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      2. Identifica y despídete de lo que pierdes en una relación abierta

      Cuando una pareja decide abrir su relación, sus miembros normalmente se centran en lo que ganarán teniendo otras parejas. Esperan que ese cambio enriquezca la vida de cada miembro de la pareja por separado gracias al aumento de la intimidad emocional, la variedad sexual, las relaciones sexuales más frecuentes y la excitación de la atención romántica por parte de alguien nuevo. La mayoría de las parejas también espera experimentar un aumento de la intimidad emocional y sexual en su relación principal. Este aumento es a menudo alimentado por el mayor grado de honestidad y comunicación requerido por una relación abierta, así como la experiencia paradójica de valorar más su relación porque alguien más tiene interés en su pareja. Una pareja puede que deje de dar por hecho su relación cuando cada miembro tiene otras parejas, y de repente su pareja puede parecer más atractiva y valiosa cuando otras personas quieren salir con ella.

      Hay muchas ventajas que disfrutar, pero también es importante darse cuenta de que sufrirás pérdidas si abres tu relación. Con la excitación de sentirse en un parque de atracciones al ver todas las posibilidades de crecimiento personal y abundancia de amor, mucha gente no se da cuenta de lo que va a perder. Es importante que hagas un análisis de las ventajas y desventajas de manera que tomes una decisión consciente, sopesando qué esperas recibir al convertir tu relación en poliamorosa frente a lo que vas a perder. Muchas personas se encuentran que todas las ventajas de la lista de «pros» compensan las pérdidas de la lista de «contras», convenciéndoles de que tener una relación abierta les hará más felices que continuar en una relación monógama. El ejercicio de este capítulo te permitirá hacer tu propio análisis de pros y contras para asegurarte de que no estás prescindiendo de algo valioso para ti y, por lo tanto, socavando tu relación y tu calidad de vida.

      Si decides seguir adelante con una relación abierta, es importante que seas consciente y te despidas de las pérdidas que voluntariamente estás aceptando. Siempre hay un coste derivado de cualquier cambio importante en una relación, como en cualquier otra decisión importante que tomes en otras áreas de tu vida. Por ejemplo, si decides cambiar de trabajo tras haber estado muchos años en una empresa, estás prescindiendo de seguridad laboral, derechos adquiridos y un buen salario. Puedes tomar esa decisión porque puedes asumir perder esas ventajas, porque te satisface más tu nueva carrera profesional y porque a largo plazo conseguirás más económica y profesionalmente. Pero no harías ese cambio sin valorar cuidadosamente de qué estás prescindiendo y si te compensa con lo que ganas. Y darás un salto en el vacío hacia lo desconocido, lo que provoca miedo y desorientación. De la misma manera, tienes que decidir qué pérdidas te parecen razonables y si vale la pena arriesgarse en comparación con los resultados positivos que probablemente vas a experimentar.