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El Cristo Universal. Richard Rohr
Читать онлайн.Название El Cristo Universal
Год выпуска 0
isbn 9781951539191
Автор произведения Richard Rohr
Жанр Религиозные тексты
Издательство Bookwire
¿Alguna vez notaste que en el Evangelio de Marcos, Jesús les dice a los discípulos que proclamen las Noticias de Dios a “toda la creación” o “a toda criatura” y no tan solo a los humanos (16:15)? Pablo afirma que ha hecho esto mismo cuando dice: “Nunca te alejes de la esperanza prometida por las Buenas Nuevas, que se han predicado a todas las criaturas bajo el cielo, y de las cuales yo Pablo me he convertido en servidor” (Colosenses 1:23). ¿Realmente le habló y convenció a “toda criatura bajo el cielo” en su corto tiempo de vida? Seguramente no, pero él sabía que había anunciado al mundo el más profundo fundamento filosófico de las cosas al decir que todo estaba en Cristo —y creía atrevidamente que esta verdad eventualmente se mantendría y triunfaría.
Nunca he estado separado de Dios, ni puedo estarlo, excepto en mi mente. ¡Me encantaría que llevaras este entendimiento a la conciencia amorosa! De hecho ¿por qué no dejas de leer ahora, solo respira, deja que penetre y actúe? Es crucial que sepas esto experimentalmente y a un nivel celular —que es, de hecho, un real saber tanto como el conocimiento racional. Su característica principal es que es una forma de conocimiento no dual y, por lo tanto, abierto, que no se cierra tan rápida y definitivamente como lo hace el pensamiento dualista2.
Lamentablemente, los cristianos no han protegido esta conciencia radical de la unidad con lo divino. El entendimiento brillante de Pablo de un Cristo Corporativo, y por lo tanto nuestra identidad cósmica, pronto se perdió cuando los primeros cristianos se enfocaron cada vez más en Jesús solamente, e incluso en él separado del Flujo Eterno de la Trinidad, que finalmente es impracticable teológicamente3. Cristo siempre mantiene a Jesús firmemente dentro de la Trinidad, no como una simple adición posterior o algún tipo de encarnación arbitraria. El trinitarismo mantiene a Dios como Relación en sí misma desde el mismísimo principio y no como un mero monarca.
Para legitimar nuestra nueva religión en el Imperio Romano, los cristianos sintieron que necesitábamos probar que Jesús era divino independientemente. Después del Concilio de Nicea (325), se dijo que Jesús era independientemente “consustancial” con Dios, y después del Concilio de Calcedonia (451), la iglesia acordó una definición filosófica de la humanidad y la divinidad de Jesús, unificadas ambas en él. Todo es cierto, pero tal unidad permaneció en gran medida como una teoría académica distante porque no extrajimos las maravillosas implicaciones prácticas. Como regla estuvimos más interesados en la superioridad de nuestra propia tribu, grupo, o nación que en la totalidad de la creación. Nuestra visión de la realidad era en gran medida imperial, patriarcal y dualista. Las cosas fueron vistas como a favor nuestro o en contra nuestro, y fuimos ganadores o perdedores, totalmente buenos o totalmente malos —hasta el día de hoy ese “yo” tan pequeño y su salvación personal han permanecido como nuestra abrumadora preocupación. Seguramente así es como nuestra religión se volvió tan centrada en la obediencia y la conformidad, en lugar de en el amor en un sentido práctico o expansivo. Sin una Historia Grande y Compartida, todos nos retiramos al individualismo privado para tener un poco de cordura y seguridad.
Tal vez el primer ejemplo de nuestra falta de atención al Misterio de Cristo puede ser visto en la forma en que continuamos contaminando y devastando al planeta tierra, en el mismo lugar donde todos nos paramos y vivimos. ¡Ahora la ciencia parece amar y respetar lo físico más que la mayoría de las religiones! No es de extrañar que en el presente la ciencia y los negocios se hayan posicionado como las fuentes principales en donde hallar sentido para la gran mayoría de las personas (incluso muchos de los que todavía van a la iglesia). Me temo que los cristianos no tomamos en serio a este mundo, porque la noción de Dios o de salvación no incluyó u honró al universo físico. Y me temo que ahora este mundo no nos toma en serio.
La esperanza no puede ser sostenida por lo individual si todo está corporativamente desesperanzado.
Es difícil sanar individuos cuando toda la cuestión es vista como insanable.
Todavía estamos tratando de salir remando de este remolino ¡y con un remo muy pequeño! Solo con una noción Preexistente de Cristo podemos recuperar el “desde donde venía” este Jesús y el hacia donde nos conduce —que es precisamente hacia “el seno de la Trinidad” (Juan 1:18). “Regresaré para llevarlos conmigo, para que donde yo esté, ustedes también estén” (Juan 14:3), el Cristo así lo prometió. Esa podría ser la mejor y más sucinta descripción de la salvación que hay en todo el Nuevo Testamento.
Un Cambio de Paradigma
En el pensamiento científico y cultural, el término “cambio de paradigma” describe un cambio importante en las suposiciones o puntos de vista. Escuchamos el término con mucho menos frecuencia en el mundo de la religión, donde los grupos asumen que están tratando con absolutos eternos e inmutables. Pero irónicamente un cambio paradigma religioso fue exactamente lo que Jesús y Pablo estaban iniciando en sus días —tanto es así que su forma de ver las cosas se convirtió en una religión completamente nueva, haya sido esa su intención o no. Después de dos mil años, ahora llamamos “cristianismo” a este cambio de paradigma surgido del judaísmo.
La historia aún aguarda que la mente cristiana “cambie” de nuevo a lo que siempre ha sido cierto desde la creación inicial, que es lo único que la convertirá en una religión universal (o verdaderamente católica). El Cristo Universal fue una idea demasiado grande, un cambio demasiado monumental para la mayor parte de los primeros dos mil años. Los humanos preferimos ver las cosas en partes anecdóticas o históricas, incluso cuando tal visión conduce a la incoherencia, la alienación o la desesperanza.
Cada religión, cada una a su manera, está buscando una puerta de entrada, el conducto, el Sacramento, el Avatar, el dedo que apunta a la luna. Necesitamos a alguien que nos sirva de modelo y ejemplo para el viaje desde la encarnación física, a través de una existencia humana más bien ordinaria, mediante las pruebas y la muerte, y hacia una Presencia Universal ilimitada por el espacio y el tiempo (que llamamos “resurrección”). La mayoría de nosotros conocemos del Jesús que camina este viaje, pero muchos menos sabemos que Cristo es la manifestación colectiva y eterna de lo mismo —y que la imagen “del Cristo” nos incluye a todos y a todo. Pablo se sintió abrumado por este reconocimiento, y lo convirtió en el núcleo de todo su mensaje. Mi esperanza es que este cambio de paradigma sea vuelva obvio para ti.
Jesús puede mantener unidos a un grupo o a una religión. Cristo puede mantener unido a todo.
De hecho, Cristo ya hace esto: somos nosotros quienes nos resistimos a tal compleción, como si en parte disfrutáramos de nuestros argumentos y divisiones. Aun así, a lo largo de las Escrituras, se nos dieron declaraciones como estas:
“Cuando todo se reconcilie en él… Dios será todo en todos” (1 Corintios 15:28).
“Hay un solo Cristo. Él es todo y está en todo” (Colosenses 3:11)
“Toda plenitud se encuentra en él, a través de él todas las cosas son reconciliadas, todo en él, todo en el cielo y todo en la tierra” (Colosenses 1:19-20).
Esto no es herejía ni universalismo ni una versión barata del unitarismo. Este es el Cristo Cósmico, que siempre fue, que se encarnó en el tiempo y que todavía se está revelando. Hubiéramos ayudado mucho más a la historia y a los individuos si hubiéramos pasado nuestro tiempo revelando cómo Cristo está en todas partes, en lugar de demostrar que Jesús era Dios.
Pero las grandes ideas llevan tiempo en asentarse.
Un Universo Totalmente Participativo
No puedo evitar pensar que las futuras generaciones etiquetarán a los primeros dos mil años del cristianismo como “cristianismo primitivo”. Creo que ellos extraerán cada vez más y más implicaciones masivas de este entendimiento del Cristo Cósmico. Habrán descartado ampliamente la noción de salvación cristiana como plan de evacuación privado que lleva a unos pocos humanos selectos al siguiente mundo.