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los libres indirectos uno de los jugadores de la barrera, normalmente el más rápido, está colocado por dentro de ésta y sale inmediatamente después del primer toque sobre el balón intentando reducir el tiempo y el espacio en la ejecución técnico-táctica respecto al atacante que va a golpear el balón. Finalmente, al mismo tiempo que se forma la barrera continúa existiendo la necesidad de realizar el trabajo defensivo. De hecho, los restantes defensas deben marcar a los adversarios y los espacios vitales del juego dentro del área grande y prever las condiciones esenciales en la protección de los comportamientos técnico-tácticos del portero.

      3. Libres indirectos dentro del área grande. Los defensas han de asumir los siguientes comportamientos:

      A. Cubrir el máximo posible de la portería a través de la formación de la barrera con todos los jugadores, que muchas veces (debido a las leyes del juego) tendrán que posicionarse encima de la línea del gol. El portero se deberá colocar delante y en el centro de la barrera.

      B. Una vez efectuado el primer toque sobre el balón, toda la barrera de forma homogénea y cohesionada tiene que adelantarse en dirección al balón disminuyendo de esta forma el espacio y el tiempo que tiene el atacante para rematar.

       En los córners

      La defensa de los córners desarrolla los mismos principios que para los saques libres. En este sentido, se deben atender los siguientes presupuestos:

      1. Posicionar un defensa por delante de la trayectoria del balón moviéndose activamente con el objetivo de:

      A. Perturbar al atacante en el saque del córner.

      B. Obligar al atacante a realizar un centro más difícil.

      C. Marcar inmediatamente al atacante si el córner es corto con el objetivo de evitar que realice el centro hacia el área grande.

      2. La posición del portero. Ha de situarse en el medio de la portería con el objetivo de:

      A. Observar el balón.

      B. Ver la trayectoria del balón.

      C. Apreciar la situación que existe dentro del área grande. Debe igualmente evitar que su posible desplazamiento en la dirección del primer poste no sea obstruida para poder intervenir en ese espacio vital.

      3. En el primer poste. Los córners más peligroso son los que se realizan al primer palo; de ahí la necesidad de prestar especial atención al posicionamiento de los defensas; en este sentido, se deben colocar:

      A. Un defensa que ha de asumir una ubicación cercana al poste y a la línea del gol.

      B. Dos defensas, uno por delante del compañero y el otro al lado de éste para reforzar la defensa en este espacio vital. Estos dos defensas deben tener capacidades particulares de determinación para atacar el balón (ser los primeros en llegar) y rechazar con la cabeza eficazmente, preocupándose por marcar el espacio que está por delante.

      4. En el segundo poste. Posicionar un defensa cerca del segundo poste y encima de la línea del gol. Este jugador debe prestar un máximo de atención no solamente a los centros hacia ese espacio, sino también a los valores que han sido desviados o prolongados desde el primer poste hacia atrás.

      5. La defensa del resto del área pequeña debe ser asumida por medio de la colocación, como mínimo, de tres jugadores que marcan el espacio y a los adversarios ahí posicionados o que van a desplazarse hacia esa zona.

       Saques de banda

      Si en el futuro las modificaciones referentes a las leyes que reglamentan los saques de banda determinan que pueden ejecutarse con los pies, se transformarán estas situaciones de balón parado (las más frecuentes en el juego del fútbol) en un momento extremadamente ventajoso en términos ofensivos. La amplitud del pase del atacante que ejecuta el saque de banda y el ángulo en relación con la portería adversaria en la que éste se posiciona se traduce en un aumento de las dificultades defensivas en la solución de estas situaciones de balón parado. De hecho, por ejemplo, en algunas situaciones de juego es preferible conceder un córner que un saque de banda cerca de la línea final. Los esquemas tácticos defensivos en las situaciones del saque de banda deben basarse en los siguientes presupuestos:

      1. Si el lanzamiento del saque de banda es ejecutado cerca de la línea de fondo, los defensas deben asumir los mismos objetivos y presupuestos establecidos para los córners.

      2. Si el lanzamiento del saque de banda se realiza en el medio campo:

      A. Hay que colocar a un defensa en la trayectoria directa del saque con la portería con el objetivo de perturbar al atacante, obligarle a ejecutar una acción técnico-táctica más compleja o forzarle a ejecutar un pase de trayectoria aérea para dar más tiempo a los compañeros a readaptarse a las tareas defensivas.

      B. Hay que hacer un marcaje agresivo y permanente de los atacantes que se posicionen en profundidad o que ejecuten desplazamientos de ruptura en dirección al área grande.

      C. Los atacantes que puedan recibir el balón deben ser marcados con un poco más de espacio para que el defensa pueda reaccionar y acompañar eficazmente al atacante, si éste cambia de dirección.

       En los penaltis

      En la situación de un penalti, cuatro o cinco defensas se deben colocar a lo largo de la media luna del área grande con el objetivo de concretar los siguientes objetivos:

      1. Despejar el balón en caso de que impacte en el poste o en el larguero o por una defensa incompleta del portero.

      2. Evitar o perturbar la acción del resto de los atacantes en su posible intervención sobre el balón.

      Inmediatamente después de la ejecución del esquema táctico ofensivo, el equipo que está en fase defensiva debe estar preparado para resolver eficazmente la situación resultante. Así, inmediatamente después de que el balón se haya rechazado, tiene que reaccionar rápida, cohesionada y homogéneamente «subiendo» en el terreno de juego y asumiendo los siguientes comportamientos técnico-tácticos y actitudes:

      A. Marcaje agresivo del nuevo atacante que posee el balón.

      B. Reducción del tiempo y el espacio e inherentemente aumento de la presión defensiva sobre todos los atacantes.

      C. Intento de dejar en fuera de juego a los adversarios.

      D. Apoyo al compañero que inicia el proceso ofensivo con el objetivo de aprovechar los desequilibrios del equipo adversario.

      Para finalizar, los esquemas tácticos ofensivos implican un elevado número de atacantes para obtener el máximo de rendimiento de estas situaciones de balón parado, algunos de los cuales, con el fin de poder maximizar las potencialidades individuales, se colocan en los espacios de juego de modo muy diferente de aquellos sobre los que ejercen sus misiones tácticas de base. En este contexto, la organización de los esquemas tácticos defensivos no debe buscar solamente la defensa de la portería, sino intentar igualmente sacar las máximas ventajas inmediatamente después de la recuperación del balón, que presenta un posible desequilibrio en términos espaciales y también numéricos debido a la elevada concentración de atacantes en el área grande. De hecho, es

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