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trata, en cualquier caso, de fértiles y acuciantes cuestiones que procura asumir el MuVIM decididamente en su habitual itinerario investigador y expositivo.

      Por eso mismo, quizá, nos seduce al máximo –también a nosotros– la metáfora de la biblioteca como núcleo central del propio museo, y hemos adoptado la Encyclopédie como referencia bibliográfica emblemática, para un «museo de las ideas». Y desde la solidez lograda/aportada por ese centro activo que es nuestra biblioteca, viajamos, de manera arborescente, hacia la periferia de nuestras diferentes iniciativas. Y así cultivamos la mirada filosófica; nos decantamos abiertamente hacia la opción por el diseño gráfico e industrial; nos seduce el mundo de la imprenta y de la tipografía, de las revistas, los carteles y los libros; sostenemos nuestras preocupaciones por el ámbito audiovisual; reforzamos nuestra insistencia en las relaciones entre museo y educación, y nos atraen especialmente las apuestas por acercarnos a los enlaces existentes entre la vida cotidiana y las derivaciones artísticas.

      Tal es la radiografía sumamente simplificada de nuestras operativas opciones museográficas. Y, desde ellas, cabe ahora más fácilmente explicar al lector la presencia de este volumen que recopila las actas del congreso internacional, celebrado en noviembre del 2008, bajo el título Rousseau: música y lenguaje, que representó, para el museo y sus colaboradores personales e institucionales, un ejemplar esfuerzo de coordinación de múltiples iniciativas.

      Para nosotros es irrenunciable la organización periódica de encuentros entre especialistas, que analicen y estudien temas directamente vinculados con los programas del museo. El tipo de público que asiste a estas sesiones (que suelen durar un promedio de tres jornadas) está en su mayor parte vinculado también a esferas profesionales o universitarias. Por descontado, los ponentes son siempre cuidadosamente propuestos por un coordinador, al cual el museo encomienda la organización del evento.

      Al fin y al cabo, en lo que al MuVIM se refiere, las tareas conjuntas de la Biblioteca y del Centro de Documentación son totalmente inseparables, por una parte, del Centro de Estudios e Investigación y del Departamento de Publicaciones y, por otra, del Equipo de Exposiciones y también del Departamento de Acciones Educativas y Organización de Talleres Didácticos.

      Se entenderá, pues, que la identidad del centro, por su claro carácter diferencial frente a los museos de nuestro entorno, apunte esencialmente a mantener –como «museo de las ideas»– sus líneas de intervención, distendidas y abiertas de cara a reforzar las conexiones entre el mundo de la Ilustración y las subsiguientes «modernidades», que han tejido el cuerpo y la fuerza de nuestra historia.

      Gracias al buen hacer del equipo de la biblioteca del museo, dirigido por Anna Reig, contando ya con la información pertinente, el MuVIM adquirió, para su fondo histórico, el mentado ejemplar de Consolations des misères de ma vie ou Recuil d’Airs, Romances et Duos (1781). Este hecho se convirtió realmente en un adecuado punto de partida. El volumen fue recibido con auténtico entusiasmo y veneración en el museo.

      La verdad es que no tardamos en autoimponernos un reto particular. ¿Por qué no organizar precisamente en torno a la llegada de ese emblemático ejemplar de las partituras de Rousseau, un congreso internacional, con sus actas, una grabación y una edición de partituras, con sus estudios pertinentes y alguna selección de textos y estudios sobre música de esta época, haciendo hincapié en la figura de Rousseau? Una cosa teníamos clara: que habría que asumir todas estas vertientes apuntadas como si se tratase de un proyecto único y pormenorizadamente correlacionado.

      Ciertamente las cosas venían rodadas. El MuVIM, como es sabido, que cuenta con un envidiable equipo, incorpora anualmente a su diferenciado programa museo gráfico el estudio de una destacada figura filosófica, en especial perteneciente al período de la Ilustración. De esta manera, la tentación de dar cabida a la figura de Jean-Jacques Rousseau en nuestros planes, al hilo de estos esfuerzos previos, tenía pleno sentido. Y así pusimos manos al asunto, buscando los necesarios respaldos.

      ***

      Las instituciones involucradas en el proyecto que, junto al papel central del Mu-VIM, han conducido a su culminación son las siguientes: la Universitat de València, la Facultad de Filosofía de la Universitat de València, la de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, fundada en Valencia en el año 1768, la Institució Alfons El Magnànim de la Diputación de Valencia y también la Caja de ahorros del Mediterráneo (CAM) a través de sus Servicios Sociales y Culturales. Por su parte, Publicacions de la Universitat (PUV) siempre ha estado a nuestro lado. A todos estos colectivos y las personas que los integran, nuestra gratitud.

      Valencia, primavera del 2009.

      ROMÀ DE LA CALLE

      Director del MuVIM

      Abuelo Juan Jacobo, ¿qué te pasa que lloras?

      ¿Nadie te quiere? ¿Es cierto que te odia el mundo entero,

      hasta, lejos, el buen salvaje y los niñitos?

      (...)

      Tú enseñaste a volcar el ser en la palabra,

      cínico, malo o bueno, genial o tonto: siempre

      sincero, en un moroso strip-tease ante el espejo.

      Así, ¿cómo no amarte a ti mismo, y así,

      cómo no enamoramos a todos, si te amabas,

      si creías de veras en tu propio lenguaje,

      y aún más si te acusabas a ti mismo –en el fondo,

      como a un hijo mimado–?

      A J. J. Rousseau, paseante solitario

      José María Valverde

      Conocido y valorado en el presente sobre todo por su teoría política y su peculiar visión del estado de naturaleza, el pensamiento de Jean-Jacques Rousseau no es el producto de una mera especulación racional, sino el resultado de una vida enfrentada a toda clase de resistencias, de las que él mismo da cuenta en sus escritos autobiográficos, en especial en Las confesiones, imaginativo alegato en el que se despacha contra sus adversarios, urdidores de un complot incierto.

      Como filósofo, disipa en sus Discursos la ilusión de la continuidad entre acumulación de conocimiento y perfeccionamiento moral; como novelista, transforma vidas y modas con La nueva Eloísa, un extenso relato epistolar que inaugura la novela romántica y con el que alcanza la celebridad entre sus contemporáneos; como teórico de la política, defiende en el Contrato social el origen humano del poder, afirmando que éste no puede

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