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La transición española. Eduardo Valencia Hernán
Читать онлайн.Название La transición española
Год выпуска 0
isbn 9788418411960
Автор произведения Eduardo Valencia Hernán
Жанр Социология
Издательство Bookwire
27. AHCNOC, “Junta Democrática de España”, Carpeta, 1/1976.
28. AHCNOC, “Junta Democrática de España”, Carpeta, 11/1975.
29. SOLÉ TURA, Jordi, Una Història Optimista..., pp., 366-367.
30. FERRAN, Joan, op. cit., p. 34.
El Consell de Forces Polítiques de Catalunya
Desde que Franco había muerto, no había día que la prensa dejara de anunciar constantes sobresaltos, dando la sensación de que la evolución política iba cambiando sin un control previo y acompañado de un cierto aire de anarquía informativa.
En Cataluña, lo que antes era oscuro y clandestino, aparecía de improviso en las portadas de los periódicos con total normalidad. En esa línea, el diario Tele/expres anunciaba en pleno diciembre la constitución del Consell de Forces Polítiques de Catalunya (CFPC) mediante un comunicado redactado por los propios periodistas del diario que decía lo siguiente:
“Hora a hora las cosas están cambiando. Aquí no vamos a adherirnos a nada ni a nadie. Pero está claro que las cosas están cambiando. Y esta página, que intenta ser el reflejo lo más fiel posible, dentro de lo posible, está notando que lo posible es cada vez más. Ustedes lectores, suponemos que también lo están notando. Las causas tampoco vamos a buscarlas. Nos limitamos a ejercer una función notarial de levantar actas. Y, eso si, en eso sí tomamos partido, da gusto poder levantar acta de tantos y tantos aspectos del país que hasta ahora han vivido en los subterráneos. Esta es la noticia: se nos está levantando el tejado. Ayer pudieron comprobarlo con la información del Consell de Forces Polítiques de Catalunya. Los que hacemos esta página −Josep M. Soria, Montserrat Nebot, Manuel Campo Vidal y Lluís Bassets− esperamos que puedan seguirlo comprobando cada vez más.” 31
Desde la prensa oficial del Movimiento se veía con cierto recelo este cambio de actitud permisiva sin darse cuenta que el cambio había empezado sin contar con ellos. El periódico vespertino, La Prensa, se despachaba con estos comentarios:
“Este bendito, querido, emocionante país nuestro está viviendo una de las etapas más curiosas de los últimos tiempos. Una etapa que yo no calificaría aún de dramática, sino sencillamente de tonta (...). La desorientación, interpretados los hechos a través de los periódicos, es general. Se escribe, desvergonzadamente, acerca de los partidos políticos ilegales, de organizaciones subversivas y de personas cuya actividad es contraria a derecho. Se hacen entrevistas y hasta se convocan ruedas de prensa con personas que, con la ley en la mano, figuran no ya en la oposición sino en la pura y simple subversión. Los señores Tarradellas o Leizaola ‘Presidentes de la Generalitat de Catalunya y del gobierno Vasco (1960-79) en el exilio’ se alzan como figuras coordinadoras de movimientos que sólo pretenden romper la unidad española. Ya ni siquiera se habla de España. Los comentaristas utilizan un eufemismo llamado Estado español como pretendiendo ignorar la realidad de la Patria”.32
La noticia sobre la constitución de esta nueva plataforma nacionalista ya venía de atrás, pues ya se había publicado en el New York Times hacia dos semanas y después fue refrendado por la agencia Pyresa. En el documento constitucional se exponía entre otras cosas la tradición histórica e institucional que representaba esta organización y su relación con Josep Tarradellas. Asi pues, el 29 de diciembre, una delegación del CFPC ya constituído, Heribert Barrera y Jaume Casanovas, se entrevistó en Saint Martín Le Beau (Francia) con el presidente de la Generalitat en el exilio, haciéndole entrega de diversos documentos relacionados con la constitución del Consell, siendo informada con anterioridad la propia Asamblea a través de la CPAC.
El CFPC fue concebido como respuesta y solución al llamado “Pacte Catalá”, sumándose de esta forma a los dos organismos unitarios de oposición que existían en aquel momento en Cataluña, que eran la CCFPC, formada exclusivamente por partidos, y la Asamblea, formada también por partidos políticos sumados a otros grupos sindicales, culturales y asociativos.
En un primer momento la formación del CFPC contó con dos posiciones contrapuestas, una representada por el PSUC, que defendía que deberían ser las llamadas organizaciones de masas la base de un organismo con virtualidad de gestión provisional; y la otra la promocionada por el Grup d’Acció al Servei de Catalunya (GASC). Este grupo nacionalista catalán había sido fundado en mayo de 1975 y se disolvió en febrero de 1976 dentro del proceso de creación de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC). Desde el primer momento fue dirigido por Jordi Pujol, Miquel Esquirol, Jaume Casajoana y Miquel Sellarés con el fin de conseguir gobernar en base a una gran convergencia de centroizquierda.33 Editaron la revista Cataluña Democrática (1975).
El Diario de Barcelona publicó la composición del CFPC con la excepción más significativa del PTE y la FSC-PSOE, dado su carácter no nacionalista. Estas formaciones eran:
Partido Carlista de Cataluña (PCC), seguidor de Carlos Hugo, representado por Josep Badía y Joan Cabré; PSUC, con Pere Ardiaca y Antoni Gutiérrez Díaz; GASC, nacionalista de centro, con Jordi Pujol y Miquel Roca Junyent, también representando a CDC; ERC, con Josep Andreu Abelló; Reagrupament Socialista i Democràtic de Catalunya, socialdemócrata, con Josep Pallach, Josep Verde i Aldea y Heribert Barrera y Cuitó; Convergencia Socialista de Catalunya, con Joan Reventós, Raimon Obiols y Joan Prats; PSAN, nacionalista de izquierdas, con Joan Armet; FNC, centro izquierda nacionalista, con Joan Cornudella y Colominas; Esquerra Democrática de Catalunya (EDC), liberal, con Ramón Trias Fargas y el abogado Jaume Casanovas; PPC, nacionalista, con el médico Joan Colominas y Enric Moltó; UDC, demócrata cristiano, con el joyero y editor Anton Canyellas, Francesc de Borja Aragay y Llibert Cuatrecasas.34
El día 23 quedó formalmente constituido el Consell en una reunión celebrada cerca de Barcelona que comenzó hacia las 5 de la tarde y finalizó pasadas las 10 de la noche. El acto constitutivo se completó al llegar finalmente a la aprobación de los documentos constitutivos, un protocolo y una declaración final.
En teoria, la finalidad de este Consell estuvo dirigida a la negociación unitaria con el resto del Estado con la premisa de un proceso movilizador que culminase con la constitución de un órgano provisional que reivindicase el Estatuto de 1932 y el compromiso de realizar pasos para ejercer el derecho a la autodeterminación.
El último día del año se publicaron los puntos más significativos del acuerdo, anunciando que las fuerzas políticas que lo integraban, después de examinar conjuntamente la actual situación política, habían decidido reunirse en un organismo político unitario que, en la lucha hacia la ruptura democrática, se proponía llevar a término un programa cuyo primer punto proponía la constitución de un organismo capaz de impulsar las tareas de autogobierno. Otros puntos de interés integrados en el documento fueron los referidos a la amnistía general que afectase a las responsabilidades políticas y sindicales; al reconocimiento y protección de las libertades democráticas de conciencia, expresión, prensa, asociación, reunión y manifestación; al reconocimiento y protección del sufragio universal, de las garantías individuales; a la libertad sindical entendida como el derecho de los trabajadores a organizarse libremente con independencia de patrones, gobierno y partidos; al reconocimiento del derecho de huelga, así como a la adopción de medidas inmediatas en función de los intereses más urgentes de las clases populares catalanas en el campo de la enseñanza, la política económica, los salarios, la asistencia social, la política urbana y agraria. En el ámbito territorial, apoyar al País Valenciano y las Islas Baleares para que encuentren su propio camino y, finalmente, se tenía como objetivo la necesidad del sufragio universal para constituir unas Cortes democráticas que aprobase un nuevo modelo legislativo.35
El Consell también manifestó su intención de llegar, mediante el combate político y la movilización pacifica del pueblo,