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Y esta información algorítmica permite predecir comportamientos, deseos y gustos televisivos, no de uno, sino de miles o millones de televidentes, y conocer las tendencias de visionado más frecuentes, las preguntas que harán los individuos frente a cierta programación y muchas cosas más.

      Para el perfeccionamiento de las nuevas pantallas televisivas con IA, hay una gran competencia entre las principales marcas de televisores-pantallas.

      Una línea central de desarrollo del potencial televisivo es el deep learnig, o aprendizaje profundo. Éste consiste en una metodología por la que el procesador de la pantalla televisiva construye una serie de neuronas similares a las humanas que permiten un reconocimiento de contenidos televisivos, de gustos y motivaciones de sus televidentes para seleccionar cierta programación, pero sobre todo del que interacciona regularmente con una pantalla.

      El desarrollo tecnológico de estas pantallas televisivas inteligentes hace que cada vez haya más competencia con las computadoras. La diferencia principal quizá estriba en que una pantalla inteligente busca satisfacer, principalmente, los deseos del usuario-televidente y proporcionarle placer. Y la computadora ofrece otro tipo de satisfactores más relacionados con el trabajo y el conocimiento.

      Según Google, en 2020, hay ya diez millones de pantallas inteligentes en América Latina, las cuales tienden a ser cada vez más grandes, como han sido las clásicas pantallas caseras para ver películas.

      Con la IA, la televisión se fortalece, los hábitos de los televidentes se modifican y su relación con la oferta televisiva, películas y videos de todo tipo aumenta y se hace cada vez más al gusto individual y circunstancial de cada uno.

      Los autores reunidos en este libro han abordado el gran tema de la IA respecto de la televisión con diferentes énfasis.

      Iniciamos con el texto de un autor clásico de la colección TVmorfosis, Carlos A. Scolari, quien creativamente nos comparte un diálogo imaginario con Siri, esa interfaz vocal del sistema operativo de los dispositivos de Apple que muestra el modo de intercambio entre la IA y, en este caso, un usuario.

      En su capítulo, Gabriel Torres Espinoza, coordinador general y facilitador de los eventos de TVmorfosis, hace una travesía por la IA desde sus orígenes hasta las principales aplicaciones para analizar y medir tanto a las audiencias de los medios como a los internautas de las redes sociales.

      Alejandro Piscitelli, otro autor clásico de la colección TVmorfosis, se centra en la creatividad computacional que ofrece la IA para el ejercicio de un nuevo tipo de periodismo: el periodismo Centauro, que se nutre a la vez de datos y algoritmos para dimensionar un evento.

      El tema de la relación de las fake news con la IA es abordado en su capítulo por Claudia Flores-Saviaga, investigadora especializada en desinformación, quien hace un análisis detallado de cómo operan estos procesos en la realidad y cómo se constituyen comunidades de usuarios subversivos.

      En su capítulo, el investigador Darwin Franco Migues se pregunta y debate si la IA podrá sustituir a los y las periodistas y comparte ejemplos de notas hechas por robots, y analiza cómo estos se alimentan de los datos que les permiten confeccionar información de manera casi inmediata.

      Cerramos este libro, planteando el gran dilema entre humanizar a las máquinas o robotizar a la humanidad, que Gerardo Albarrán de Alba, defensor de audiencias de Canal 44 de televisión y radio UDG, discute sobre la incidencia apropiada de la IA en el entendimiento de acontecimientos y el ejercicio periodístico.

      Con este número de TVmorfosis cerramos un ciclo editorial y académico, a la vez que mediático, de encuentros anuales iniciados hace una década.

      Mi agradecimiento a los setenta autores especialistas que han participado en esta colección, algunos varias veces, pues han dado visibilidad a una discusión mediática analítica, inédita y propositiva muy importante sobre el gran medio de comunicación que es la televisión desde el mismo set televisivo.

      Nuestro agradecimiento conjunto como autores de este y los otros libros de la colección al impulsor de TVmorfosis, Gabriel Torres Espinoza, por convocarnos, imaginar y hacer realidad un evento universitario internacional inédito, transmitido siempre en tiempo real, con la participación de los presentes físicamente y desde las redes sociales, y siempre también localizable diferido en el Canal 44 de la UDG y en todos los canales de las televisoras públicas que conforman la Asociación de Televisiones Educativas y Culturales Iberoamericanas (ATEI).

      Guillermo Orozco Gómez

      Guadalajara, Jalisco, 20 agosto de 2020

      EL STORYTELLING EN LA ERA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

      Carlos A. Scolari

      Este capítulo retoma algunas de las conversaciones que se mantuvieron en los paneles donde participó el autor en TVmorfosis 2019, una edición centrada en una de las palabras clave de nuestro tiempo: la inteligencia artificial (IA). Después de introducir a nivel conceptual el tema, el texto se centra especialmente en las aplicaciones de IA en el campo de la producción narrativa audiovisual, desde las aplicaciones para predecir la cantidad de espectadores de un largometraje hasta los instrumentos que sirven de apoyo a la tarea de los guionistas. Para recuperar el carácter dialógico de TVmorfosis, el capítulo está planteado como una conversación entre el autor y Siri, la interfaz vocal del sistema operativo de los dispositivos de Apple.

      —Hola. Yo soy Siri, ¿en qué te puedo ayudar?

      —Tengo una duda…

      —¿En qué te puedo ayudar?

      —Necesito información sobre inteligencia artificial…

      —Esto es lo que he encontrado. La inteligencia artificial es la llevada a cabo por máquinas. En ciencias de la computación, una máquina inteligente ideal es un agente flexible que percibe su entorno y lleva a cabo acciones que maximicen sus posibilidades de éxito en algún objetivo o tarea. Coloquialmente, el término inteligencia artificial se aplica cuando una máquina imita las funciones cognitivas que los humanos asocian con otras mentes humanas, por ejemplo, percibir, razonar, aprender y resolver problemas. Andreas Kaplan y Michael Haenlein definen la inteligencia artificial como “la capacidad de un sistema para interpretar correctamente datos externos, para aprender de dichos datos y emplear esos conocimientos para lograr tareas y metas concretas a través de la adaptación flexible”. A medida que las máquinas se vuelven cada vez más potentes, la tecnología que alguna vez se pensó que requería de inteligencia se elimina de la definición. Por ejemplo, al convertirse en una tecnología común, el reconocimiento óptico de caracteres ya no se percibe como un ejemplo de inteligencia artificial.

      —Todo esto me huele demasiado a Wikipedia… ¿Puedes decirme algo más? Por ejemplo, ¿quién inventó el concepto de inteligencia artificial?

      —En 1956, John McCarthy acuñó la expresión inteligencia artificial y la definió como “la ciencia e ingenio de hacer máquinas inteligentes, especialmente programas de cómputo inteligentes”.

      —Digamos que la definición es un poquito redundante... es como decir que el agua tibia es la tibieza en estado líquido… Necesito más. Debo intervenir en un panel de TVmorfosis y me encantaría decir algo interesante sobre la inteligencia artificial.

      —¿Quiere que le defina qué es TVmorfosis?

      —No es necesario. Pero recuerda que aquí las preguntas las hago yo. A ver, Siri, ¿puedes decirme si existe un único tipo de inteligencia artificial?, ¿o son todas iguales? O sea, para que me entiendas, ¿tienes muchos parientes, o todas las Siris son hermanas gemelas?

      —Buena pregunta.

      —Sí, ya lo sé… ¿Quieres que te la simplifique?

      —Creo que no entiendo.

      —Bueno, aquí vamos de nuevo, ¿cuántos tipos de inteligencia artificial existen?

      —Existen la inteligencia artificial de tipo general y la específica. La inteligencia artificial

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