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      Al regresar a nuestro modelo económico del gráfico 1.4, teniendo en cuenta que los distintos agentes pueden desempeñar el papel de productores y consumidores, cabe observar que la producción nacional puede, además de venderse en el mercado interno, colocarse en el exterior (exportaciones) y, por ello, recibir dinero ($). Asimismo, tengamos en cuenta que las necesidades de nuestros consumidores pueden satisfacerse también con productos del exterior (importaciones). Esta figura se muestra a través de las flechas en el gráfico 1.6.

      Por otro lado, los intermediarios financieros, además de los ahorros locales, pueden concertar préstamos del exterior, los que representan un flujo de dinero para la economía y los que significan una salida posterior al amortizar el préstamo y pagar los intereses correspondientes. Lo mismo podrían hacer los agentes económicos directamente con resultados similares.

       Gráfico 1.6 Modelo económico simplificado abierto

      Fuente: elaboración propia.

      Asimismo, las unidades superavitarias podrían colocar sus excedentes en el exterior y recibir, posteriormente, la amortización del préstamo y los intereses. Así, nuestro modelo deja de ser un modelo de economía cerrada para convertirse en uno (más realista) de economía abierta.

      Resumamos lo expuesto hasta aquí. Observando el gráfico 1.1, tenemos nuestra primera aproximación a lo que son las finanzas: utilización (decisión de inversión) y búsqueda (decisión de financiación) de dinero por parte de las personas (finanzas personales), las empresas (finanzas empresariales) y el gobierno (finanzas públicas). Observando el gráfico 1.6, notamos que también son parte de las finanzas el estudio de los intermediarios financieros y de los mercados financieros. Asimismo, en este mundo globalizado, las finanzas internacionales (las flechas exteriores del gráfico 1.6) son importantes.

      Examinemos ahora la malla curricular del área de finanzas en nuestras carreras de Administración, Contabilidad y Economía. Los temas relacionados con finanzas empresariales se tratan en los cursos Decisiones de Inversión y Finanzas Corporativas. En Instrumentos Derivados, se cubre el tema de derivados, que tiene que ver con el mercado de capitales y con las finanzas empresariales en cuanto a cobertura de riesgo; también se ve lo que son opciones reales. En Finanzas Internacionales, se desarrollan los temas que corresponden a finanzas en mercados internacionales y una introducción a los mercados emergentes.

      Por el lado de los seminarios, el Seminario de Banca estudia a los intermediarios financieros y el Seminario de Bolsa, a los mercados financieros. Aunque, por el momento, no se ha ofrecido un curso o seminario de finanzas personales, es importante mencionar que muchos de los temas y herramientas utilizados en finanzas empresariales son aplicables para analizar los problemas financieros de una persona o de una familia.

      Por último, cabe resaltar que las finanzas están en un proceso de constante evolución y temas como los instrumentos derivados o la titulización, por citar dos ejemplos, son relativamente recientes. Además, existen asuntos de especial interés para nosotros, tales como la evaluación de inversiones en países en desarrollo (mercados emergentes). Estos y otros temas que aparezcan en el futuro podrán ser tratados a través de seminarios ad hoc.

      Indudablemente, tomar decisiones es vital para una empresa. Este concepto se define, generalmente, como el escoger una alternativa entre varias posibles. Para ello, se deben tomar en cuenta numerosos factores importantes, tales como el estimado de los ingresos, el conocimiento de los costos y buenos criterios de decisión para el análisis de las opciones. Temas como calidad, economía, información y muchos otros son también relevantes. Sin embargo, en medio de todos ellos, cabe siempre preguntarse: para tomar una decisión, ¿qué es lo más importante?

      Supongamos que nos encontramos en el Parque Universitario y tenemos a nuestra disposición tres autobuses. El primero viaja a Paracas. Este es el servicio presidencial de la mejor compañía de turismo, con terramoza, televisión, bar, bus-cama e incluye el fin de semana en el Hotel Paracas. El segundo se dirige a Huancayo. Por la inauguración de la ruta, la empresa está ofreciendo un descuento del 90% en el costo del pasaje, que es lo más económico en el mercado. El tercero es un viaje regular a Chiclayo en un ómnibus antiguo que para en cada pequeño pueblo a recoger pasajeros, muchos de ellos campesinos que, a veces, están acompañados de algún animal doméstico.

      ¿Cuál autobús tomar? ¿El que ofrece el mejor servicio? ¿El más económico? El sentido común nos dirá que la decisión dependerá de a dónde queremos ir. Si nuestro objetivo es visitar a nuestra madre enferma que está en Chiclayo, aunque nos atiendan dos terramozas o

      nos regalen el pasaje a Huancayo, decidiremos tomar el autobús que nos llevará a nuestro objetivo, Chiclayo. Por lo tanto, lo más importante para tomar decisiones son los objetivos que uno tenga. Y, si hablamos de decisiones de una empresa, lo más importante es tomar en cuenta los objetivos de la empresa.

      Tradicionalmente, se ha considerado como objetivo de la empresa el que tenía en cuenta únicamente los intereses de los accionistas. Sin embargo, este ha sido expresado de diversas formas a través de los años. Se hablaba, primero, de maximizar las utilidades de la empresa, pero se descubrió que se podía aumentar el monto de las mismas simplemente creciendo y financiando este crecimiento al emitir más acciones que, al final, perjudicarían a los accionistas, quienes veían disminuir sus utilidades por acción. Entonces, se cambió el objetivo a maximizar las utilidades por acción, pero alguien notó que este ratio se calculaba con valores históricos y que podía diferir mucho del valor al que se comerciaba la acción en el mercado. Se pasó, entonces, a la maximización del precio de la acción, pero se notó que no siempre maximizar el precio de la acción coincidía con maximizar la riqueza de los accionistas. Algunos autores consideran que no siempre el maximizar la riqueza de los accionistas conducirá a maximizar el valor de la empresa, por lo que optan por este último objetivo.

      Como se puede apreciar, todas esas variantes del objetivo se centran en los intereses de los accionistas. Pero, si fundamos una empresa, ¿la rentabilidad para el accionista debe ser el único objetivo? Si fundamos una empresa, los objetivos que le fijemos deberán reflejar lo que queremos y estarán fuertemente influenciados por nuestros valores personales. Para muchas personas, la rentabilidad podrá ser lo más importante, pero no tiene que ser así para todos. Lo que presento a continuación refleja mi particular punto de vista sobre cuáles deberían ser los objetivos de la empresa.

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