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por 100, pues ello podría descartar la influencia de otras variables, como las deri­vadas de la localización (aunque es cierto que esta, en el caso de los emplazamientos militares, es lo suficientemente heterogénea).

      Pensemos en arrojar más de cien veces un dado. Puede que en las primeras tiradas los resultados más altos (cuatro, cinco o seis) puedan ser superiores a los más bajos (uno, dos o tres) o a la inversa, pero, a medida que las tiradas se produzcan, los resultados tenderán a acercarse al 50 por 100. Por tanto, se podría aceptar que, aun cuando el voto militar fuera de extrema derecha, existiera una desviación final de hasta un 10 por 100 en cualquiera de los sentidos sin que ello fuera determinante. Es decir, el voto militar podría ser de ultraderecha pero el análisis de las secciones electorales ofrecer que en casi un 60 por 100 de los casos la media de votos de Vox de las secciones analizadas es inferior a la media provincial. Y a la inversa: obteniendo hasta un 60 por 100 de emplazamientos en los cuales las medias de voto a Vox se encontraran por encima de la media provincial, ello no sería suficiente para concluir que el voto militar es ultraderechista.

      Siendo, por tanto, un 20 por 100 una desviación que, objetivamente, demostraría de forma consistente que el voto ultraderechista es mayoritario entre los militares, por cuanto evitaría el efecto de alguna otra variable y sortearía de forma satisfactoria el azar.

      Analizadas 117 secciones electorales en las que se encuentran 111 emplazamientos militares de los tres ejércitos –Tierra, Arma­da y Aire– localizados en 16 comunidades autónomas –todas excepto Cantabria– y 38 provincias, encontramos que 94 de los emplazamientos militares tienen una media de voto a Vox superior al resultado electoral de la ultraderecha en la provincia, en seis casos se produce el mismo resultado y en sólo 11 el resultado en la sección analizada es menor al resultado obtenido por Vox en la provincia. Esto es: en el 84,68 por 100 de los casos el voto a Vox es superior al voto medio provincial, en el 5,4 por 100 el voto es el mismo y en el 10 por 100 de los casos el voto a la ultraderecha es inferior que el voto a Vox en la provincia.

      Además, el voto al resto de partidos indica una clara derechización de los emplazamientos militares. El voto al PSOE baja del 28,68 por 100 al 23,82 por 100 y el de UP del 14,31 por 100 al 12,17 por 100 mientras que el voto al PP se eleva del 16,7 por 100 al 20,88 por 100, el voto a Ciudadanos pasa de 15,86 por 100 al 18,29 por 100 y, finalmente, el voto a la ultraderechista Vox pasa del 10,26 por 100 al 17,11 por 100. Los resultados son tan inapelables que tanto el centroizquierda como la izquierda descienden en intención de voto y los tres partidos de la derecha aumentan porcentualmente el voto. Más significativo aún resulta que con estos resultados Vox habría sido la cuarta fuerza política del país con el 17,11 por 100, por detrás de PSOE (23,81 por 100) y PP (20,82 por 100), y que la suma de las tres derechas habría alcanzado el 56,28 por 100 de los votos, lo que le habría otorgado una amplia mayoría parlamentaria (el centroizquierda y la izquierda sólo habrían sumado el 35,99 por 100 de los votos). En España la suma de las derechas alcanzó el 42,82 por 100, casi 14 puntos menos que en las secciones analizadas, y la suma PSOE-UP sumó un total de 42,99 por 100, exactamente siete puntos más que las secciones analizadas.

      Teniendo en cuenta las escasas secciones analizadas tanto en Euskadi como en Catalunya en relación con el peso electoral de es­tas, lo normal es que los cinco grandes partidos españoles (PSOE, PP, UP, Cs y Vox) hubieran superado porcentualmente los resultados obtenidos, pero vemos cómo el bloque de la derecha aumen­ta 14 puntos y el bloque de centroizquierda e izquierda disminuye siete puntos sobre lo que debería, necesariamente, haber sido una cierta mejoría. Y es que la suma de las derechas aumenta en las secciones analizadas en más de 30 por 100 los resultados electorales obtenidos a nivel estatal, mientras que la suma de PSOE-UP disminuye en casi un 20 por 100.

      Además, resulta significativo que el aumento de votos en los partidos de la derecha haya sido mucho mayor en Vox que en el PP o Ciudadanos, cuando estas dos últimas fuerzas obtuvieron mejores resultados electorales. Vox ganaría 6,85 puntos porcentuales respecto a las elecciones generales, el Partido Popular subiría 4,18 puntos y Ciudadanos 2,43. Es decir: Vox aumentaría más puntos porcentuales que PP y Ciudadanos juntos, casi el triple que Ciudadanos y más de un 50 por 100 que el Partido Popular. Revelador: los cuarteles no sólo son de derechas, son especialmen­te de extrema derecha. Porque no es que haya aumentado el voto a la derecha con respecto a los resultados electorales de toda España, es que ha aumentado, ante todo, el voto a la ultraderecha.

      Esta cuestión, aunque pueda parecer menor, es de suma importancia por cuanto demuestra que en las secciones analizadas no influye un componente propio del azar. Si así fuera, si, por ejemplo, por una cuestión de azar las secciones analizadas sencillamente fueran secciones electorales más conservadoras, lo normal sería que el aumento de las tres derechas hubiera sido proporcional a sus resultados electorales. No es ni mucho menos así. Y no lo es porque el Ejército español no es conservador, es ultraderechista. Es votante de Vox.

      Por tanto, la conclusión es contundente e inapelable con respecto al impacto electoral que causan los espacios militares: aumenta de forma notable el voto de la derecha, especialmente el de la ultraderecha, y disminuyen el de centroizquierda e izquierda. Los militares españoles son mayoritariamente ultraderechistas y votantes de Vox.

      Gráfico 1. Elecciones del 28 de abril de 2019

      En esta gráfica se puede comprobar un aspecto fundamental de los resultados obtenidos. No sólo se aprecia que en la mayoría de los casos los resultados obtenidos por la ultraderecha están por encima de la media provincial de la formación ultraderechista, sino que la tendencia de los resultados en los cuarteles de la ultraderecha es estar por encima de la media provincial con una diferencia notablemente acusada. Los desfases más importantes se localizan en Sevilla, Zaragoza, Calatayud, Madrid y Murcia.

      CAPÍTULO III

      «Casualidades» cartográficas de los resultados electorales del 28 de abril de 2019

      Uno de los aspectos más relevantes y escandalosos en cuanto a los resultados electorales del 28 de abril de 2019 es la localización de triunfos de Vox en las proximidades a bases, acuartelamientos o establecimientos militares, lo que en muchos casos, además, se trata de triunfos electorales tan aislados que la relación es de una evidencia aplastante.

      En Burgos, por ejemplo, se puede comprobar el triunfo electoral de la ultraderecha en la misma base militar Castrillo del Val, mientras que en el resto de Burgos no se encuentra otro triunfo electoral de Vox.

      En Córdoba, el único triunfo electoral de Vox perceptible se encuentra en la sección electoral colindante a la base militar de Cerro Muriano.

      En Calatayud, de nuevo el triunfo electoral de Vox se encuentra exactamente en el emplazamiento de la Academia de Logística de Calatayud.

      En el caso de Zaragoza, los triunfos electorales de Vox se emplazan en la parte oriental de la ciudad, tanto al norte como al sur, junto al Campo de maniobras de San Gregorio, donde se localiza un número considerable de unidades militares, y junto a la base aérea. En la parte occidental, en la que no se localizan acuartelamientos militares no hay ningún triunfo electoral de Vox.

      En Cádiz sucede exactamente lo mismo, pues el único triunfo

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