ТОП просматриваемых книг сайта:
El profesor artesano. Jorge Larrosa
Читать онлайн.Название El profesor artesano
Год выпуска 0
isbn 9789875387201
Автор произведения Jorge Larrosa
Жанр Документальная литература
Серия Perfiles
Издательство Bookwire
Diré también que no he tratado de escribir un libro sobre profesores para profesores (menos aún un libro espejo). Aquí aparecen panaderos, limpiabotas, cineastas, cocineros, carpinteros y todo tipo de artesanos que hablan sobre su oficio. En ese sentido, espero que lo que se dice sobre el oficio de profesor consiga interesar a todos aquellos a los que, como a Barthes, les gusta escuchar a la gente contando lo que hace, y pensando sobre ello.
Además, cualquier elaboración, más o menos personal, a propósito del ejercicio de cualquier oficio, no puede dejar de ser una consideración sobre el mundo en el que ese oficio se ejerce y con el que el oficio, de algún modo, se compromete. Desde ese punto de vista, este libro podría leerse también como una reflexión, a la vez personal y colectiva, sobre cómo se ve el mundo desde una sala de aula o, dicho de otra manera, sobre qué es lo que se puede percibir de lo que pasa ahí afuera cuando uno se pasa la vida leyendo y escribiendo, preparando y dando cursos, trabajando junto a una pizarra, rodeado de estudiantes.
* * *
El libro transcribe un curso de maestría dedicado al oficio de profesor, visto desde el punto de vista de la artesanía. Existen numerosas obras que transcriben cursos, pero lo que suele encontrarse es solo la voz del profesor que los imparte, generalmente, un autor reconocido. Aquí, sin embargo, el profesor no es un autor sino un lector que da a leer o, dicho de otro modo, aquí la voz de profesor no sostiene un discurso, sino que propone y acompaña un curso. Por eso se citan, se comentan y se parafrasean extensamente los textos que se trabajaron; se anotan las conversaciones que se produjeron; se transcriben algunos de los ejercicios de los estudiantes; se da cuenta de las dificultades, las dudas, los ensayos fallidos, las imprecisiones, los desacuerdos, los caminos que se ensayaron y no llevaron a ninguna parte, y no se evitan las repeticiones, las vueltas atrás, los desvíos y, desde luego, los momentos más o menos tediosos. Un curso es un ejercicio, pero también un experimento (a veces fallido) y lo que se cuenta aquí es la forma que tuvo una tentativa concreta de pensar el oficio de profesor, en un cierto lugar y en un determinado momento.
El curso duró 30 horas presenciales (a las que habría que añadir las empleadas en la lectura y en la realización de los ejercicios), y durante todo ese tiempo hubo de todo. Si lo que quiero mostrar en este libro es, precisamente, un curso, no me queda otro remedio que exponer todo su desarrollo y no solo ofrecer las ideas más o menos elaboradas que podrían haber sido su síntesis o su resultado. Todo profesor sabe que un curso no puede resumirse, sino que tiene que cursarse, y sabe también que lo que es formativo es el recorrido y que eso, el recorrido (el duro trabajo de la experiencia), no puede ser ahorrado. Además, mi propia manera de entender un curso (como un ejercicio colectivo de pensamiento) impide anticipar las conclusiones, por el simple motivo de que no las hay. Un curso no tiene conclusiones (mucho menos lo que ahora se llaman “resultados de aprendizaje”) sino efectos; dichos efectos son, desde luego, los de cada uno, y además, por definición, solo pueden darse (si es que se dan) a lo largo del curso.
Desde ese punto de vista, lo que tendríamos aquí sería, también, el autorretrato de un profesor haciendo un curso sobre el oficio de profesor.
* * *
El curso tuvo lugar en 2017, duró un trimestre, se tituló “La investigación de la experiencia educativa: lenguajes y saberes”, y fue compartido con el profesor José Contreras. Como todo curso, estuvo organizado alrededor de un asunto que propuse para el estudio, el ejercicio y la conversación. Para eso, puse sobre la mesa una selección ordenada de materiales, en este caso algunos textos y algunas películas (lo que sería, en términos clásicos, un dossier) y una colección de ejercicios: algunas cosas para leer y algunas instrucciones para escribir con la esperanza de fomentar (en la lectura y en la escritura) ese indecidible que llamamos pensamiento.
Sin embargo, en un curso de esas características lo que importa es la conversación, es decir, lo que se da en la sala de aula en relación a la lectura, la escritura y el pensamiento, cuando estos se hacen en público. En un curso, leer y escribir son necesarios, simplemente, para poder entrar en la conversación. Un curso es un trabajo colectivo, público, hecho con otros y frente a otros, y no hay lectura ni escritura que no supongan la escucha, el comentario, el contagio y el estímulo mutuo. Además, como se sabe, cualquier curso que se propone se ve frecuentemente interrumpido y desviado por la conversación misma y nunca se corresponde exactamente con lo que se había previsto o planificado.
Por tanto, lo que el lector encontrará aquí serán presentaciones de textos (de lo que fue la bibliografía y la filmografía del curso), resúmenes de las conversaciones que surgieron en el comentario de los textos y de las películas, transcripciones de ejercicios (tal como fueron elaborados y presentados por los estudiantes) y algunas (tal vez demasiadas) divagaciones. Además, durante el tiempo de escritura del libro no he podido resistirme a introducir algunas piezas que no tuvieron lugar en el curso, pero que hubieran podido tenerlo. Y podrán encontrarse también las huellas de algunas conversaciones con profesores que no se produjeron, estrictamente, en el interior del curso pero que, de alguna manera, tuvieron en él su impulso y su pretexto.
Por eso, lo que el lector tiene en sus manos es una reconstrucción más o menos fidedigna del curso, pero también un texto escrito antes, durante y después del curso, inspirado por el curso, por la materia del curso, por las conversaciones del curso y de los alrededores del curso, que contiene algo de lo que fue, algo de lo que pudo ser, algo de lo que imaginé que fue y, seguramente, algo de lo que me hubiera gustado que fuera. Como el relato de cualquier historia de amor. Algo parecido a lo que dice Barthes en su famoso texto sobre el seminario, cuando afirma que ese lugar no es ni real ni ficticio y que “el seminario (real) es el objeto de un (ligero) delirio y que estoy, literalmente, enamorado de ese objeto” (4).
En cualquier caso, si este libro tiene algún interés es porque tal vez pueda servir como material para otras conversaciones que, sin duda, incluirán otros textos, otras películas, otros ejercicios, otras divagaciones y otros conversadores. De ahí que su subtítulo sea “Materiales para conversar sobre el oficio”.
* * *
Todo eso, claro, no debe entenderse como un “contenido”, sino como la huella y el efecto de lo que hicimos y de lo que nos pasó (de lo que leímos, escribimos, pensamos y conversamos). Todo curso es acerca de algo (en este caso, el oficio de profesor), pero ese “algo” solo puede darse (y pensarse) en tanto construido y delimitado a lo largo del curso mismo y, en general, indirectamente y desde distintas perspectivas (desde los distintos textos que lo nombran y desde las distintas imágenes que lo muestran). Además, el hecho de estar construido a partir de un dossier hace que un curso suponga introducirse en una conversación ya existente. Por eso un curso no empieza una conversación, sino que entra en ella y no la acaba, sino que la sigue. Un curso es una conversación que empieza en medio (de una conversación) y acaba en medio (de una conversación). Lo que hace el profesor es proponer esa conversación, delimitándola de una cierta manera, poniendo sobre la mesa una serie de autores y de textos que, al modo de personajes de una obra de teatro, van entrando sucesivamente en escena, exponiendo sus posiciones y sus réplicas, haciendo que la conversación sea cada vez más densa y más polifónica (de ahí que cada sección vaya encabezada por los nombres de los conversadores que intervinieron en ella o, al menos, los que dejaron su huella en la escritura). Por otra parte, en tanto que la lectura, la escritura y la conversación están, en un curso, orientadas al pensamiento, podría decirse también que el profesor, estrictamente, no tiene ni sostiene ideas, sino que su trabajo consiste en diseñar un dispositivo para la generación de ideas. Algo que, desde luego, no puede anticiparse y siempre está del lado del quizá. (5)
* * *
Este libro forma parte de una trilogía. De alguno de los ejercicios del curso que se relata aquí surgió Esperando no se sabe qué. Sobre el oficio de profesor (6), que contiene dos partes. La primera, “Elogios y elegías”, es un itinerario de estudio (un ejercicio) que conduce a