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desaprobación. Quizá con la sátira se pretenda lograr una mejora de la sociedad, pero lo cierto es que está concebida para la diversión; no obstante, el humor no es su principal propósito, sino más bien un ataque claro y dirigido a unos individuos o colectivos determinados. La sátira está cargada de sarcasmo, ironía, burla y parodia, y puede darse de diversas formas:

      – Por reducción: empequeñecer hasta la más pura simpleza alguna conducta o a algún individuo para mostrarlo como algo ridículo.

      – Por amplificación: exagerar y evidenciar los defectos de un individuo o situación determinada. Es la técnica utilizada en la caricatura.

      – Por yuxtaposición: coloca al mismo nivel cosas de importancia desigual y ridiculiza a unas en comparación con otras.

      La comparación entre dos clases sociales sirve para mostrar, a través de la sátira, los abusos de una clase con respecto a la otra.

      Con la sátira que se sirve de la magnificación, el autor desaprueba los injustos abusos de asociaciones o colectivos encargados de recaudar cantidades económicas que no siempre terminan en manos de sus presuntos beneficiarios.

      EL HUMOR POLÍTICO

      Se sirve de la sátira en cualquiera de sus formas vistas en el apartado anterior. Es el humor más habitual en prensa diaria y el que le toma el pulso de un modo directo a la más rabiosa actualidad. Al contrario que con otro tipo de gags, el humor político difícilmente es atemporal, ya que sus objetivos son las decisiones políticas y los líderes del momento, de manera que un chiste fuera de su contexto de actualidad perderá su sentido, aunque bien es cierto que permanecerá en las hemerotecas y servirá, en no pocas ocasiones, como símbolo para destacar una época o una decisión política determinada. El gag de actualidad política es esencial en la prensa diaria, ya que tiene la capacidad de divertir e irritar a partes iguales; a su vez, un buen chiste político puede reforzar algunos prejuicios o desmontar demagogias. El humorista gráfico especializado en chistes políticos suele ser cínico por naturaleza, analista de la actualidad, muy puesto al día y un experto en saber leer entre líneas y en sacar punta a aquello que los políticos no dicen, pero en realidad piensan o viceversa.

      Una de las técnicas más utilizada por estos humoristas es la caricatura, ya que sin duda se trata de un modo eficaz de “retratar” al político de turno y mostrárselo de un modo grotesco al lector. Para ello, el caricaturista debe ser un dibujante competente. Los humoristas que prescinden de dicha técnica acostumbran a hacer un humor político atemporal, los líderes que aparecen en sus chistes son ficticios y retratan un comportamiento global de la clase política, pero no ponen el dedo “acusador” sobre ningún personaje en concreto.

      El humor político más sangrante e incisivo es el que aparece en los rotativos de los países donde la libertad de expresión está más generalizada, y nadie duda de que esto es un síntoma de buena salud social. Por el contrario, es inexistente en los países cuyos gobiernos ejercen la censura sobre los medios de información.

      El humorista gráfico especializado en chiste politico puede denunciar algunos abusos de poder.

      A través del humor político se puede mostrar la desidia de algunos políticos y de sus gestiones con el único fin de sacar beneficios personales.

      la caricatura; la exageración, lo grotesco

      no corresponde a un tipo de humor propiamente dicho. Hasta ahora, sólo se han mencionado los tipos más representativos, pero sin duda existen variaciones sobre ellos, al igual que numerosos puntos de coincidencia que hacen difícil establecer la frontera entre dónde termina un tipo de humor y dónde empieza otro; por ejemplo, el humor político podría compartir perfectamente espacio con el satírico, ya que gran parte del humor político utiliza la sátira para desarrollar sus gags; no obstante, por su especialidad tan concreta, casi todos los estudios coinciden en clasificarlos en apartados distintos.

      Algo similar le sucede a la caricatura. Podemos hacer todo tipo de humor con personajes que sean reconocibles para el lector, satirizarlos, utilizarlos como blanco de nuestro humor negro, ser amables con ellos y realizar una crítica sutil a través del humor blanco, pero sin duda, donde la caricatura se mueve con más agilidad es en el humor político.

      La caricatura puede ser muy elaborada y parecer un auténtico retrato distorsionado del personaje. En este caso, vemos a un Clint Eastwood apergaminado por el paso del tiempo, pero manteniendo su rictus de “tipo duro”. Una caricatura amable sobre un genio cinematográfico e, indudablemente, un clásico.

      INTERPRETACIONES DE LA CARICATURA

      La caricatura nos permite hacer un “retrato” del personaje central del gag y exagerar sus rasgos físicos y faciales, e incluso algunos aspectos comportamentales que nos ayuden a resaltar el defecto moral del personaje hacia el cual se dirige la crítica.

      Con esta técnica se pretende conseguir un efecto grotesco con el que ridiculizar a instituciones políticas, religiosas o sociales, siendo en estos casos cuando la caricatura adopta su matiz más satírico. Pese a ello, con la caricatura se pueden crear también simples dibujos de humor amable en los que, lejos de la pretensión de denigrar a los personajes, se pretende, de algún modo, rendirles un simpático homenaje.

      Como ejemplo de este tipo de caricatura humorística tenemos las que se basan en personajes del mundo del cine, de la televisión y del espectáculo en general… e incluso en algún representante político cuya gestión no es del todo lamentable.

      Curiosamente, resulta difícil encontrar a un personaje público verdaderamente ofendido por ver de manera constante su caricatura en la prensa diaria; en cierto modo, cualquier personaje conocido sabe que está expuesto a los medios de comunicación y, le guste o no, ser el blanco de los caricaturistas (aunque no le traten demasiado bien) contribuye a mantener en alza su popularidad.

      Caricatura en un estilo naturalista de la actriz Marilyn Monroe. Mediante la pose y la expresión de sus labios se muestra su exuberante sensualidad.

      En el estilo más simplista también se pueden realizar caricaturas. En el ejemplo de Woody Allen, el caricaturista resalta en especial aquellas características que aun estando exentas de más detalles, aseguren su semejanza con el personaje caricaturizado.

      Una caricatura en un estilo esquemático y con la técnica de tinta bloqueada puede servir para reconocer a un personaje determinado, en este caso Groucho Marx, que se presta a la caricatura con gran facilidad por sus rasgos característicos: un cabello peculiar, sus gruesas cejas, sus gafas singulares y su inconfundible bigote contribuyen a hacerlo fácilmente reconocible.

      Los clichés. Un recurso fácil, o…

      SERGI CÀMARA.

      2009. ROTULADOR SOBRE PAPEL

      el reto más difícil. La palabra cliché es

      un término tomado del francés que se refiere a cualquier acción, idea, frase o expresión que en su día significó una innovación poderosa, que se ha mantenido a lo largo del tiempo y se ha usado hasta el exceso e incluso el abuso.

      Hay quien opina que el uso de clichés denota una grave falta de creatividad por parte de un autor, cuando en realidad puede ser todo lo contrario.

      ¿Acaso no demuestra ser tremendamente

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