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y lagos - Lago de las montañas del Cáucaso; al fondo, las cumbres Ushba Tetnuldi y Shjara.

      © Zmiy – iStockphoto

      Los ríos de Georgia pertenecen, bien a la cuenca del mar Negro o bien a la del mar Caspio, en una línea de reparto oeste-este, que corresponde al centro geográfico del país. Los que descienden del Gran Cáucaso corren de norte a sur (Kodori, Inguri, Rioni, Didi Liakhvi, Ksani, Aragvi, Alazani), excepto el Terek, que ya forma parte, geográficamente, del Cáucaso norte. Son alimentados por glaciares y por el deshielo de las nieves (Kodori, Inguri, Rioni, Aragvi, Térek, etc.). Entre ellos, el Rioni es el río más largo (327 km) de Georgia occidental. Los ríos que descienden del Cáucaso Menor tienen diferentes orientaciones, dada la variedad de inclinación del macizo. Entre ellos, el Kura (Mtkvari en georgiano, Kür en lenguas turcas): es el río más largo y más importante del país (1.515 km, 351 de ellos en Georgia). Nace en Turquía y desemboca en el mar Caspio en Azerbaiyán; país por el que transcurre la mayor parte. Todos los ríos de Georgia oriental son sus afluentes. En Ayaria, el río Adjaris Kali («esposa de Ayaria») vierte sus aguas en el río Tchorokh, que nace en Turquía y desemboca justo al lado de Batoumi. Las altas mesetas volcánicas del Cáucaso Menor, principalmente en Yavajetia, son muy ricas en lagos naturales. Los más importantes son el Paravani (38 kilómetros cuadrados, 2.073 m sobre el nivel del mar, 3,30 m de profundidad máxima) y el Tabatskhuri (14 kilómetros cuadrados, 2.000 m por encima del nivel del mar, 40 m de profundidad). El segundo lago más grande del país se encuentra a orillas del mar Negro, al lado de Poti; es un residuo del antiguo ecosistema pantanoso de Mingrelia: el Paleastomi, de 18 km, pero con solo 3 m de profundidad. Pertenece a la Reserva Natural de la zona húmeda de la Cólquida. Se han creado muchos pantanos artificiales en los cursos de los ríos, haciendo de la fuerza hidráulica una de las fuentes principales de energía del país. Se les denomina, como en España, embalses, como los de Jinvali sobre el Aragvi, el de Chaori en Ratcha, el de Tsalka, o como el «mar» de Tiflis. El suelo georgiano es rico en fuentes de aguas minerales, presentes en todo el país.

      CLIMA

      En general, Georgia goza de un clima templado y soleado. Sus tendencias climáticas siguen siendo moderadas en relación con el arquetipo climático de la región. Las distintas altitudes diversifican los climas locales, por lo que las diferencias climáticas son claramente perceptibles de una región a otra, incluso en un espacio reducido. Los elementos que más varían son las temperaturas, el grado de humedad y la circulación atmosférica.

      Dos influencias climáticas opuestas recorren el país y generan los contrastes: una tendencia húmeda procedente del mar Negro y una tendencia árida procedente del Caspio. A grandes rasgos, el clima se vuelve más seco de oeste a este pero esta regla se ve matizada por los microclimas y la inclinación de las laderas de las montañas. En general, el ciclo climático —que el cambio climático global parece haber alterado levemente— da veranos cálidos, inviernos moderados y temporadas intermedias bastante cortas y lluviosas. En cuanto a las precipitaciones, la separación este-oeste cambia radicalmente la cantidad de lluvias.

      El Gran Cáucaso, región de turbulencias atmosféricas motivadas por las influencias marítimas y continentales, protege a Georgia de sus altas cumbres formando una especie de pantalla natural. Los frentes de aire frío, procedentes del norte, se desvían, modifican o detienen. El Cáucaso Menor protege al país del clima desértico del sur, mitigando el calor y la aridez.

       En Georgia occidental, en la llanura de Cólquida, el clima es templado y subtropical (es decir, un clima mediterráneo húmedo) debido a la proximidad del mar Negro. Los inviernos son suaves y húmedos y las temperaturas rara vez bajan de 4 °C. Los veranos son muy cálidos, muy largos y particularmente húmedos. Se prolongan hasta octubre, con temperaturas de 22 °C y un aire más seco; las temporadas intermedias son cortas. El clima es casi subtropical en Ayaria. La particularidad de este clima cálido y húmedo es que las estaciones están, relativamente, poco marcadas pero que, paradójicamente, el tiempo cambia constantemente y rápido: Batumi es la ciudad del país que recibe, de media, la mayor radiación solar y mayor cantidad de precipitaciones por día. El sol y la humedad favorecen el desarrollo de una vegetación exuberante y de cultivos especializados como el té. En las montañas ayarias, las zonas de bosque húmedo templado tienen precipitaciones de 2.000 a 3.000 mm al año.

       En Georgia oriental, por regla general, a poca altura los veranos son muy cálidos y secos; los inviernos más fríos y secos que en el oeste… pero aún así templados. Las temporadas intermedias son más largas y las más húmedas (abril y octubre son especialmente lluviosos).

      En el Kartli Interior, el clima tiende a continental ya que las montañas impiden que lleguen a la región las influencias marítimas. La humedad es bastante baja pero la niebla es frecuentes en invierno; que son bastante duros (hasta -10 °C en la llanura en enero) y los veranos muy cálidos y secos.

      Kajetia, más al este y rodeada de montañas, tiene un clima también continental seco, más expuesto a las influencias del Caspio, con un mucho sol, temperaturas altas y veranos muy cálidos. Las zonas fronterizas con Azerbaiyán son casi desérticas, con una vegetación rara y adaptada a las condiciones climáticas.

      En Kvemo Kartli, la cuenca del Kura permite el riego de una zona agrícola relativamente pequeña (17% de la superficie total del territorio). La región goza de un clima muy suave con muchas horas de sol: los huertos, los cultivos hortícolas proporcionan una producción abundante.

      Tiflis, la capital, posee el clima más agradable del país, que se calificaría como mediterráneo: veranos muy cálidos y muy largos e inviernos frescos sin apenas nieve. Las primaveras son cálidas y lluviosas, especialmente en abril; el otoño también es lluvioso y se prolonga hasta diciembre. La temperatura media anual es de 12,6 °C.

       En el Cáucaso Menor, las fachadas no orientadas hacia el mar Negro contrastan duramente con las laderas subtropicales de Ayaria y de Guria. Tori, la región de Borjomi y Bakuriani, y el oeste de la Meskhetia, reciben la humedad de manera indirecta y disfrutan de un clima de montaña (entre 1.500 y 2.200 m) templado y especialmente sano. Este clima ha facilitado el desarrollo de sus estaciones termales y favorecido a las personas con problemas respiratorios. Por contra, la región de Ajaltsije es atravesada por vientos húmedos que la dotan de un clima semicontinental seco, con veranos muy cálidos e inviernos bastante fríos. La vegetación es curiosamente mediterránea. Más lejos al este, las terrazas volcánicas de Yavajeti y del oeste de Kvemo Kartli sufren las influencias continentales áridas procedentes del sur; además de la altitud, los inviernos son muy duros, fríos y secos; las temperaturas invernales medias están muy por debajo de cero y a veces pueden alcanzar temperaturas de récord (-30 °C).

       El Gran Cáucaso tiene un clima de montaña relativamente similar al de los Alpes. La vertiente occidental de la cadena es más húmeda, ya que sufre de cerca la influencia marítima del mar Negro, mientras que la vertiente este se vuelve más árida a medida que nos acercamos al Caspio. La diferencia entre clima occidental y oriental entra en vigor en plena llanura, bajo el efecto de un clima de montaña. A 2.000 m de altura, las temperaturas medias en verano rara vez superan los 14 °C; la nieve es eterna y las nevadas numerosas. De momento, los glaciares no sufren un deshielo masivo como en los Alpes, y el clima no ha iniciado un calentamiento similar.

      

      MEDIO AMBIENTE

      MEDIO AMBIENTE - Jardines Botánicos de Cabo Verde.

      © Nicolas LANDRU

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