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      SUMARIO

       Unos mamíferos peculiares

       Expertos voladores

       Maniobrando en la oscuridad

       Guarderías

       Una dieta variada

       Letargo invernal

       Dormitorios dispares

       Gran variedad de especies

       Zorros voladores

       Pequeños murciélagos

       Vampiros

       Hábiles pescadores

       Los murciélagos y el hombre

       Glosario

       Indice

      Texto: María Angels Julivert

      Licenciada en Biología, especialidad en Zoología

      Ilustraciones: Estudio Marcel Socías

      Dirección de edición: Jordi Vigué

      Editora: Mercè Seix

      Diseño gráfico: Rosa Ma Moreno

      Dirección de producción: Rafael Marfil

      © Copyright Parramon Paidotribo—World Rights

      Published by Parramon Paidotribo, S.L., Badalona, Spain

      ISBN: 84-342-1722-8

      ISBN EPUB: 978-84-9910-308-2

       EL FASCINANTE MUNDO DE…

       LOS MURCIÉLAGOS

      UNOS MAMÍFEROS PECULIARES

      Los murciélagos pertenecen al orden de los quirópteros, que significa “con alas en las manos”.

      Su aspecto es inconfundible, y aunque a menudo pueden parecemos un tanto extraños e incluso chocantes, son unos mamíferos excepcionales.

      La capacidad de volar y la ecolocación son las características más sorprendentes de estos animales.

      Los murciélagos, como el resto de mamíferos, tienen pelo, aunque corto; presentan dos denticiones, la de leche y la definitiva, y las hembras poseen mamas para alimentar a sus crías.

      Las extremidades anteriores de los murciélagos, que están muy modificadas, sostienen el ala desprovista de pelo. El pulgar, único dedo libre de la mano, está armado con una uña, que les es muy útil para agarrarse, trepar y moverse por tierra firme. Las extremidades posteriores, menos desarrolladas, tienen cinco dedos provistos de fuertes garras, que el murciélago utiliza para colgarse cabeza abajo.

      Otra peculiaridad de los murciélagos es su rodilla, que se dobla hacia atrás, en vez de hacia adelante. En el tobillo tienen un espolón, llamado calcar.

      Ningún mamífero se ha adaptado a la vida aérea como los quirópteros, aunque algunos planean de un árbol a otro, como la ardilla voladora.

      Los murciélagos son los únicos mamíferos adaptados al vuelo. Para ello sus extremidades anteriores se han transformado en alas 1. Algunos roedores, como la ardilla voladora 2, pueden efectuar largos planeos de un árbol a otro.

      EXPERTOS VOLADORES

      Los murciélagos, como las aves, son animales adaptados a la vida aérea. Sin embargo, no son tan buenos voladores y sus alas son muy diferentes.

      El ala de los murciélagos está formada por una doble capa de piel, con numerosos vasos sanguíneos, fibra muscular y nervios. Esta fina membrana, llamada patagio, se extiende a ambos lados del cuerpo y se sostiene por los dedos y las extremidades anteriores y posteriores. Los huesos de los dedos, excepto el pulgar, son muy largos y recuerdan a las varillas de un paraguas.

      El patagio, que está casi desprovisto de pelo, se divide en tres partes: propatagio, plagiopatagio y uropatagio, aunque éste último falta en algunas especies. Algunos murciélagos tienen alas anchas y cortas, no vuelan muy rápido pero pueden efectuar giros repentinos en el aire con facilidad y rapidez. Otros, en cambio, las tienen largas y estrechas, vuelan alto y rápido pero no maniobran tan bien. Cuando no vuelan, se cuelgan cabeza abajo, sujetándose con sus fuertes patas y con las alas dobladas. Algunas especies envuelven su cuerpo con las alas a modo de capa. Otras, las doblan a los lados del cuerpo.

      Cuando emprenden el vuelo, se dejan caer y extienden las alas.

      Tres ejemplos de las posiciones de los murciélagos. En reposo envuelto en sus propias alas 1, desplegando las alas para emprender el vuelo 2, y trepando por un tronco 3 . Es muy raro ver a los murciélagos en tierra, donde la mayoría se mueven torpemente.

      MANIOBRANDO EN LA OSCURIDAD

      Los murciélagos son animales nocturnos y la mayoría no poseen demasiada buena vista, en cambio, han desarrollado extraordinariamente el oído.

      Estos mamíferos han perfeccionado un ingenioso sistema para localizar a sus presas y orientarse en la oscuridad, evitando los obstáculos que encuentran en su caminó. Mientras vuelan emiten constantemente sonidos, que rebotan en los objetos; el eco producido es captado por el murciélago, indicándole la situación exacta de los obstáculos que se puede encontrar (distancia, dirección, etc.). Este fenómeno es conocido con el nombre de ecolocación.

      Las señales emitidas son sonidos de alta frecuencia que nuestro oído no |puede percibir. Este sistema de radar no es el mismo en todas las especies. Muchos murciélagos emiten los sonidos por la boca y, a menudo, presentan un lóbulo de piel en la oreja, llamado trago, que les facilita la percepción. Otras especies,

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