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Platón en Anfield. Serafín Sánchez Cembellín
Читать онлайн.Название Platón en Anfield
Год выпуска 0
isbn 9788416783175
Автор произведения Serafín Sánchez Cembellín
Жанр Афоризмы и цитаты
Серия Logoi
Издательство Bookwire
El águila vuela sobre el césped
Yo creo que si tuviéramos que definir a Italia en un campo habría que hacerlo también a partir de estos parámetros, de los que ya hemos venido hablando. Para desarrollar un poco más esta idea y al igual que antes tomé como ejemplo dos batallas, voy a tomar ahora dos partidos de Italia. Pero no dos partidos cualquiera, sino esos en los que uno se juega la vida futbolísticamente hablando y en los que a una selección le sale lo que de verdad tiene dentro, partidos de Mundial; en concreto una final y una semifinal. El rival, el mismo: Alemania.
Estadio Santiago Bernabéu, 11 de julio de 1982. Italia y Alemania disputan la final del Mundial. Las dos grandes potencias europeas frente a frente, jugándose ni más ni menos que el campeonato del mundo.
Pero Italia tiene una ventaja, Italia es la legión y sabe vivir en situaciones límite sin perder el orden y el sentido de las cosas. Fallan un penalti, pero como los soldados romanos en Pidna, no se descomponen por ello. Saben que es muy importante aguantar su portería a cero, por eso tratan de asegurar en defensa y no cometer errores. La primera parte acaba con empate sin goles. Pero en la reanudación buscan el gol con todo en las jugadas de estrategia. Y la jugada llega.
A los quince minutos de la segunda parte se produce una falta en la zona de medios alemana. Tardelli, derrochando picardía, saca en corto y rápido hacia la derecha donde la espera Gentile, y entonces este pone un centro lleno de veneno que el personal italiano entra a rematar a saco. Por allí aparece, por supuesto, Paolo Rossi, que solo tiene que poner la cabeza. Ya está: 1-0. Los italianos por delante a partir de una jugada que nace a balón parado; estrategia, y ya tienen el partido donde querían.34
Los alemanes se van a lanzar a muerte hacia arriba, y van a descuidar su defensa. Italia está bien, está en lo suyo. Van a esperar el momento y lanzar sus cohortes entre los huecos del enemigo. Y el momento, por supuesto, aparece.
Alemania sube y percute, pero la línea de cohortes aguanta y cuando cree que el enemigo se ha descubierto lo suficiente asesta el golpe. Rossi presiona a un jugador alemán y, justo cuando ya no puede más, llega la segunda línea, y el hombre que la comanda, Scirea, rompe desde atrás con fe, con determinación, con la fuerza del Aquilifer que lleva el águila que no puede perder. Atraviesa el campo entonces con el poderío del que sabe que esa jugada va a ganar un Mundial. Se la da a Conti, este a Rossi, quien la abre de nuevo a Scirea que viene siguiendo la jugada, dando ejemplo, tirando de sus hombres, y entre Scirea y Bergomi preparan la sentencia.
Al final Scirea ve a Tardelli en la frontal y este cayendo remata: 2-0 y se acabó lo que se daba.
Ahí está: estrategia, atraer, desordenar y golpear. El gol es cuestión de segundos, es una contra inapelable, un contragolpe que mata la final. Merece la pena ver cómo Tardelli canta ese gol, eso no puedo describirlo aquí, hay que verlo. Es el orgullo de Italia, es el orgullo de Roma.35
El resultado fue 3-1 a favor de Italia, el tercer gol de Italia es una contra todavía más brutal que la del segundo gol y que acaba con tanto de Altobelli.
La historia se repite. El orden no deja lugar al azar, la idea de arbitrariedad y de capricho divino fue la que la filosofía destruyó, y la filosofía es Grecia, y Grecia es Roma. Por eso Italia sigue teniendo las cosas muy claras 24 años más tarde, el 4 de julio de 2006, momento en el que se va a enfrentar de nuevo a Alemania en Dortmund, para ver quien llega a la final.
Esta vez Italia lleva todo el Mundial en lo suyo. No como en el Mundial de España, en el que solo empezaron a sentirse bien al final. A estas alturas de competición están en la semifinal, llevan solo un gol en contra y siguen sabiendo lo que hay que hacer, porque a los italianos en esos partidos les salen los genes, y si lo estaban haciendo bien, uno puede pensar que en este, que conduce a la final, lo van a hacer mejor.
El partido vuelve a ser táctico. Los alemanes ya no tienen la superioridad que antaño a veces demostraban y también se protegen. Hay mucha emoción pero el partido acaba con empate a cero. Pero lo cierto es que cuando la cosa se pone así de cruda y estando Italia en el asunto, la historia ya está escrita. Todos sabemos quién va a conservar la cabeza fría, quién va a aguantar la presión, quién va a ser el último en romper sus filas.
Segunda parte de la prórroga. La gente cree que se buscan los penaltis, pero Italia sigue aguardando su momento, no hay prisa, nunca hay prisa. Estira el tiempo hasta el final como estira la presión. Juega con ella, la modela según sus intereses. Y al final, y tal y como ocurrió 24 años antes, el momento llega, un poco más tarde, pero llega.
Minuto 118 de partido. Córner a favor de Italia. Jugada a balón parado y los transalpinos intuyen que ha llegado su momento. Lo bota Del Piero, la pelota le llega a Pirlo que, como un mago, de repente para el mundo, la pelota y las miradas de todo el personal, incluidos los alemanes. Pero él no está parado, su mente está inventando, creando el momento que no existe. Por eso, mientras mira para otro lado, le pone una pelota de fantasía a Grosso. Pirlo mira para otro lado, y puede hacerlo, porque es su mente, no sus ojos, la que ve. Él maneja un conocimiento que remite a lo inteligible, no a lo sensible. Entonces Grosso la pega con la zurda de primera, según viene, y la pelota entra pegada al palo derecho de Lehmann. Asunto finiquitado y Grosso lo sabe, porque sale cantando el gol exactamente igual que lo hizo Tardelli 24 años antes, igual. Los brazos abiertos, moviendo la cabeza a uno y otro lado, sin poder retener la locura, la alegría que le rompe por dentro.36
Si Italia estaba en su ambiente, ahora lo está más y por eso, cuando Alemania está a punto de desmoronarse, asesta el golpe definitivo, que en realidad ya estaba dado. Si alguien pudiera verlo merece la pena compararlo con el segundo gol, el de Tardelli, en la final del 82. Son iguales en estructura, es la misma jugada, la contra letal que mata en un suspiro. Pero ahora quien hace de Scirea es Cannavaro, es este el que sale de atrás presionando y robando el balón, portando el águila como nuevo Aquilifer. Le releva Totti, quien mete un estratosférico pase al hueco a Gilardino, este espera y de pronto, por la izquierda, le dobla Del Piero que se planta frente a Lehmann y con una maestría inenarrable la pone en la escuadra. 2-0, y otra contra demoledora, son cinco segundos, no más. Es Italia atrayendo, descolocando y matando, Italia en su pura esencia.
Del Piero grita: ¡ROMA INVICTA EST!37
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31. En relación con la táctica que los ejércitos romanos desplegaban en la batalla me ha sido de especial ayuda el texto de José I. Lago: «Las legiones de Julio César», en http://www.historialago.com
32. Horacio: Sátiras. Epístolas. Arte poética (edición de José Luis Moralejo). Madrid: Editorial Gredos, 2008.
33. Rango militar romano referido al hombre que tenía un control absoluto sobre el ejército.
34. Afortunadamente las nuevas tecnologías nos permiten ver y recordar estos grandes momentos de la historia del fútbol. Aquí os dejo en enlace para poder ver el gol de Rossi: http://www.youtube.com/watch?v=n8x9kt8FM7U
35. Sin lugar a dudas merece la pena ver ese gol una vez más. Canal Plus hizo un reportaje sobre Tardelli donde el jugador italiano comenta el gol de su vida. Realmente emocionante: http://www.youtube.com/watch?v=-yoS4naQ30A&feature=player_embedded