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      Autora

      Chris Kraus

      Traducción

      Cecilia Pavón

      Corrección

      Sonia Berger

      Diseño de la colección

      Maite Zabaleta

      Maquetación

      Zuriñe de Langarika

      Ilustración de la autora haz click para ver imagen

      Josunene (Josune Urrutia Asua)

      Edición

      consonni

      C/ Conde Mirasol 13-LJ1D

      48003 Bilbao

       www.consonni.org

      ISBN: 978-84-16205-40-0

      Primera edición en español consonni, noviembre de 2018, Bilbao

      Edición original en inglés: Semiotext(e), agosto de 2004, Chris Kraus,Video Green: Los Angeles Art and the Triumph of Nothingness.

      Edición en formato digital: noviembre de 2018

      Esta edición en español esta sujeta a la licencia Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional de Creative Commons (CC BY-NC-SA 4.0). Los textos, traducciones e imágenes pertenecen a sus autoras/es.

      Esta obra ha recibido una ayuda del Departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura del Gobierno Vasco.

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      consonni es una editorial con un espacio cultural independiente en el barrio bilbaíno de San Francisco. Desde 1996 producimos cultura crítica y en la actua-lidad apostamos por la palabra escrita y también susurrada, oída, silenciada, declamada; la palabra hecha acción, hecha cuerpo. Desde el campo expandido del arte, la literatura, la radio y la educación ambicionamos afectar el mundo que habitamos y afectarnos por él.

      NOTA DE LA EDITORIAL

      El formato en papel de esta edición de Video Green de Chris Kraus es único. Cuenta con una intervención artística, Marcapáginas, de la artista Maider López, que surge de una cita del libro. A partir de una reflexión sobre el fetichismo de los objetos, la propuesta de Maider López consiste en recolectar recuerdos que diariamente usamos como marcapáginas. Gracias a la participación de cientos de personas, diferentes evocaciones a su cotidianidad personal se incluyen en cada volumen impreso. La edición en papel y en castellano está reproducida en serie, pero cada libro cuenta con una particularidad irrepetible, la vivencia de alguien.

      “Hay un fetichismo conectado con los objetos en esta clase de coleccionismo amateur.

      […] El objeto crea un lazo entre su origen y el coleccionista.”

      Video Green, Chris Kraus.

      VIDEO GREEN

      EL ARTE DE LOS ÁNGELES Y EL TRIUNFO DE LA NADA

      PREFACIO

      Escribí estos ensayos a lo largo de varios años después de mudarme de Nueva York a Los Ángeles. Estaba enseñando en el Art Center College of Design, y tuve la suerte de encontrarme en el centro de una escena de arte local que, a mediados de la década de 1990, se expandía y se volvía rápidamente internacional. Había descubierto que era imposible separar las carreras y las obras de los artistas individuales de la política y los valores del mundo del arte en su totalidad y, a través de estos ensayos, intenté comprender ese mundo.

      Estoy profundamente agradecida a Susan Kandel, editora de la revista Artext, donde publiqué las primeras versiones de la mayor parte de estos ensayos para una columna llamada “Torpor”. Mis agradecimientos también para Paul Foss, editor responsable de Artext. Gracias también a Eileen Sommerman, y Rosemary Heather, editoras de C Magazine International, donde continuó “Torpor”. Estaré siempre en deuda con Richard Hertz quien, como director de MFA, creó el programa ecléctico y visionario que se desarrolló en Art Center durante muchos años, y con la artista Sabina Ott, que hizo posible mi vida en Los Ángeles. Aprendí muchísimo de muchos estudiantes del Art Center: Daniel Marlos, Pam Strugar, Zhenya Gershman, Shirley Tse, Ivan Morley, Mariah Corrigan, Jonathan Herder, April Durham, Sarah Matsuda, Shannon Durbin, David Hullfish Bailey y Christie Frields. Gracias a los editores Anthony Kiendl (Banff Centre), Greg Burke (Govett-Brewster) y Ariana Speyer (Index) por sus sagaces comentarios y preguntas, y a Mathias Viegner por poner a mi disposición los cuadernos de Kathy Acker. Estoy agradecida a Mark Von Schlegell, Charlie Finch, Julie Becker, el fallecido Giovanni Intra, Tessa Laird, Hedi El Kholti y Jonathan Williams por nuestras conversaciones sobre arte y sobre todo. Gracias a Jonathan Williams y Daniel Marlos por las fantásticas imágenes, a Jenifer Borum por su inteligente edición y, por último, a David Farrar y Sylvère Lotringer por su constante apoyo, amor y amistad.

      COLECCIÓN DE ARTE

      PRIMERA PARTE: JUEVES, 9 DE ABRIL, PALM SPRINGS, CALIFORNIA

      Mi padre me muestra los seis o siete libros raros de su colección. Fueron producidos entre finales del siglo XVI y comienzos del XVII, en Londres, y publicados por la Cambridge University Press; son varias ediciones de la Biblia y del Libro de la Oración Común. Mi padre celebra los albores de la secularización durante la era isabelina. Basta de latín, basta de seguir mecánicamente al Papa, cuya autoridad superaba a la de la monarquía. Para convertirse en una potencia mundial, Inglaterra necesitaba su propia religión de estado, apuntalada por un frente mediático que la monarquía pudiera controlar. La editorial Cambridge University Press fue fundada por un acta constitutiva del rey Enrique VIII y publicó la liturgia de la Iglesia de Inglaterra. Su rector actuó también como censor para todas las publicaciones del reino. No muy distinta a la Prensa de Moscú establecida por Vladimir Lenin, funcionó como un flanco de propaganda institucional que les llevó nuevas ideologías a las masas.

      Los libros, obviamente, son muy viejos. Están encuadernados en cuero de becerro y vitela; los lomos están reforzados por un conjunto de puntales hechos de cordel entrelazado e incrustados debajo del cuero. Las páginas tienen ese olor acre y enmohecido de las cosas que estuvieron demasiado tiempo en un sótano. Son delgadas como un suspiro y están poniéndose grises en los bordes. Todo se desmorona… A lo largo de los cuatro siglos de uso y curiosidad, las páginas de estos libros se desprendieron, fueron reunidas y vueltas a coser. Los más antiguos están compuestos en una pesada tipografía gótica inglesa. Rudimentaria y deliberada. Una tipografía que no iba a llegar muy lejos. Una tipografía que evoca un mundo de temor, fe e ignorancia, de plagas y hierbas curativas, estaciones, clima, colchones de paja y carretas tiradas por bueyes. Una cosmogonía donde uno se sentiría inclinado hacia un libro de oración común, donde “común” no significaba ordinario sino “colectivo”. Este espíritu de comunidad contenía la promesa de elevar al individuo de la mugre del pueblo y llevarlo hacia una consciencia más grande y radiante: una nación. Mundo sin fin, amén.

      Hay un fetichismo conectado con los objetos en esta clase de coleccionismo amateur. Una experiencia ingenua de la sustancia y el mundo material. El

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