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Corazón al desnudo. Patricia Thayer
Читать онлайн.Название Corazón al desnudo
Год выпуска 0
isbn 9788413488684
Автор произведения Patricia Thayer
Жанр Языкознание
Серия Julia
Издательство Bookwire
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley.
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Editado por Harlequin Ibérica.
Una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Núñez de Balboa, 56
28001 Madrid
© 1999 Patricia Wright
© 2020 Harlequin Ibérica, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Corazón al desnudo, n.º 1119 - noviembre 2020
Título original: Her Surprise Family
Publicada originalmente por Harlequin Enterprises, Ltd.
Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial. Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.
Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.
® Harlequin, Julia y logotipo Harlequin son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited.
® y ™ son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited y sus filiales, utilizadas con licencia. Las marcas que lleven ® están registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas y en otros países.
Imagen de cubierta utilizada con permiso de Harlequin Enterprises Limited. Todos los derechos están reservados.
I.S.B.N.: 978-84-1348-868-4
Conversión ebook: MT Color & Diseño, S.L.
Índice
Prólogo
RAFAELE Mario Covelli, ¡sal ahora mismo del agua! —gritó Vittoria a su nieto de diez años—. Acabas de comer.
El niño delgado y desgarbado salió de la piscina que había instalado su padre para los calurosos meses de verano.
—Me encuentro bien, Nonna. Quiero bañarme con mis amigos.
—Podrás bañarte dentro de un rato. Primero tienes que hacer la digestión.
—Me aburro —protestó él y se sentó en un escalón.
—Juega con tu hermanita —Nonna miró a la niña morena de tres años que estaba jugando con la arena.
—Ni pensarlo —dijo Rafe—. No voy a jugar con niñas.
Vittoria se cruzó de brazos y miró fijamente al niño. Sabía que Rafe y su hermano pequeño, Rick, adoraban a su hermanita y jugaban con ella a menudo.
—Entonces, ven aquí y te contaré un cuento.
A Rafe se le iluminaron los ojos y dijo:
—¿Sobre Nonno Enrico, el héroe?
Vittoria asintió, extendió una manta y se sentó en ella. La pequeña Angelina se acercó tambaleándose y se sentó en el regazo de su abuela.
—¿Tú también quieres oírla, bambina?
Angelina retiró la gorra de sus ojos y asintió.
Al momento, Vittoria vio como su otro nieto, Rick, y dos de sus amigos se sentaban en la manta también.
—Hace muchos años, en Italia, mi familia, los Perrones, vivía en un pequeño pueblo. Cuando yo era pequeña, era una época dura. La guerra devastó las zonas rurales, pero por fortuna, mi pueblo, Tuscany, parecía seguro. Hasta que un avión se estrelló cerca de mi casa.
—Era el avión del abuelo. Un B-24 —dijo Rafe.
Vittoria asintió.
—Sí. Era un avión americano. Le habían disparado y el piloto intentaba regresar a la base en la frontera, pero tuvo que hacer un aterrizaje forzoso en un prado que estaba cerca de nuestra granja. Al día siguiente, me encontré al sargento Covelli escondido en el granero. Tenía una herida en la pierna y había perdido mucha sangre.
Vittoria lo recordaba como si hubiera pasado el día anterior. Él tenía la cara llena de moraduras y hacía muecas de dolor. Era el hombre más guapo que había conocido. También era el enemigo. No podía dejarlo morir en el granero, ni en un campo de prisioneros.
—Y lo salvaste.
Inmersa en los recuerdos, Vittoria apenas oyó a su nieto.
—Sabía que debía entregarlo, pero al final decidí curarle las heridas y me las arreglé para estar con él mientras le bajaba la fiebre. Al cabo de unos días comenzó a recuperarse. Era americano, pero me hablaba en italiano. Me quedé impresionada cuando me dijo que se llamaba Enrico Covelli. Sus padres eran de Roma. No podía entregarlo a los soldados.
—No Nonna —dijo Rafe—, tenías que esconderlo.
Vittoria miró a los otros niños y ellos asintieron.
—Me daba miedo que lo descubrieran —Vittoria sabía que también se estaba enamorando del americano. Una noche, Enrico le confesó que la amaba. No quería dejarla, pero tenía que regresar a filas. Ambos corrían peligro si lo descubrían.
Continuó con la historia.
—Había oído hablar de un grupo de la resistencia que ayudaba a la gente a salvarse. La noche siguiente, antes de marcharse, Nonno Enrico me prometió que volvería después de la guerra. Me dijo que quería casarse conmigo y que nos fuéramos a América. Le dije que yo también lo