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está estrechamente relacionada con el lenguaje y el pensamiento, y es un fenómeno que combina aspectos biológicos y discursivos, además puede ser entendida como un tipo de pensamiento particular.

      En el segundo capítulo se aborda el concepto intuición. Para ello, retomamos algunas propuestas que diferencian dos tipos de pensamiento en el ser humano, como el espíritu de geometría y el espíritu de sutileza de Pascal (2012); el pensamiento calculador y reflexivo de Heidegger (1994); el razonamiento que se opone al pensamiento intuitivo e inventivo, que plantea Serres (2013); el pensamiento mítico y el pensamiento científico de Cassirer (1998), entre otros.

      Luego, se presentan algunas perspectivas sobre la intuición en filosofía y en psicología. En términos generales, para Bunge (1996), en filosofía se habla de intuición según varios sentidos: algunas veces como una facultad prerracional, la intuición sensible; otras, como una aptitud suprarracional, la intuición pura o de esencias; o también como variedad de la razón, la intuición intelectual. La primera considera que la experiencia sensible es el modo por excelencia de acceder al conocimiento verdadero; la segunda es entendida como fuente de todos los juicios a priori; la tercera, como una operación racional por medio de la cual se presentan verdades de un modo total e inmediato. Para Konrad Lorenz (1993), la intuición es una función de la percepción gestáltica y, por tanto, es un proceso fisiológico totalmente natural. Para Ramírez y otros (2017), la intuición se entiende desde tres perspectivas relacionadas: la facultad (intuición) de comprender los datos sin necesidad de razonamiento consciente, el proceso (intuir) no consciente, holístico y automático de asociación de saberes previos, y el resultado (intuiciones), el cual puede ser un estado de ánimo, un presentimiento, una ocurrencia o un saber consciente en forma de imágenes o palabras (ocurrencias), y posee generalmente el carácter de una “verdad evidente” que no es corregible por la acción de la razón y normalmente lleva asociada una alta valencia afectiva.

      Después, planteamos la intuición en la investigación como un proceso de pensamiento que toma como punto de partida una serie de estímulos externos (del ambiente) o internos (basados en el propio discurso o en el cuerpo), generalmente sutiles o inadvertibles, los cuales son captados por el sujeto gracias a sus estructuras biológicas y fisiológicas, y son interpretados de acuerdo con sus saberes previos, prejuicios o presupuestos incorporados, que le permiten establecer asociaciones entre tales estímulos y analizarlos de forma automática o inconsciente. De este proceso deriva una percepción holística, que es una síntesis de los elementos involucrados en tal proceso y que da lugar a un saber sobre el conjunto de estímulos que en un principio se presentaron de forma inconexa (Ramírez y otros, 2017).

      Ahora bien, teniendo en cuenta los referentes teóricos de los capítulos uno y dos, en el tercer capítulo desarrollamos la conjetura principal de la investigación según la cual en el pensamiento intuitivo se combinan la dimensión emocional e intelectual del ser humano a través de dos tipos de lógica: la lógica primaria y la lógica secundaria. El término lógica proviene de logos, que optamos por traducir como “principio universal articulante” (Flew, 1979; Ramírez, 2012, ens. 50, ens. 142) y aceptamos que hay expresión del logos en cada uno de los niveles de la realidad: en lo material, en lo imaginario y en lo simbólico. Teniendo en cuenta lo anterior, lo que comúnmente designamos como “lógica”, que sería la lógica formal, es una forma de expresión de la razón, del verbo o del logos, pero no la única.

      La lógica primaria está basada en el proceso primario descrito por Freud (2010a), el cual se refiere a una forma de pensamiento que privilegia las imágenes en vez de los conceptos, se guía por el principio del placer y no diferencia entre lo percibido y lo imaginado. Las representaciones se enlazan entre sí mediante categorías como la simultaneidad, la semejanza, la contigüidad y la oposición; y tiene en cuenta las leyes de condensación y desplazamiento, hay ausencia de contradicción, atemporalidad y miramiento por la figurabilidad. Por su parte, Lacan (2010) llama dimensión metafórica y metonímica a los dos modos principales de funcionamiento de lo inconsciente. La lógica secundaria está fundamentada principalmente en la no contradicción y en el ser humano se genera a partir de un desarrollo ontogenético en el que gradualmente se comprenden estructuras y operaciones lógicas como el orden, la sucesión, la agrupación, entre otras (Piaget, 1972). Pero la lógica cotidiana es a veces primaria y a veces secundaria, o una mezcla de ambas, es por ello que se llama lógica fractal. La lógica fractal incluye ambas perspectivas lógicas, la simbólica (bivalente y basada en leyes formales); y la primaria (cimentada en unas leyes imaginarias, automáticas y generalmente no conscientes). Ramírez y otros (2017), retomando la propuesta de Benôit Mandelbrot en el ámbito de la geometría, llaman fractales a aquellos objetos (o realidades) que poseen tres características: la dimensión fraccionaria o pertenencia a dimensiones no enteras; la autosimilaridad, referida a la iteración de formas simples en varias escalas; y la porosidad, como la capacidad de interpenetración con otros objetos o realidades.

      A partir de estos elementos teóricos, en el capítulo cuatro argumentamos algunas implicaciones prácticas de los aspectos lógicos del pensamiento intuitivo para la toma de decisiones. En principio, definimos la decisión basándonos en autores como Aristóteles (2001), Fromm (1966), Lopera, Echeverri y Goenaga (2019), Manrique y De Castro (en revisión), Ramírez (2012) y Ricœur (1986a), como un juicio resolutorio sobre una opción que está en nuestro poder realizar, basado en nuestros propios valores, motivaciones, hábitos y razones, que puede estar o no precedido por un proceso deliberativo y que inaugura posibilidades de acción en el mundo real. Y definimos la decisión intuitiva como aquella que se realiza predominantemente de forma espontánea, la cual tiene raíces en una captación de indicios sutiles y en un análisis inconsciente de los mismos. Además, planteamos que en toda decisión se combinan, en grados, aspectos de lógica primaria y secundaria, y por ello sostenemos que la intuición es fractal. Considerando esta cualidad de la intuición, finalizamos el capítulo sugiriendo que es posible formarla teniendo en cuenta una articulación armónica entre la lógica primaria y la lógica secundaria, con el fin de desarrollar y afianzar su cualidad fractal. Lo anterior se realiza mediante un proceso de análisis de los propios prejuicios, que puede dar como resultado una transformación subjetiva; y proponemos que este proceso es una posible vía para mejorar las destrezas en la toma de decisiones.

       Pensamiento, lenguaje e intuición

       Introducción

      Para poder hablar del pensamiento intuitivo y sus posibles aspectos lógicos es necesario primero desarrollar algunos planteamientos en torno al pensamiento y al lenguaje en general, y su relación con la intuición.

      En el presente capítulo no se pretende hacer una revisión exhaustiva de todas las teorías filosóficas y psicológicas existentes acerca de estos dos términos, ni tampoco abordar el problema de la perspectiva ontogenética-evolutiva del pensamiento y el lenguaje, según la cual en el infante humano se da primero el pensamiento y luego el lenguaje o viceversa. Partimos de la premisa de que estos son dos conceptos sumamente interrelacionados y cruciales para la comprensión de la mente humana. Teniendo esto en cuenta, desarrollamos algunas propuestas que hacen referencia a la lógica del pensamiento y del lenguaje, es decir, a las formas de operación y a las estructuras subyacentes de dichos procesos.

      En principio, para hablar sobre el lenguaje, nos basamos en dos disciplinas principales: la lógica simbólica y la lingüística, las cuales nos sirven para desarrollar algunos conceptos principales para el capítulo. Posteriormente, se presentan de forma general algunas de las teorías existentes acerca del pensamiento humano y, por último, se plantean algunas relaciones preliminares entre pensamiento, lenguaje e intuición.

       Presupuestos generales acerca del lenguaje: lógica y lingüística

      ¿Por qué partir

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