ТОП просматриваемых книг сайта:
Tormenta de fuego. Rowyn Oliver
Читать онлайн.Название Tormenta de fuego
Год выпуска 0
isbn 9788413750101
Автор произведения Rowyn Oliver
Жанр Языкознание
Серия HQÑ
Издательство Bookwire
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley.
Diríjase a CEDRO si necesita reproducir algún fragmento de esta obra.
www.conlicencia.com - Tels.: 91 702 19 70 / 93 272 04 47
Editado por Harlequin Ibérica.
Una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Núñez de Balboa, 56
28001 Madrid
© 2020 Rowyn Oliver
© 2020 Harlequin Ibérica, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Tormenta de fuego, n.º 284 - noviembre 2020
Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial. Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.
Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.
® Harlequin, HQÑ y logotipo Harlequin son marcas registradas propiedad de Harlequin Enterprises Limited.
® y ™ son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited y sus filiales, utilizadas con licencia. Las marcas que lleven ® están registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas y en otros países.
Imágenes de cubierta utilizadas con permiso de Dreamstime.com y Shutterstock.
I.S.B.N.: 978-84-1375-010-1
Conversión ebook: MT Color & Diseño, S.L.
Índice
Prólogo
—¡Ha desobedecido una orden directa, O’Callaghan! —gritó Max sin importarle quién estuviera a su alrededor escuchándole.
Esa mujer iba a acabar con su paciencia.
El capitán Max Castillo se acercó a la agente O’Callaghan con grandes zancadas. Mientras, Jud permanecía apoyada en el coche patrulla que obstruía la entrada del callejón. A su alrededor, el caos que se había desatado minutos antes había desaparecido como por arte de magia, no así el mal humor del capitán.
Al llegar frente a ella, Jud pudo observar el cuerpo musculoso del capitán Castillo, tenso por la ira. Ira que sin duda ella había despertado.
Max se paró a escasa distancia y sus miradas parecieron batirse en duelo.
Jud O’Callaghan no estaba dispuesta a perder, por lo que le sostuvo la mirada.
Aún no se había recuperado del todo de la carrera que había protagonizado momentos antes persiguiendo al atracador. Su pecho subía y bajaba de forma