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allá, pero –claro– no sales con una buena base de nada. Allí ya me gustaba la fotografía y el audiovisual. Yo terminé la universidad el 2005, me gradué el 2006 y ese año viajé a Cuba de vacaciones. Aproveché para visitar la Escuela, que la conocía porque había leído [sobre esta] en internet. Me alojé con un sonidista y una productora, y ellos me llevaron a la Escuela, pero estaba de vacaciones; por suerte me presentaron a una persona que me dio todos los datos. Estábamos en febrero y me dijeron que el examen era en una semana en Lima; como al regreso yo tenía que pasar por Lima, rendí el examen y me aceptaron. Allá, en realidad, es donde he hecho la mayor cantidad de cortometrajes porque es parte del currículo también y porque conté con el equipo técnico y humano. Como los alumnos se dividen en varias cátedras, hay especialidades, sonido, edición… Cosa que me chocó cuando regresé al Perú porque aquí era yo y yo, porque de pronto mis amigos de la Escuela estaban por el mundo buscando también su nuevo equipo, su nuevo grupo humano. De allí parte también Okupas, porque comencé a trabajar en publicidad y allí nos encontramos con los que hoy formamos este colectivo. Lo último que he hecho ha sido Cable a tierra, que es este documental experimental de cincuenta minutos, que también es como una catarsis personal. Está realizado con mi material de archivo de todos estos años post-Escuela. Por suerte pude viajar un poco y hacer una reflexión sobre la memoria y sobre estos momentos.

       ¿Todos los cortos tuyos que están en internet los has realizado en Cuba?

      Justo al salir de Cuba, que fue en el 2009, me invitaron a un taller en Quito, por Ibermedia, y pude conocer a gente de Iberoamérica, alumnos de escuelas o gente que ya había terminado, como yo, y llegué a hacer un cortometraje, Butch(er), y una entrevista a uno de los integrantes. Aquí [en Arequipa] hice algunos cortitos como Ola nube, que también es con material de archivo, y uno sobre Marilyn Monroe, igualmente con material de archivo, que hice para una exposición en el [Instituto] Cultural [Peruano Norteamericano] donde participaron fotógrafos, pintores… era bastante amplia, y tenía que ser sobre Marilyn; revisé bastante material de archivo que había en internet y lo usé.

       ¿Y cómo hiciste Butch(er)?

      La que organizaba el taller en Quito era una escuela que se llama Incine y el que actúa en Butch(er) era uno de los participantes, de Costa Rica; el equipo que ayudaba en la producción era gente de esa escuela. Los documentales que he hecho aquí son más independientes, los hice yo sola; pero igual, tengo algunos proyectos de ficción: un corto –que está en guion– y un largo.

      CABLE A TIERRA

       ¿Cómo fue la realización de Cable a tierra? Tienes un corto de unos diez minutos que es como un avance…

      En realidad ingresé a un taller que conducía una artista plástica y de performance. Nos dejó ciertos ejercicios y al final la tarea era crear algo sobre la base de esos ejercicios. Yo creé Cable a tierra, la versión pequeña. Después escribí un texto muy aparte y vi que si los fusionaba tenía un poco más de sentido. Y allí quedó. Cuando revisé el material con el que contaba para hacer el corto, me di cuenta de que había todo un disco duro de material de archivo, y que si no hacía nada con eso se iba a quedar allí flotando. Entonces decidí continuar a partir del corto. Por eso es casi como la introducción. El Cable a tierra chico está casi al inicio del Cable a tierra grande.

       Cuando ibas registrando las imágenes, ¿no pensabas en hacer una especie de diario fílmico, como Mekas, o algo así?

      No, nada más tenía muchas ganas de grabar. Eso era lo que pasaba.

       ¿Y después? ¿Pensaste en Mekas cuando lo editaste?

      No. No pensé en nadie, en realidad. Después he visto cosas de Mekas, y también antes, pero no pensé. Después, cuando estuve haciendo un taller, lo volví a ver y dije sí, tiene cosas de Mekas, un alguito. Pero lo que pasó es que cuando salí de Cuba me compré una cámara y una grabadora de sonido, y me tenía a mí y lo que tenía al frente… y ya.

       ¿El primer festival al que presentaste Cable a tierra fue Lima Independiente, donde ganó el premio de la Apreci?

      Sí.

       ¿Y piensas presentarlo en otros festivales?

      Sí, pero pienso trabajar mejor el sonido. La primera presentación de Cable a tierra fue aquí, en el Centro Cultural Peruano Norteamericano. Frank [Abugattás], que es el organizador del cineclub allí, nos dijo a Cecilia [Cerdeña] y a mí: en tal fecha presentan. Eso fue lo que me presionó para editarlo porque yo lo tenía allí como una idea, pero como ya quedé con Frank y suelo ser responsable, pues me apuré y lo hice. Pero el sonido, si bien funciona, yo creo que se puede mejorar y potenciar bastante. Tengo un amigo sonidista con el que estudié en Cuba que está viviendo ahora en Berlín, le estoy enviando los archivos de a pocos. Cuando eso ya esté terminado, sí quiero enviarlo a otros festivales. De hecho ya estoy investigando a cuáles.

       ¿Qué tal la acogida aquí en el Cultural?

      Bien, fueron algunos amigos, pero fue también gente que no conocía, y eso para mí ya está bastante bien porque a las cosas culturales suele ir la misma gente, y cuando vi caras nuevas me gustó. Igual hubiera querido ir a alguna presentación en Lima, pero por falta de tiempo no pude.

       ¿Has tenido prensa aquí en Arequipa que te haya entrevistado, que haya reconocido tu trabajo?

      No. Después de la presentación en el Cultural lo exhibimos en una tienda de diseño independiente aquí, y vinieron de un programa de televisión de Lima y me entrevistaron; no me acuerdo el nombre del programa. Aquí no sé si se han enterado. No es, tampoco, que me importe mucho. Digamos que no hago estas cosas por prensa, aunque yo sé que ayuda.

       ¿Qué tipo de películas quieres hacer?

      Ese estilo de Cable a tierra, experimental, ha salido, como te decía, de no tener todo el equipo. No tenía sonidista, no tenía tal, fui probando, y me gusta editar. Pero tampoco me cierro. En Lima asistía a un taller de dramaturgia con Alonso Alegría, y ahora tengo un guion de un cortometraje de más o menos veinte minutos. He pensado hacerlo en audiovisual. Pero ese es otro estilo. En realidad, estoy probando. Yo no tengo tan claro algo así como solo terror, solo documentales… Mi formación es de ficción, pero siempre como que he tenido una tendencia hacia el documental, el documental algo ficcionado… a probar con las fronteras del audiovisual. No me cierro. Si pudiera hacer animación, haría animación.

      LOS CONCURSOS DEL MINISTERIO DE CULTURA

       Nos hablaste hace un momento de un proyecto de largometraje.

      Sí, lo he escrito con un amigo venezolano. Hemos quedado finalistas en el concurso de desarrollo de la Dicine. La idea es presentarlo también a otros fondos.

       Lo hubieran podido presentar al concurso regional.

      Sí, pero queríamos trabajar una versión más. Todavía no está tan pulido. Por eso optamos por el concurso de desarrollo.

       Entonces ustedes no son de los que desconfían del Ministerio de Cultura.

      Ahora mismo no sé, en verdad. Soltaron la convocatoria y se están demorando mucho en sacar las bases.

      OKUPAS

       ¿Cómo surge Okupas?

      En diciembre del 2011 tuvimos nuestra primera reunión formal. Tenemos diferentes áreas. Mauricio [Banda], por ejemplo, es animador, pero también le interesa escribir guiones. Entonces decimos: “Ok, si este es tu proyecto y quieres desarrollarlo, ¿en qué te ayudamos?”. Un colectivo funciona así; no: “Yo dirijo y ustedes hacen lo demás”. El colectivo era para desarrollar los proyectos personales de cada uno y, a la

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