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largo de la primavera de 1975, se realizaron diversas reuniones entre la Asamblea y la JDE, llegándose finalmente al compromiso por ambas partes de la renuncia a crear Juntas Democráticas en Cataluña, reconociendo la JDE de facto a la Asamblea como representante de la lucha unitaria democrática. En el documento conjunto titulado: “Proyecto de acuerdo para la articulación de relaciones entre la Asamblea de Cataluña y la Junta Democrática de España”, se acordó establecer entre ellas una relación política permanente, articular su acción política de masas tomando conjuntamente las decisiones políticas que afectasen a los objetivos comunes y trabajar en común para extender esta unidad a todas las fuerzas de la oposición a nivel del Estado español.17 Al poco tiempo de este comunicado, se anunció en Cataluña la formación de la Plataforma de Convergencia Democrática (PCD) con narquistaión socialista, demócrata-cristiano y la socialdemócrata de Pallach.

      1.-Las juntas democráticas en sus respectivos ámbitos y bajo su total autonomía, convocarán y coordinarán todo tipo de acción política o social capaz de mover pacíficamente a las masas hacia objetivos concretos de interés para el conjunto de la población o para sectores determinados de la misma, que puedan ser compartidos por las clases sociales opuestas sin renunciar a sus respectivas motivaciones o acciones de clase.

      2- La Asamblea, la plataforma unitaria Vasca y la Junta Democrática de Galicia, son invitadas a concurrir a esta convocatoria con las acciones democráticas peculiares de su identidad nacional, bajo el signo político de la restauración de los Estatutos de Autonomía, dentro del Estado Español.

      3- Las juntas democráticas regionales son llamadas también a convocar acciones de identidad regional, bajo el signo político de la instauración democrática del poder regional dentro del Estado Español.

      En junio de 1975, se publicó un comunicado conjunto entre las delegaciones de La Junta y la Asamblea criticando la grave situación en Euzkadi por el estado de excepción establecido, pidiendo la convocatoria de una jornada de solidaridad, afirmando a su vez el proceso de ruptura democrática con el régimen.

      Finalmente, la Junta y la Plataforma llegaron a un entendimiento en ciertas cuestiones con aquiescencia de la Asamblea, como así lo demuestra el comunicado conjunto publicado en septiembre de 1975 en referencia al llamado Decreto-Ley del terrorismo, donde las dos organizaciones afirmaban el fin de toda ilusión aperturista, centrista o reformista, indicando una ruptura con el régimen y con su continuidad sucesoria. A su vez, afirmaban el deseo de lograr el establecimiento de un régimen democrático por métodos pacíficos, rechazando una forma de lucha política basada en el terrorismo individualista y el compromiso de realizar un esfuerzo unitario que hiciera posible la formación urgente de una amplia coalición. No obstante, todo esto sucedería en marzo de 1976, algo después de la muerte de Franco, con la constitución de Coordinación Democrática, la llamada: “Platajunta”.

      Hubo ciertas reticencias en la formación de este organismo, como la de Alejandro Rojas Marcos, miembro de la Comisión Permanente de la Junta Democrática, que expuso en un documento editado días antes del acuerdo entre las dos organizaciones, las diferencias entre éstas:

      En otro orden, también cabe

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