Treinta y siete poemas que se plantean la existencia humana y la identidad de su espíritu. Aquí la palabra recrea el cosmos y al mismo tiempo recrea la voz lírica. Y en ese juego dialógico, a través de imágenes en todos los planos, nos permite asomarnos al templo sagrado y temible que es el espíritu de un ser humano consciente de todas sus batallas.