Аннотация

Hay días que te despiertas y tienes que encender la lamparita de la mesilla, porque tus llamas se han apagado, sin saber muy bien cómo ni cuándo. Te miras al espejo y solo ves cenizas. En cambio, otros días brillas con una luz que ya no recordabas o simplemente, nunca tuviste, y de tu espalda brotan alas de fuego. En este libro de relatos encontrarás un Supermán con barriga y arrugas y una musa sin poeta. Pero también conocerás a una princesa que no necesita que nadie la salve y un mesero con quien brindar por la vida. Porque lo que define al ave fénix, no son ni las llamas ni sus cenizas, si no sus incansables ganas de aletear.