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       Arthur Conan Doyle

      La guardia blanca

      Publicado por Good Press, 2021

       [email protected]

      EAN 4057664120038

       CAPÍTULO I DE CÓMO LA OVEJA DESCARRIADA ABANDONÓ EL REDIL

       CAPÍTULO II DE CÓMO ROGER DE CLINTON EMPEZÓ Á VER EL MUNDO

       CAPÍTULO III DE CÓMO TRISTÁN DE HORLA DEJÓ AL BATANERO EN PERNETAS

       CAPÍTULO IV DE LA JUSTICIA INGLESA EN EL SIGLO CATORCE

       CAPÍTULO V DE LA EXTRAÑA COMPAÑÍA QUE SE REUNIÓ EN LA VENTA DEL PÁJARO VERDE

       CAPÍTULO VI DE CÓMO EL ARQUERO SIMÓN APOSTÓ SU COBERTOR DE PLUMA

       CAPÍTULO VII DE CÓMO LOS CAMINANTES ATRAVESARON EL BOSQUE

       CAPÍTULO VIII LOS TRES AMIGOS

       CAPÍTULO IX EN LA SELVA DE MUNSTER

       CAPÍTULO X UN CAPITÁN COMO HAY POCOS

       CAPÍTULO XI DEL CONVENTO Á ESCUDERO Y DE DISCÍPULO Á MAESTRO

       CAPÍTULO XII DE CÓMO ROGER APRENDIÓ MÁS DE LO QUE ÉL PODÍA ENSEÑAR

       CAPÍTULO XIII DE CÓMO LA GUARDIA BLANCA PARTIÓ PARA LA GUERRA

       CAPÍTULO XIV AVENTURAS DE VIAJE

       CAPÍTULO XV DE CÓMO EL GALEÓN AMARILLO SE HIZO Á LA VELA

       CAPÍTULO XVI DEL COMBATE ENTRE EL GALEÓN AMARILLO Y LOS DOS PIRATAS.

       CAPÍTULO XVII EN LA BARRA DEL GARONA

       CAPÍTULO XVIII DE CÓMO EL BARÓN HIZO VOTO DE PONERSE UN PARCHE

       CAPÍTULO XIX ANTE EL DUQUE DE AQUITANIA

       CAPÍTULO XX DE CÓMO ROGER DESHIZO UN ENTUERTO Y TOMÓ UN BAÑO

       CAPÍTULO XXI DONDE AGUSTÍN PISANO ARRIESGA SU CABEZA

       CAPÍTULO XXII UNA NOCHE DE HOLGORIO EN "LA ROSA DE AQUITANIA"

       CAPÍTULO XXIII LAS JUSTAS DE BURDEOS

       CAPÍTULO XXIV DE CÓMO EL ESTE ENVIÓ UN FAMOSO CAMPEÓN

       CAPÍTULO XXV DE UNA CARTA Y UNAS RELIQUIAS

       CAPÍTULO XXVI DONDE SE AVERIGUA QUIÉN ERA EL MISTERIOSO PALADÍN

       CAPÍTULO XXVII VISIÓN PROFÉTICA

       CAPÍTULO XXVIII ATAQUE Y DEFENSA DEL CASTILLO DE VILLAFRANCA

       CAPÍTULO XXIX EL PASO DE RONCESVALLES

       CAPÍTULO XXX LA GUARDIA BLANCA EN EL VALLE DE PAMPLONA

       CAPÍTULO XXXI DE CÓMO TRISTÁN Y EL BARÓN HICIERON DOS PRISIONEROS

       CAPÍTULO XXXII DONDE EL SEÑOR DE MOREL CUMPLE SU VOTO

       CAPÍTULO XXXIII "LA ROCA DE LOS INGLESES"

       CAPÍTULO XXXIV REGRESO Á LA PATRIA

       DE CÓMO LA OVEJA DESCARRIADA ABANDONÓ EL REDIL

       Índice

      LA gran campana del monasterio de Belmonte dejaba oir sus sonoros tañidos por todo el valle y aun más allá de la obscura línea formada por los bosques. Los leñadores y carboneros que trabajaban por la parte de Vernel y los pescadores del río Lande, suspendían momentáneamente sus tareas para dirigirse interrogadoras miradas; pues aunque el sonido de las campanas de la abadía era tan familiar y conocido por aquellos contornos como el canto de las alondras ó la charla de las urracas en setos y bardales, los repiques tenían sus horas fijas, y aquella tarde la de nona había sonado ya y faltaba no poco para la oración. ¿Qué suceso extraordinario lanzaba á vuelo, tan á deshora, la campana mayor de la abadía?

      Por todas partes se veía llegar á los religiosos, cuyos blancos hábitos se destacaban vivamente sobre el césped que cubría las avenidas de nudosos robles. Procedían unos de los viñedos y lagares pertenecientes á la comunidad, otros de la vaquería, de las margueras y salinas, y algunos llegaban, apresurando el paso, de las lejanas fundiciones de Solent y la granja de San Bernardo. No les cogía de sorpresa el inusitado campaneo, porque ya la noche anterior había despachado el abad un mensajero especial á todas las dependencias exteriores del monasterio, con orden de anunciar en ellas la proyectada reunión general del día siguiente. En cambio el hermano lego Atanasio, que durante un cuarto de siglo había limpiado y bruñido el pesado aldabón de bronce de la abadía, declaraba con asombro que jamás había presenciado convocación tan extemporánea y urgente de todos los miembros de la comunidad.

      Bastaba observar á éstos para comprender la gran variedad de ocupaciones á que se dedicaban

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