Аннотация

Junto con Virgilio y con Ovidio, Horacio forma la tríada de los grandes poetas augústeos, que es también la los grandes poetas latinos de la Antigüedad. Horacio fue para la literatura europea medieval y moderna un modelo en la lírica, la sátira y la teoría poética. Quinto Horacio Flaco (65 a.C. – 8 a.C.) es uno de los más relevantes e influyentes autores de la Antigüedad. Hijo de liberto, estudió en Roma y en Atenas, donde entró en contacto con el epicureísmo. Su reflexiva poesía alcanza una extraordinaria perfección formal y plenitud que constituyen la esencia de lo clásico. Las Odas, consideradas la obra mayor de Horacio, están formadas por cuatro libros que contienen un total de 104 poemas, en los que se reflejan temas (el amor, la fortuna, la amistad, el ocio, la ética ciudadana, la vejez, etc.) y metros líricos griegos, pero que tratan también asuntos genuinamente romanos, como el Carpe diem o el Beatus ille. Sólo una personalidad tan poderosa como la de Horacio es capaz de efectuar una síntesis de la gran poesía anterior (Píndaro, Calímico, sermones y panegíricos griegos, Ennio, Virgilio) sin quedar ahogado y asimilarla en algo propio, que es no sólo el comienzo de la lírica romana, sino su punto culminante. El Canto secular es un himno para ser cantado en honor de los dioses, en especial a Apolo, que ensalza a Augusto y a su familia. Completan este volumen los Épodos, composiciones de juventud en las que el poeta dirige finas y humorísticas invectivas contra personajes y tipos de su entorno.

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La lírica horaciana ha dejado su huella en autores tan decisivos en nuestra literatura como Garcilaso de la Vega o Fray Luis de León y, más allá de nuestras fronteras, en poetas de la talla de John Keats. Quinto Horacio Flaco (65 a.C.-8 a.C.) es uno de los más grandes poetas de la Antigüedad. Hijo de liberto, estudió en Roma y en Atenas, donde entró en contacto con el epicureísmo. Su reflexiva poesía alcanza una perfección formal y una plenitud que constituyen la esencia de lo clásico. Las Sátiras están formadas por dos libros, publicados en los años 35/34 a. C. y 30 a.C. respectivamente, que forman un retrato crítico, a la par que humano, de la sociedad del tiempo de Horacio así como una reflexión sobre el origen, el papel y los límites del género satírico. Quince sátiras de costumbres que apuntan al vicio y la insensatez (sobre el infortunio, la envidia, la avaricia, las pasiones, la superstición o el olvido del justo medio) y tres sátiras literarias que han pervivido a lo largo de la historia y que hacen de su autor uno de los grandes modelos de las modernas literaturas europeas. A diferencia de otras piezas de este género, por ejemplo las de Juvenal (también en Biblioteca Clásica Gredos), las sátiras de Horacio carecen de un tono amargo y agresivo: se caracterizan por su tolerancia y moderación, invitan a contemplar la locura humana sin adoptar una posición de superioridad, y sólo a partir de esta contemplación divertida surgen las ideas morales. Diez años después de su segundo libro de sátiras, Horacio publicó el primero de las Epístolas, que él autor tenía por una prolongación del mismo género, aunque también invitan a considerarlas como una novedad en el panorama de los géneros poéticos. En ellas Horacio se dirige a personas concretas para expresar ideas personales, y se muestra más serio, preocupado básicamente por los temas morales y los principios de la composición poética. De ellos se ocupa especialmente la última y más extensa de las epístolas, la llamada Arte poética, testamento literario del autor, que durante muchos siglos permaneció como norma en la poesía de todos los países de Europa.

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Junto con Virgilio y con Ovidio, Horacio forma la tríada de los grandes poetas augústeos, que es también la los grandes poetas latinos de la Antigüedad. Horacio fue para la literatura europea medieval y moderna un modelo en la lírica, la sátira y la teoría poética. Quinto Horacio Flaco (65 a.C. – 8 a.C.) es uno de los más relevantes e influyentes autores de la Antigüedad. Hijo de liberto, estudió en Roma y en Atenas, donde entró en contacto con el epicureísmo. Su reflexiva poesía alcanza una extraordinaria perfección formal y plenitud que constituyen la esencia de lo clásico. Las Odas, consideradas la obra mayor de Horacio, están formadas por cuatro libros que contienen un total de 104 poemas, en los que se reflejan temas (el amor, la fortuna, la amistad, el ocio, la ética ciudadana, la vejez, etc.) y metros líricos griegos, pero que tratan también asuntos genuinamente romanos, como el Carpe diem o el Beatus ille. Sólo una personalidad tan poderosa como la de Horacio es capaz de efectuar una síntesis de la gran poesía anterior (Píndaro, Calímico, sermones y panegíricos griegos, Ennio, Virgilio) sin quedar ahogado y asimilarla en algo propio, que es no sólo el comienzo de la lírica romana, sino su punto culminante. El Canto secular es un himno para ser cantado en honor de los dioses, en especial a Apolo, que ensalza a Augusto y a su familia. Completan este volumen los Épodos, composiciones de juventud en las que el poeta dirige finas y humorísticas invectivas contra personajes y tipos de su entorno.