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       LOS ESCARABAJOS

      SUMARIO

       Numerosos y multicolores

       Un estuche protector

       Antenas y patas para oler

       Todo es comestible

       En busca de pareja

       Madres previsoras

       De larva a ninfa

       Armas para defenderse

       Los hay basureros

       Escultores de hojas

       Algunos viven en el agua

       Devoradores de plantas

       Amigos de la Naturaleza

       Glosario

       Índice

      Texto: María Àngels Julivert

      Licenciada en Biología,

      especialidad en Zoología

      Ilustraciones: Estudio Marcel Socías

      Dirección editorial: Ma Fernanda Canal Diseño gráfico: Josep Guasch Dirección de producción: Rafael Marfil

      © Copyright Parramon Paidotribo—World Rights

      Published by Parramon Paidotribo, S.L., Badalona, Spain

      ISBN: 84-342-1888-7

      ISBN EPUB: 978-84-9910-296-2

       EL FASCINANTE MUNDO DE...

       LOS ESCARABAJOS

      Los escarabajos pertenecen al orden de los coleópteros, que abarca un gran número de familias. Son, sin duda, el grupo más numeroso de los insectos. Existen más de 300.000 especies conocidas, y su número aumenta cada año con nuevos descubrimientos.

      Estos insectos han colonizado todos los ambientes, exceptuando el mar. Habitan en selvas, bosques, cultivos, ciudades, praderas, inhóspitos desiertos, etc. También hay acuáticos, pues viven en lagos, charcas y estanques.

      Se instalan en árboles, otros sobre las hojas y algunos más en oscuras cuevas. Y, finalmente, existen los que parasitan a otros animales.

      Muchos coleópteros son de colores oscuros, pero también los hay muy vistosos: pueden tener los élitros de tonos metálicos, con hermosos colores o extrañas formas. Entre los escarabajos son frecuentes los colores verdes, rojos, amarillos y negros, que, a menudo, se combinan formando llamativos contrastes.

      El escarabajo goliat vive en el África tropical.

      Por los distintos contornos, podemos conocer la diversidad de formas.

      Un Cerambícido con largas antenas subiendo por un tronco; una mariquita en pleno vuelo, un escarabajo de las hojas del álamo y un Chrysomela.

      Los escarabajos son insectos como las abejas, moscas, saltamontes, libélulas o mariposas.

      Su cuerpo se divide en tres partes: cabeza, tórax y abdomen. En la cabeza se encuentran las piezas bucales y los órganos de los sentidos: dos ojos compuestos y un par de antenas.

      En el tórax, que está formado por tres segmentos, tienen dos pares de alas y seis patas. Las patas constan de varias piezas o artejos que se articulan entre sí y que acaban en un par de uñas. Las patas de algunos escarabajos se han modificado para así poder nadar, correr, excavar, etc.

      El primer par de alas de los escarabajos, llamadas élitros, son muy duras y protegen al segundo par que son finas y membranosas pues las utilizan para volar. Aunque las posteriores son más largas, en posición de reposo, quedan cubiertas por los élitros.

      En la mayoría de estos insectos, los élitros recubren todo el abdomen, aunque en algunas especies son muy cortos. Sus formas y colores son muy variados. Pueden ser lisos, rugosos, con manchas, surcos, estrías, etc.

      Casi todos pueden volar, sólo unas pocas especies han perdido las alas posteriores y otras tienen los élitros fusionados, pero son excepciones.

      Aspecto general de un coleóptero, en visión dorsal y ventral.

      Las partes de una pata de escarabajo.

      El escarabajo sanjuanero, antes de emprender el vuelo, abre sus élitros, despliega las antenas para detectar las corrientes de aire y extiende las finas y membranosas alas posteriores.

      En los escarabajos, los principales órganos de los sentidos se encuentran situados en la cabeza, aunque poseen numerosos pelos sensoriales en distintas partes del cuerpo, por ejemplo, en las patas.

      La vista y el olfato son los sentidos más desarrollados, gracias a ellos, estos insectos pueden reconocerse entre sí, localizar alimentos y percibir los peligros.

      Los escarabajos adultos, excepto algunas especies que son ciegas, tienen un par de ojos compuestos, formados por numerosas facetas: los omatidios. Las larvas, así como algunos adultos, tienen varios ojos simples, llamados ocelos.

      Perciben los olores a través de las antenas, que tienen numerosos receptores sensoriales, pero también poseen pelos olfativos en las patas y en los palpos. Para algunas especies el olfato es esencial porque les permite localizar el alimento y encontrar pareja. Los necróforos detectan los cadáveres de animales por el olor, incluso a grandes distancias.

      Un número variable de piezas, los artejos, forman las antenas.

      El tamaño y la forma de éstas varían mucho de una especie a otra, incluso a veces son distintas entre un macho y una hembra de la misma especie. Pueden ser más largas que el cuerpo, cortas, dentadas, acabar en forma de martillo, etc. Con la ayuda de los palpos y las patas se las limpian a menudo.

      Los escarabajos no oyen de la misma forma que nosotros sino que perciben las vibraciones a través de unos pelos sensoriales localizados en diversas partes del cuerpo.

      Detalle de la cabeza donde se aprecian los ojos compuestos, las antenas, los palpos y las patas

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