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actuación de las compañías se rija por la lógica que les es propia, lo que necesariamente condiciona el funcionamiento de las demás divisiones, pues, cuando menos, disminuye el volumen de recursos que se invierten en actividad «productiva».

      Con la financiarización se adopta un nuevo principio rector de la gobernanza corporativa, inicialmente en los países anglosajones y que posteriormente, con el impulso de la OCDE y el Banco Mundial va extendiéndose a las empresas de otros países. La noción de «gobernanza corporativa» suele resultar extraña a los alumnos de las facultades jurídicas, quienes solo estudian Derecho de sociedades, que es únicamente uno de sus aspectos. Entendida en toda su dimensión, la gobernanza corporativa comprende:

      La implantación del MSV exige solventar un problema heredado de la etapa anterior: la separación entre la propiedad y el control de las empresas. En la época del capitalismo competitivo el dueño y el gerente de la empresa solía ser la misma persona. La situación cambia con la creación de grandes sociedades anónimas en las que los gestores son ejecutivos profesionales contratados por la empresa. Los propietarios (accionistas) de la compañía pueden carecer de mecanismos efectivos de control sobre los ejecutivos, que son quienes manejan la información y conocen el día a día de la empresa. El problema resultó ser especialmente grave en EE UU, donde el accionariado tradicionalmente se encuentra muy disperso. En Alemania, generalmente los mayores accionistas de las grandes empresas son bancos y para estas entidades resulta más fácil hacer un seguimiento del funcionamiento de la empresa que para pequeños accionistas desperdigados.

      Los inversores institucionales no solo influyen indirectamente en la gestión de las empresas por medio de su política de inversiones en los mercados de valores, sino también directamente en su calidad de accionistas de las empresas. Con la implantación del principio de la maximización de la riqueza de los accionistas (MSV) se refuerzan los mecanismos de control internos de los accionistas sobre la actuación de los gerentes. La participación de los fondos de pensiones y otros grandes gestores de títulos valores en los organismos encargados de ejercer este control les permite orientar la estrategia de la empresa en favor de sus intereses.

      En muchas ocasiones, los litigios se han convertido hoy en día en un fin en sí mismos. Esto es así, por ejemplo, en el caso de los trolls que se dedican a comprar patentes sin propósito alguno de desarrollar los productos objeto de las mismas, sino con la finalidad exclusiva de pleitear con otras compañías en cuanto surja la posibilidad de acusarlas de vulnerar sus derechos de propiedad intelectual. Su objetivo es obtener indemnizaciones o el pago de royalties utilizando una práctica que resulta muy disruptiva tanto para la investigación científica como para el desarrollo tecnológico empresarial.

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