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la sociedad occidental y la mente occidental y cómo las enseñanzas budistas podían introducirse en Occidente como una enseñanza viva. Era muy consciente de la naturaleza secular de la sociedad occidental y veía a Occidente, y de hecho al mundo, como escenarios cada vez más materialistas. Así, sus enseñanzas abordan esa orientación, sin distorsionar los entendimientos fundamentales de la tradición budista.

      Cuando Trungpa Rinpoche enseñó en Occidente, siempre presentó las enseñanzas budistas como un camino en el presente. A diferencia de la mayoría de los demás maestros budistas tibetanos, a menudo no identificaba de qué texto o escuela tibetana o india de pensamiento estaba extrayendo su material. Hablaba del dharma como una enseñanza viva –fresca, original y aplicable a Occidente– que las personas necesitan ahora.

      Chögyam Trungpa no destacó el aspecto más determinista del karma –es decir, que las circunstancias de nuestra vida actual son un reflejo de nuestras acciones producidas en vidas pasadas–. En cambio, a menudo hablaba del renacimiento en términos de la muerte de cada momento. Así, la forma en que trabajamos con cada momento presente afectará al siguiente, que es el futuro inmediato. Una vez más, ese futuro siempre está abierto, aún no ha sucedido. A pesar de contar con una excelente formación y una educación completa desde un punto de vista tradicional, Chögyam Trungpa comprendió que los occidentales no iban a aceptar fácilmente la idea de que las personas nacen con problemas físicos y con otros desafíos de la vida simplemente por algo que hicieron en una vida pasada. Para las sociedades democráticas occidentales, esto tiene un aire de elitismo y se interpreta como un intento de mantener a las personas en su lugar. También puede distorsionar la opinión de que las personas pobres, enfermas o necesitadas merecen lo que reciben en la vida y no necesariamente merecen ayuda.

      En la investigación que hice para este libro, escuché la cinta de audio de una charla sobre el karma que Rinpoche dio durante su primer año en Estados Unidos en un seminario sobre El precioso ornamento de la liberación, de Gampopa. En ese momento, su relación con sus estudiantes, que por aquel entonces solo sumaban centenares, era íntima y un tanto ocasional. Todos estaban enamorados de él, desde algún punto de vista, pero aún no habían desarrollado gran parte de la respetuosa distancia y la devoción que marcarían las épocas posteriores. Como resultado, pudo solicitar y recibir evaluaciones brutalmente honestas de sus presentaciones del buddhadharma, algo que le sería de gran ayuda para sus formulaciones de las enseñanzas budistas para los occidentales. Cuando comenzó a presentar las enseñanzas tradicionales de Gampopa en términos de eventos como los reinos del infierno, sus estudiantes rechazaron las representaciones tradicionales de la tortura y el tormento, descartándolas por considerarlas fantasiosas y alarmistas. Los estudiantes más cercanos y de mayor edad encabezaron la revuelta. No aceptaban nada de eso. Creo que experiencias como esta fueron una especie de educación para Rinpoche sobre cómo piensan los occidentales y también sobre cómo se comportan, a veces de manera deficiente. Creo que le dio que pensar. Nunca se apartó de la verdad, pero tales encuentros pueden haber ayudado a dar forma a un enfoque más psicológico de la verdad de los reinos y del karma, uno que comunicara con mayor eficacia a las audiencias occidentales.

      En El futuro es libre, Chögyam Trungpa aborda el impacto que tiene el pasado sobre el presente de una manera práctica. No lo evita ni lo oculta, pero lo que de verdad le interesa no es cómo o por qué has llegado a este punto, sino cómo seguir adelante: cómo trabajar con lo que se te presenta en la vida.

      Tampoco evita ni endulza las formas devastadoras en que creamos el sufrimiento a través de nuestros pensamientos y acciones. Él creía firmemente que las personas deben asumir la responsabilidad de sus acciones y de sus circunstancias en la vida. Sin embargo, no trata de reformar a las personas, sino de ayudar a que se alejen de todo el asunto, para que se bajen de la rueda de hámster que representan la acciones y las reacciones habituales.

      La preocupación de Chögyam Trungpa siempre fue cómo ayudar a las personas y cómo ayudar al mundo; no era en absoluto una persona fatalista. Partiendo de la base de la existencia de un tremendo sufrimiento, se percató del potencial y de la necesidad de despertarse y trabajar para el beneficio de los demás. Esto hizo que al cabo de unos años presentara las enseñanzas Shambhala sobre la creación de una sociedad iluminada. Él mismo entró en la corriente kármica occidental a un nivel profundo para tratar de influir no solo en el presente, sino también en el futuro. Aunque esta obra no se centra en las enseñanzas Shambhala, hay muestras de este punto de vista en varios capítulos.

      Trungpa Rinpoche creía que teníamos que empezar por la situación presente y ver las cosas como son, en lugar de cómo nos gustaría que fuesen. Bautizó la tendencia a evitar el sufrimiento y a buscar una versión samsárica de la felicidad como «materialismo espiritual», y la identificó como una fuerza poderosa y destructiva en el mundo de hoy. Hay material sustancial en el presente volumen acerca de las formas en que construimos vidas samsáricas, o confusas, y cómo el karma desempeña un papel en los reinos que habitamos, los diferentes «yoes» que construimos y el sufrimiento que nos infringimos a nosotros mismos y a los demás. Esto se acentúa especialmente en la segunda parte, «La dolorosa realidad del samsara».

      En este libro, Chögyam Trungpa nos pinta vívidas imágenes de los patrones de sufrimiento, como los nidanas, que conforman nuestros patrones habituales y que a menudo dominan nuestras vidas. También analiza los pequeños movimientos intermitentes de la mente que dan lugar a la confusión, al ego y a la causa y el efecto kármicos. Trungpa Rinpoche identifica el pensamiento dualista en su conjunto como la causa principal del problema.

      Ya sea que estemos examinando el nacimiento y desarrollo del ego o el nacimiento del karma, en esencia, estos dos elementos son como las hebras entrelazadas del hilo que compone el samsara. Tan pronto como aparece «nosotros» y «ellos», estás produciendo karma. Chögyam Trungpa reconoce que crear buen karma a través de realizar acciones virtuosas puede ser beneficioso y necesario, hasta cierto punto, pero señala una y otra vez que el verdadero problema es la dualidad básica entre el bien y el mal, y, según él, uno con el que podemos llegar a un acuerdo a través de la práctica de la meditación y también a través de la conciencia fundamental en nuestra vida diaria.

      De manera frecuente y repetida en este volumen, él describe las virtudes de la práctica de la meditación y cómo podemos encontrar en los huecos de nuestras historias y de los diversos yoes que fabricamos tanto la cordura como la paz. Subraya el valor de la meditación sentada como una herramienta para observar nuestros patrones kármicos y la forma en que generamos emociones conflictivas y todo tipo de sufrimiento.

      El futuro es libre es un libro compuesto con material proveniente de muchas fuentes. Se incluyen charlas inéditas impartidas a principios de la década de 1970. Cuatro capítulos de este libro están basados en material que fue presentado como un seminario sobre el karma en 1972. Anteriormente se había publicado material, incluyendo varios capítulos tomados del libro Liberación individual, el primer tomo del Tesoro profundo del océano de Dharma. La sección de «Fuentes» en el paratexto final ofrece información adicional. Aunque he editado considerablemente gran parte de este material y he trabajado para suavizar las diferencias de tono y estilo de un capítulo a otro, el libro es como una tela hecha de retazos, obviamente cosidos juntos en lugar de ser una sola pieza.

      El futuro es libre hace una aportación a la comprensión del karma, poniendo de relieve la trascendencia de la causa y el efecto kármicos mediante la meditación y la conciencia, que se consideran un camino para despertar. Para los practicantes de la meditación sentada, este enfoque del karma muestra el impacto más profundo de la meditación y en conjunto promueve el valor de «no hacer nada» adecuadamente. Describe de forma gráfica la rueda samsárica o confusa de la existencia en la que todos participamos y cómo la meditación puede ayudarnos a salir de este tiovivo que no resulta del todo divertido.

      En conjunto, este libro puede abrirnos los ojos a los matices del karma y a la necesidad de profundizar en nuestros patrones y preconceptos habituales.

      En este momento de profunda confusión, sufrimiento y caos en todo el mundo, que la sabiduría de este gran maestro de la meditación nos despierte a nuestros dilemas kármicos y nos ayude a liberarnos a nosotros y a todos los seres.

      CAROLYN

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