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al tiempo que Uadillo le estaua tomando la rresidencia, se le solto y huyo y se fue a España con mucho oro del que en aquella tierra auia, tubo en España modos, mediante las quejas que dio contra el llicenciado Vadillo, de que se proveyese juez que le uiniese a tomar rresidencia, y asi fue proueido el llicenciado Santa Cruz. Deste proueimiento se tuuo noticia en Santo Domingo, ciudad de la isla Española. Como alli hera Oydor el llicenciado Vadillo y tenia amigos y conpañeros, dieronle luego por la posta auiso de la rresidencia que se le yba a tomar, y de alguna yndignacion que contra el tenia y traia el juez, aconsejandole que con toda presteza se metiese la tierra adentro con la jente que pudiese, sino queria ser molestado.

      Llegole esta nueua y auiso a tan buen tiempo al llicenciado Vadillo, que se auia pasado de Cartaxena a Uraua a despachar al capitan Zesar y a su jente para que hiciesen su jornada, y en el camino, junto a las yslas de Baru, encontro117 con Blasco Nuñez Vela, que uenia de Piru con el tesoro y quintos rreales e yua a España y le auia prometido de pedir de merced al Rrey118 que lo ynuiase al gouierno del Piru, y como Vadillo tenia los ojos de su esperanza puestos en esto y luego le sobreuino la nueua dicha y se hallo con la jente echa, determino hazerse el capitan de la jornada y entrar con toda la jente la tierra adentro en demanda del Piru, para o119 alla esperar si se le hazia alguna merced en España o yrse por aquella uia a España.

      Salio con toda la jente, que heran mas de ducientos honbres, el llicenciado Vadillo de Uraba, tres v quatro dias despues de los Rreyes, principio del año de treinta y ocho. Metiose la tierra adentro en demanda de tierra y jente de Piru, y fue a salir a Cali, pueblo de la gobernacion de Popayan, en tiempo que gouernaua la tierra Lorenco de Aldaño, por mano del gouernador Pizarro, que lo auia ynbiado a prender al capitan Benalcazar, porque tenia nueua que andaua fuera de su ouediencia. Tardaron en esta jornada todo el año de treinta y ocho, donde se padecieron artos120 trauajos y necesidades y muertes de españoles y otras calamidades y desuenturas, de las quales no escrivo aqui particularmente porque tiene escrita esta mesma jornada Cieca en la quarta parte de su Istoria. El que la quisiere uer alli la podra ler. Tanuien desuarato el llicenciado Vadillo, con esta su rrepente rretirada, otra jornada que Alonso Lopez de Ayala, su theniente, y Martin Niañez Tafur y Julian Gutierrez querian hazer y aun estauan a pique para salir con jente por el rrio del Darien y por tierra en descubrimiento del Dabaybe y Aurumira, que otros llaman Orominor, cierta noticia que en aquellos tiempos se tenia por muy rrica y prospera, y aun entiendo que oy se tiene la propia fama y esta por descubrir. Tomoles Vadillo la jente para lleualla consigo, y asi se quedaron sin efetualla.

      LIBRO NONO

      EN EL LIBRO NONO SE TRATA DE COMO PEDRO DE URSUA, NATURAL DE UN PUEBLO QUE SE DIZE ORSUA, DOS LEGUAS DE PANPLONA DE NAUARRA, FUE OTRA UEZ PROUEIDO POR LOS OYDORES DEL RREINO PARA QUE FUESE A PAZIFICAR LOS YNDIOS MUSOS; Y DE COMO FUE, Y LO QUE HIZO, Y DE COMO DESPUES QUE FUE LE FUE MANDADO POR LOS MISMOS OYDORES QUE FUESE A PACIFICAR LA JENTE DE LAS SIERRAS DE SANTA MARTA, YNDIOS MUY BELICOSOS; Y DE LAS COSAS QUE ALLI LE ACAECIERON HASTA YR A PAZIFICAR Y DESUARATAR A LOS NEGROS QUE SE AUIAN RREUELADO Y ALCADO EN EL NONBRE DE DIOS, DONDE LOS DESUARATO Y PRENDIO AL RREY DELLOS, LLAMADO BAYAMO.

      CAPITULO PRIMERO

      De como el jeneral Pedro de Orsua, despues de la poblazon de Pamplona, fue proueido para que boluiese a pacificar a Muso, y despues de auer juntado los soldados que pudo, entro por tierra de Sauoya, y la pazifico.

      Pocos dias despues de poblada la ciudad de Panplona entraron en el Nueuo Rreino los licenciados Gongora y Galarza, que asentaron la Audiencia en el Nueuo Rreino, lo qual espiro y fenecio de todo punto la jurisdiccion del gouernador Miguel Diaz; y digo de todo punto, porque aunque poco tiempo antes la Audienzia de Santo Domingo auia ynuiado al llicenciado Curita por juez de rresidencia contra Miguel Diaz, no auia sido ouedecido ni auia usado de su jurisdiccion enteramente, y asi se auia quedado y se estaua todauia Miguel Diaz con su titulo y cargo de gouernador, y asi vino a fenezer de todo punto con la llegada de los Oydores ya dichos y a mudar Pedro de Orsua proposito, porque luego que tuuieron asiento las cosas de la fundacion y poblazon de Pamplona, se determino de si Miguel Diaz, su tio del, daua licencia y comision yr en descubrimiento de la jornada y tierra del Dorado, noticia en aquel tiempo, y aun en este nuestro, muy famosa entre españoles, y como parescio con la causa dicha la jurisdiccion de Miguel Diaz que ya le auia dado licencia para que pudiese hazer esta jornada del Dorado, perdio, como e dicho, Pedro de Orsua la esperanza de hazerla; pero como el hera capitan afable y bien afortunado y que mediante su yndustria auia adquerido buena loa en todo el Rreino, tuuola tanbien entre estos dos Oydores que nuevamente entrauan a gouernar la tierra, los quales a personas que de parte de Pedro de Orsua les hablaron para que le diesen licencia o le confirmasen la que tenian, les dieron buena esperanza de que paresciendo el General ante hellos harian todo lo que conuiniesen y ellos pudiesen hazer.

      Desta buena esperanza que los Oydores auian dado, tuuo noticia por la posta Pedro de Horsua, por mano de su propio tio y de otros amigos que le auisaron sobre hello, encargandole que luego se uiniese de Pamplona, donde estaua, a la ciudad de Santa Fee, que auia sesenta leguas, a uerse con los Oydores y ofrecerse a su seruicio.

      Luego que el general Orsua tuuo este auiso se partio por la posta y se uino a Santa Fee, a tiempo que los Oydores andauan en demanda de una persona astuta y afable para encargarle la pazificacion de la prouincia de los musos, que estaua no solo rreuelde, pero con la uitoria que poco antes auian auido del capitan Baldes, al qual despues de auelle muerto algunos españoles y entre hellos al famoso Machin Donate, le abian echo rretirarse y aun salir vyendo de su tierra, saliendo en quadrillas armados fuera de los limites y terminos de sus territorios a hazer daños muy seueros y crueles en los pueblos de yndios moscas que al rrededor de si tenian, y aun a saltear los caminos rreales de los españoles, segun largo se a tratado en la primera parte desta Istoria, en el libro treze o doze o decimo121; pues como ya los Oydores tenian muy particular noticia del general Pedro de Orsua, y llego a tiempo que hellos andauan metidos en este negocio, rrogaronle que azetase el cargo de la pazificacion y poblazon de Muso, prometiendole que luego que aquella tierra estuuiese pascificada y asentada, darian horden como fuesen a descubrir el Dorado. Ursua lo azeto, y tomo a su cargo; y rreciuiendo dellos la conduta y comision que hera necesaria, luego juntó en los pueblos de Santa Fee, Tunja y Velez ciento y beinte y cinco honbres de a pie y de a cauallo, con los quales comenco su jornada por la parte de los musos que cae mas cercana a Belez, donde esta un pedazo de tierra poblada de jente mosca muy uelicosa e yndomita, llamado Rrincon de Sabaya, cuyos naturales asi mesmo se auian rreuelado y alcado y estauan de guerra contra sus propios encomenderos y uezinos de Belez, a los quales y a su ciudad tenian puesta en muy grande aprieto y rriesgo de despoblarla, porque no solo les auian quitado la ouidiencia y seruidumbre, pero muchas uezes, en quadrillas de quinientos en quinientos yndios, les uenian a correr las tierras y estancias de maiz y ganados que junto al pueblo tenian.

      En esta prouincia de Sauaya122, en el balle de Tununguase, allego Pedro de Ursua con su conpañia, de donde encomenco a correr la tierra con sus soldados por vnas y otras partes, mas con desino de traher a su amistad y de paz los yndios, que con animo de dañarles y castigarles con la seueridad que merecian por los daños y muertes de españoles que auian echo, y asi, aunque mediante la deligencia que el y sus corredores pusieron, prendiendo algunos casiques y principales de aquella tierra, que no solo auian sido culpados y que actualmente se auian hallado en las muertes de algunos españoles, pero con desverguenca de baruaros se jatauan dello, y traian consigo, para su rrecreacion y pasatiempo, los rrostros de los españoles que auian muerto, desollados y curados de tal suerte que no se les caia ni perdia pelo de la barua ni de las zejas ni pestañas, con que rrepresentavan en sus borracheras la ferocidad de los españoles, nunca quiso matar ni justiciar ningunos yndios mas de a solo uno que parecio ser de animo sedicioso, pesado, segado123, y que con su presencia no ternian quietud ni guardarian entera amistad los yndios con los españoles; pero con todo, esta ueninidad que es cosa por que a los yndios se le suele dar muy poco, fue tan buena su fortuna que los pascifico y trajo a su amistad y los hizo que se rredujesen al seruicio de sus encomenderos;

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<p>117</p>

Debe querer decir se encontró.

<p>118</p>

Esto no se entiende bien. ¿Deberá leerse y se había prometido, empleando el verbo prometer en su acepción de esperar una cosa ó mostrar gran confianza de lograrla?

<p>119</p>

En la edición de Caracas se omite la conjunción o.

<p>120</p>

En la edición de Caracas: altos, por hartos.

<p>121</p>

En la edición de Caracas: en el libro trece y doce y decimo. – El autor emplea la conjunción disyuntiva o, no la copulativa y.

<p>122</p>

Debe querer decir Savoya, que es como ha llamado á esa provincia en la primera parte de su obra.

<p>123</p>

No se comprende el sentido en que estas dos últimas palabras están empleadas por el autor.