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La tradición profunda del yoga. Michael Stone
Читать онлайн.Название La tradición profunda del yoga
Год выпуска 0
isbn 9789873761553
Автор произведения Michael Stone
Жанр Сделай Сам
Серия Ananta
Издательство Bookwire
Así como un pájaro atado a una cuerda, luego de volar en diversas direcciones sin hallar por ninguna parte un sitio donde descansar, se posa (por fin) en el lugar donde está atado, también la mente, querido mío, luego de volar en diversas direcciones sin hallar por ninguna parte un sitio donde descansar, se posa en la respiración, pues la mente está atada a ella. (13)
La psicología del yoga considera que la mente y la respiración están unidas en la estructura del cuerpo humano. No hay mente sin respiración; no hay quietud en el cuerpo sin quietud en la mente, ni quietud en la mente sin una respiración que se ha aquietado.
El mūla bandha, así como el propio yoga, no es algo que haces, sino más bien algo que ocurre de manera espontánea cuando estás presente en el momento en que termina una espiración. Cuando la respiración culmina naturalmente, se produce una sensación de fortalecimiento y elevación en el centro de la zona pélvica, justo por encima del perineo. Una vez que el diafragma pélvico se tonifica, cuando la espiración cambia el sentido y se vuelve una inspiración, el centro del suelo pélvico se enrolla y se eleva hacia el techo de la boca para pasar de ser un ápice cóncavo a uno convexo. Al descubrir esto, los yoguis lo consideraron un objeto de meditación perfecto, pues requiere concentración, una excelente respiración, estabilidad nerviosa, paciencia y un interés en el cuerpo y en la mente en el momento preciso; y esta verdad puede ser descubierta por todos nosotros cuando centramos nuestra atención en un solo lugar durante el tiempo suficiente. El mūla bandha es un acto espontáneo en el centro del cuerpo humano, que ocurre cuando el ciclo de la respiración logra completarse sin que la mente interfiera. El ha
Prestamos atención aun cuando no está sucediendo nada. “Si algo se torna aburrido después de dos minutos –escribe el compositor John Cage–, intenta extenderlo a cuatro. Si sigue siendo aburrido, extiéndelo a ocho. Luego a dieciséis. Luego a treinta y dos. Al final, uno descubre que no es aburrido en absoluto”. (14) El mūla bandha es una técnica de meditación que utiliza los movimientos energéticos del cuerpo, por medio del ciclo de la respiración, a modo de punto de anclaje neutro para la mente.
Cuando bajamos el ritmo y analizamos nuestra experiencia en cada momento, lo que hacemos esencialmente es estudiar la forma en que organizamos y construimos esa experiencia. Bajar el ritmo nos da la oportunidad de llegar a conocer qué es lo que estamos investigando, en lugar de caer en la tendencia habitual de superponer nuestras teorías a lo que sea que veamos. El aprendizaje de las técnicas de mūla bandha nos enseña a estar presentes con los sentimientos, las emociones, los pensamientos y los ciclos de respiración que ocurren en el centro de la experiencia humana.
El momento presente es siempre el maestro principal del yoga. La palabra guru se traduce como “gravedad”. Guru refiere a un centro de gravedad. La raíz gu significa “oscuridad”; y ru, su desaparición. El gurú o maestro es aquel que echa luz a la oscuridad de la avidyā. Es aquel que comprende la ley de la gravedad y otras leyes básicas del universo, incluidas la ley de la transitoriedad y la verdad del du
Uno de los axiomas más radicales del yoga establece que los factores que operan en el universo exterior y los elementos que lo componen son los mismos que operan en cada mente individual a la hora de organizar la experiencia. Si nuestra atención es plena, observar cómo la respiración cambia su curso al final de una espiración irrumpe en el centro de la realidad misma. “Lo que está aquí está en todas partes –dice el narrador de la epopeya Mahābhārata– y lo que no está aquí no está en ninguna parte”. (15) El modo en que procesamos la información sensorial que nos llega por los órganos de la percepción y la mente demuestra cómo organizamos nuestra experiencia del cosmos. Observar la respiración puede ser como observar el ciclo de nacimiento y muerte del universo. Todo ocurre justo aquí y en este preciso momento de percepción, organización y experiencia.
Esto resulta significativo para nuestra práctica porque, así como construimos nuestra experiencia en cada momento, hacemos lo mismo con el sufrimiento. Nuestra experiencia de sufrimiento o insatisfacción (du
No necesariamente buscamos explicaciones en el pasado o nos preocupamos por la posibilidad de repetir patrones adictivos en el futuro. El pasado está codificado en el presente. Por lo tanto, nos quedamos con lo que está surgiendo ahora mismo y lo examinamos sin salirnos de allí. Como el yoga significa unión, consiste en cultivar la no separación, donde podemos habitar algo unívocamente sin separarnos. Dicho de otro modo, no hay nada que cultivar porque, detrás de la distracción y la aversión, ya todo está unido.
Precisamente aquí y ahora es donde todo lo importante está ocurriendo. A esto debemos prestar atención. Como la respiración y el cuerpo están siempre presentes, respiramos nuestras circunstancias. Así desarrollamos las habilidades necesarias para lidiar con las dificultades, en lugar de reforzar los patrones de aversión. Esto nos ayuda a utilizar la mente de manera eficaz, es decir, como un localizador del marco de referencia adecuado. Las cualidades apropiadas de la mente son necesarias para ver con claridad, para sentir lo que está allí para ser sentido y dejarlo pasar. Así adquirimos sabiduría. La capacidad de separar el acto de su objeto nos ayuda a volvernos más conscientes de dicho acto antes de que se torne abrumador. Cuando logramos observar la aparición y desaparición del dolor crónico, por ejemplo, podemos aprender cómo estar en él, cómo soportarlo, cómo respirar con él cuando aparece y desaparece. Esta es una poderosa habilidad. Es la capacidad de ver algo aparecer cuando aparece, cambiar cuando cambia y desaparecer cuando desaparece, sin quedar atrapados allí.
Para el dolor crónico o cualquier otro tipo de dolor, incluido el emocional, a veces nos esforzamos tanto por intentar escapar de él que lo agravamos. Primero sentimos dolor en el cuerpo y luego reaccionamos a ese dolor con antipatía, historias de gustos y aversiones, memoria, asociación y conceptualización. Este ciclo ocurre tan rápidamente que advertirlo resulta casi imposible. El yoga baja el ritmo del modo en que percibimos nuestra experiencia para que podamos entender cómo organizarla. Si surge un momento de sufrimiento y otro de alegría, podemos buscar la manera de unir esos dos momentos.
PARTICIPAR EN CADA MOMENTO
Cuando huimos constantemente de nuestra experiencia, plantamos las semillas de la repetición; la próxima vez que ocurra la misma experiencia, la recibiremos con los sistemas de respuesta condicionada que hemos construido y reforzado en la mente, el cuerpo y el sistema nervioso. Creamos un circuito de feedback en los sa