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por segunda vez en Nueva Granada (1814-1815).—Captura de Santafé.—Santander vence a Bolívar sin dejar huellas.—Don Custodio, Castillo, el clero, el padre Omaña, el canónigo Marimón.—Partidos políticos de la época.

       CAPÍTULO ONCE

       Ana Francisca de Ochoa.—Santander historiador.—José Manuel Restrepo y J. M. Baraya.—Hermosa retirada.—Cachirí.—Santander traiciona a don Custodio.—Santander huye con la Virgen de Chiquinquirá.—Paso de la tarabita sobre el Rionegro.

       CAPÍTULO DOCE

       Trinidad de Arichuna.—Excelentísimo Señor Presidente de la República de Casanare.—Jefe Supremo Militar.—Ternera llanera.—Páez.— Santander destituido.—Disolución de la República de Casanare-Apure.—Reacciones de Santander.—Campaña del Arauca.—Santander, soldado de infantería.

       CAPÍTULO TRECE

       Santander tiene miedo a la muerte.—Un instinto granadino le guía.—Encuentro con Bolívar en Pao.—Héroe interior.—Prestamista.—Sus amores.—Francisco Antonio Zea.— Dos antioqueños en el Orinoco.—Campaña de 1818.—El Rincón de los Toros.

       CAPÍTULO CATORCE

       Nace la idea de la campaña de Boyacá.—José Félix Blanco o Miguel Talamás.—Crueldades de los españoles en Nueva Granada.—Policarpa.—Nueva Granada lista para la independencia.—Santander, General de Brigada, hacia Casanare.—Páez lo detiene.—Su obra en Casanare.—“Siquiera un par de victorias”.— Retirada.—“Tenía preparado un trique”.

       CAPÍTULO QUINCE

       Campaña de Mantecal a Boyacá.—El secreto.—Cómo trabaja el genio: convierte el mal en bien.—En Llano Miguel realiza Bolívar la emancipación de Suramérica.—Páramo de Pisba.—Puente de Gámeza.—Santander contuso.—Pantano de Vargas.—Boyacá.

       EPÍLOGO

       NOTAS AL PIE

       Prólogo

       EL LIENZO

      ¿Cuál el lienzo para el retrato de Santander? En el ambiente psíquico del autor se recortará la imagen del que vamos a resucitar. Definamos nuestro ambiente.

      Todo lo que sucede estuvo latente en la realidad anterior y está grávido del futuro. El drama histórico es desarrollo, en zigzag, hacia el equilibrio divino, conjeturan unos, y en eterno retorno, suponen otros. Los hombres intervienen en la historia como expresiones de la latencia, de lo que subyace y que brega por manifestarse. De ahí que el universo sea voluntad y representación. Hombres históricos son aquellos en quienes encarna la potencia en forma de instintos y reacciones actuantes; en ellos o por ellos se representan los pueblos y la humanidad toda. De ahí el criterio para medir el grado de historicidad de un personaje, que consiste en la cantidad de latencia que representa.

      Como vemos, de aquí está ausente la vulgar idea de causa: lo que comunica su ser a otro; creación de la nada. Y está ausente la noción de libertad. No caben aquí insultos ni alabanzas. Nadie es culpable ni tiene gracia: el Ser, el único, la sustancia, se representa en desarrollo lógico, que se llama vida, y, en cuanto se refiere al hombre, historia. No cabe en este lienzo sino: ¿quién era Santander, qué hizo y por qué? ¿Qué significa?

      ¿Quién tuvo la culpa de la Guerra Europea? Buen título para libro de políticos, que escriben tácticamente, es decir, para incitar determinado entusiasmo o pasión. Nuestra pregunta es: ¿por qué esa guerra?

      ¿Quién tuvo la culpa de la Conspiración, y de la muerte de la Gran Colombia? Cuestionario para políticos que deseen alindar su lote de terreno inculpando al vecino, creando odios, que es como se hacen y afirman las fronteras. Nosotros sabemos cómo nacen el diablo y las nacionalidades: el diablo es el dios de los vecinos, y la frontera psíquica son los contrastes, los odios.

      En tal sentido (y como los nacionalismos cumplen función biológica en el desarrollo histórico) decimos que los prejuicios y las visiones incompletas son instrumentos en la marcha de la humanidad, constituyen el drama.

      Nosotros, los de este lienzo, nos preguntamos: ¿por qué conspiraron contra Bolívar, se disgregó la Gran Colombia, y por qué Suramérica es como la vemos y para dónde va?

      ¿Qué panorama se nos ofrece desde esta altura? La actividad de Bolívar es el círculo grandioso del cóndor, dentro del cual vuelan otras aves de menor plumaje y, a pesar de que el círculo las comprende, revolotean en sentidos opuestos las unas de las otras. O bien, es como flechas que se dirigen al norte, al sur, al oriente…, pero que están dentro de la circunferencia.

      Bolívar es el Libertador, lo cual significa quebrantador de fronteras: formas históricas y psíquicas.

      San Martín, Santander, O’Higgins y Washington son creadores de fronteras, héroes nacionales. Bolívar representa el impulso latente que va unificando al género humano a través de la historia; los demás, al elemento conservador. La historia es el drama resultante del conflicto entre esas dos fuerzas. Los semejantes a Bolívar se llaman semidioses; los otros son los héroes nacionales.

      ¿Cuál fue y es el impulso bolivariano? Libertar todo el Continente; unificarlo, y unirlo a los otros; Panamá, centro de confederación universal; influir en el mundo entero; crear nuevas formas universales.

      ¿Cuál el impulso de los héroes nacionales? Libertar la Nueva Granada y gobernarla tras el escudo de las leyes y la intriga electoral. La democracia electorera fue la altura a que parece haber remontado el general Santander. Páez no alcanzó a ver sino la independencia del Apure, como su latifundio; sus energías vitales no daban para más. San Martín sólo percibió la independencia americana como monarquías europeas mejor organizadas que la colonia. Formado en Europa, vino ya viejo e hizo una campaña a la europea. En Chacabuco y Maipú se acabó. ¿Qué hacer con estos mestizos e indios?, preguntóse al llegar a Lima. Se retiró a Francia, desilusionado, soñando en monarquías.

      Con las batallas de Boyacá y Carabobo, Santander y Páez quedaron satisfechos. Inducidos por el genio, tuvieron que ayudarle en su vuelo al sur, pero cada día con mayor desgano; y el genio envejeció, gastóse y se apagó en San Pedro Alejandrino. Su legado fue incitación para siglos.

      En este lienzo todo se explica; a nadie se insulta ni se culpa; cada héroe da la latencia que representaba…

      Creemos que este lienzo y las figuras en él destacadas corresponden a la serenidad de la inteligencia, que es donde reside la libertad. Creemos que estos héroes y aquel semidiós son dignos de ser ofrecidos a la juventud americana, a quien dedicamos este libro.

      Hace ya ciento diez años que se deshilachó la Gran Colombia, período suficiente para afirmarse las nacionalidades, las fronteras: ya carece de objeto la literatura creadora de contrastes. La obra actual consiste en instigar a la comprensión a los pueblos suramericanos, pues

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