnicas.

      Por último, quiero agradecerte haberme dejado acompañarte durante la última parte del trayecto de este libro, en la que he aprendido todo lo que sé sobre fútbol, y no solo sobre el contenido del libro, sino sobre todo aquello que sabes y que aún no has dejado constancia sobre un papel, aunque confío que en un futuro próximo lo harás.

       Luri Sorroche Alejos

      Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (CAFE) y entrenadora de fútbol de nivel III

       Primera parte Conceptualización

      Una de las primeras cosas que sorprende al leer o escuchar comentarios sobre la técnica del fútbol es la variedad de conceptos utilizados para referirse a un tipo u otro de acción técnica, y cómo a menudo ese lenguaje variopinto confunde al oyente o lector.

      La primera cuestión que me planteo al iniciar el libro es precisamente que su lectura sea clara, que facilite la comprensión, y que en ningún caso pueda generar ambigüedad o confusión conceptual. Para que esto sea así, no existe una mejor manera de hacerlo que iniciando el proceso desde un punto de partida que permita ir creando un hilo conductor que posibilite llegar a conclusiones objetivas. No se trata de intentar convencer a nadie de que esta propuesta conceptual sea la mejor o la única posible, pero sí que la que se presenta aquí mantiene de inicio a final una justificación argumentada de forma adecuada y que le otorga una innegable objetividad y credibilidad.

      Con esta base conceptual bien definida, se expone un estudio exhaustivo de las características de cada una de las acciones técnicas, para diferenciarlas a la perfección entre ellas de los diferentes tipos de golpeo que subyacen en cada acción, fundamentalmente para no dejarnos ninguna a la hora de planificar el trabajo a lo largo de la temporada, denominadas manifestaciones de cada acción, y, por último, de las consideraciones imprescindibles, que de buen seguro deberán contribuir a la mejora del nivel de ejecución de cada una de ellas.

       1

       Introducción

      El ser humano tiene potencialmente la capacidad de moverse. Este movimiento se manifiesta de manera específica en las diferentes especialidades deportivas. Poder definir cuáles son estos movimientos propios de cada especialidad precisa de la definición de un hilo conductor que permita, con criterio y objetividad, llegar a enumerarlos con fiabilidad.

      En esta propuesta, se hace imprescindible la elección previa de criterios que den coherencia y permitan el diseño de ese hilo conductor para enumerar y definir tales movimientos.

      El primer criterio ha sido la manipulación de objetos. A partir de esta manipulación, se puede hablar de movimientos en los que se entra en contacto o no con uno o varios objetos.

      Han sido muchos los autores y tendencias del mundo de la educación física y el deporte que han definido los conceptos de habilidad y destreza. De las diferentes tendencias existentes en la bibliografía, para diseñar el hilo conductor de esta propuesta se ha apostado por la tendencia de aquellos autores que entienden los conceptos de habilidad y destreza como conceptos en sí mismos, totalmente diferentes, no dependientes, rechazando las tendencias que apuestan por definir la habilidad como un factor que hace referencia a la capacidad o calidad de los distintos movimientos. Por lo tanto, relacionando los conceptos de habilidad y destreza con el criterio de la manipulación o no de objetos, se puede afirmar:

      •Se debe hablar de habilidades motrices cuando se haga referencia a los movimientos sin manipulación de objetos.

      •Se debe hablar de destrezas motrices cuando se haga referencia a los movimientos en los que se manipula un objeto.

      De esta manera se ve que en el fútbol se desarrollan habilidades y destrezas motrices.

      No obstante, por sí solo, la utilización de este criterio dice poco. Es necesario crear nuevos criterios que permitan ir concretando, especificando y diferenciando los movimientos que se pueden hacer en el fútbol.

      Un segundo criterio para definir los diferentes tipos de movimiento consiste en la presencia o no de oposición, entendiendo por ella la participación de como mínimo un jugador cuyo fin sea dificultar el objetivo del primero. Este criterio permite distinguir entre los conceptos de habilidades/destrezas de los de acciones técnicas y acciones tácticas. De este modo, cuando se hable de habilidades con oposición debe hacerse referencia a acciones tácticas, y cuando se hable de destrezas con oposición debe hacerse referencia a acciones técnicas.

      •Habilidades motrices que pueden presentarse:

      -Situaciones sin oposición.

      -Situaciones con oposición.

      A estos últimos movimientos con oposición se les conoce como acciones tácticas.

      •Destrezas motrices que pueden presentarse:

      -Situaciones sin oposición.

      -Situaciones con oposición.

      A estos últimos movimientos con oposición se les conoce como acciones técnicas (figura 1.1).

      Figura 1.1. Las destrezas motrices en el fútbol.

       2

       La destreza motriz (DM)

      Tal como se ha visto, la destreza motriz responde a cualquier movimiento en el que exista manipulación de un objeto, y se caracteriza por ser realizado sin oposición. El hecho de que no haya oposición hace que no exista la necesidad de decidir nada, más allá de lo propiamente necesario para ejecutarlo de manera correcta. La diferencia entre cada una de las destrezas reside en la finalidad que persiga el contacto, convirtiéndose dicha finalidad en el argumento principal para definirlo y diferenciarlo.

      A partir de la existencia de otros criterios, se puede seguir adentrando y concretando más sobre la DM. Así, si se considera como nuevo criterio el número

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