Аннотация

Fenómenos, tratado de astronomía y meteorología, tuvo gran circulación e influyó a Lucrecio y a Virgilio, entre otros muchos autores latinos, de la Edad Media y el Renacimiento. Arato (Solos, Cilicia, c. 315-c. 240 a.C.) trabajó en la corte macedónica de Antígono II Gónatas, y tal vez estuvo en la corte de Antíoco I en Siria. Escribió varias composiciones, como himnos, epigramas y elegías, pero lo más característico de su producción son los temas científicos. La más célebre de sus obras, y única conservada, los Fenómenos, se ocupa de astronomía y meteorología, y pertenece a la tradición de poesía didáctica que parte de Hesíodo. Tratado claro y de estilo elegante, refleja la formación estoica de Arato, aunque no de modo dogmático. Ofrece gran cantidad de información científica sobre constelaciones, clima y estaciones, pero lo que mantuvo su interés y vigencia son el aliento y convicción que transmiten sus estrofas helenísticas y arcaizantes. Fenómenos tuvo enorme éxito, prestigio e influencia entre alejandrinos y romanos. Influyó de modo manifiesto en De rerum natura de Lucrecio y en Virgilio, y conservamos un gran corpus de comentarios e interpretaciones en griego y en latín. Entre sus varias traducciones al latín figuran las de autores famosos –Cicerón, Germánico, Avieno–; su ascendencia se mantuvo en la Edad Media y en el Renacimiento. El presente volumen se completa con un texto de Gémino de Rodas, astrónomo y matemático del siglo I a.C., Introducción a los Fenómenos, conocida también como El Isagogo. Se trata de un manual de astronomía para estudiantes que describe aspectos como el zodíaco, el movimiento del sol, las constelaciones, la esfera celeste, la sucesión día-noche, las fases de la Luna y los eclipses. La importancia de Gémino se echa de ver en que se bautizara con su nombre un cráter de la Luna.