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dando con las armas en la mano sobre Juan de la Cosa y sus docientos soldados, fue entre hellos comencada vna muy rreñida pelea y muy sangrienta, dentranbas partes; pero como la jente y soldados de Juan de la Cosa hera toda uisoña y que rreputauan el ualor de los yndios por ygual al suyo, porque ueian algunos de sus conpañeros heridos y aun caidos, desmayaron tan de golpe que no bastaron las voces de Joan de la Cosa, su capitan, a animallos ni hazellos cobrar brio; el qual uiendo quan proxima estaua su perdicion, y creyendo que a lo menos oviera uigor en alguno de sus soldados para entretenerse con los yndios y dilatar la uitoria hasta ser socorridos, dixo a Diego de Hordas, manceuo y muy buen soldado y suelto peon: hijo Ordas, bien veis el peligro en que todos estamos, y quan cierta tienen los enemigos la uitoria, si no nos socorre el capitan Juan Ojeda, mi compañero; este auiso se le a de dar por vuestra mano, para que no perezcamos; por vuestra vida que aunque la herida que teneis es tan peligrosa y mala, que os animeis a caminar esta jornada, pues ueis lo que a todos nos ua hen ello.

      Estaua Diego de Hordas atrauesada una pierna de una lanzada que en la guazavara se le auia dado; pero con todo esto se partio al momento para donde Ojeda estaua, y aun que el socorro vino tarde, todauia aprouecho algunos que escaparon por gran fortuna, porque los yndios, luego que Diego de Hordas se aparto, zerraron con los españoles confiados en su muchedunbre y dieronse tan buena maña o fauoresciole tanto la fortuna, que al primer tropel los desuarataron y mataron casi a todos, y entre hellos a su capitan Juan de la Cosa; tomaron biuos seis o siete españoles, y metieronlos dentro en los buhios, y alli los ataron de pies y de manos a los pilares de las casas. Otros soldados, a quien el tienpo y la fortuna ayudaron, se metieron por espesas montañas que zerca estauan y alli se estuuieron asta que vbo lugar de ponerse en saluo.

      Diego de Hordas, con su herida, llego con arta presteza a donde Ojeda estaua; diole auiso de lo que iba, representandole la necesidad que de su fauor y ayuda tenian Juan de la Cosa y los españoles que con el estauan y lo mucho que iba en la tardanza. El capitan Ojeda se apresto con toda la breuedad posible, y con la jente que tenia se partio para el pueblo de Turuaco, donde Diego de Hordas auia dejado a Juan de la Cosa; llego a el al quarto del alua y hallo que su compañero hera muerto y sus soldados muertos y desuaratados; dio en el pueblo, y como los yndios estauan descuidados, no tuuieron lugar de boluerse a juntar con la presteza que les hera nezessario, y asi los avyento y echo de sus casas. Ojeda y los soldados que con el yban hallaron biuos los españoles que los yndios tenian atados en sus casas, y soltandolos, los boluio consigo, y a las boces que el y los demás soldados dauan, haciendo señal que si auia algunos soldados escondidos en las montañas y arcabucos saliesen, salieron los que se auian escondido, y juntos todos, luego, sin detenerse mas y antes que los yndios tuuiesen lugar de juntarse, dieron la buelta a la mar, y enbarcandose en sus nauios, se fueron la uia del rrio del Cenu, por donde Ojeda y su jente se metieron y ouieron tan desastrado fin como adelante se dira.

      Es este Diego de Hordas el que despues desto se hallo en el descubrimiento y conquista de Mejico con Hernando Cortes, que después fue Marques22, y que prendio por su propia mano a Montezuma, rrey de Mexico, por lo qual y por lo mucho que en aquella conquista siruio, el23 Enperador le hizo comendador de Santiago y Adelantado del rrio Marañon, y que con jente subio el rrio de Uriaparia arriua, de donde le sobrevino vna bien desgraciada muerte, segun yo lo tengo escrito todo en la Istoria de la isla Trenidad y del rrio de Uriaparia, donde el que lo quisiere ber lo podra hallar escrito pia(do)samente.24(A).

NOTAS AL CAPITULO II

      (A) El Juan de la Cosa cuya trágica muerte relata en este Capítulo el Padre Aguado, es el célebre navegante y consumado cosmógrafo que trazó el primer mapa-mundi en el cual se representa el Continente americano. El mapa señala los países de América conocidos hasta 1500, así como los territorios de Europa, Asia y Africa, y tiene el siguiente epígrafe: «Juan de la Cosa lo fizo en el Puerto de Santa María en el año de 1500.»

      Refiriéndose á ese mapa, el autor de estas notas ha dicho en otro lugar:

      «El mapa de Juan de la Cosa, hecho, sin duda, cuando este navegante regresó de la expedición de Ojeda, está fechado en el Puerto de Santa María en 1500, y es una carta plana, en la que se representan las costas del Antiguo y del Nuevo Mundo. Desaparecieron los ejemplares de este mapa que existían en España, que eran cuando menos dos, el de la Casa de Contratación y el que tenía en su poder el Superintendente de Indias y Obispo de Burgos D. Juan Rodríguez de Fonseca; pero habiendo adquirido uno de ellos, en 1832, el Barón de Valkenauer, de la testamentaría de éste lo rescató el Gobierno español, y hoy se conserva en el Museo Naval. Ha sido publicado varias veces. Con posterioridad á 1500, hizo Juan de la Cosa, cuando menos, otras dos cartas, pero de ellas no hay más noticias que la de haber sido pagadas por la Casa. – Es de advertir que aunque la primera carta de Juan de la Cosa tiene fecha de 1500, debió aquél continuar trabajando en ella, corrigiéndola y adicionándola, y así se explica que contenga el trazado de costas descubiertas con posterioridad. Algunas de esas correcciones y adiciones, como lo descubierto por Cabot en el litoral del Brasil, desde el Cabo de San Agustín (8° latitud Sur) hasta el Cabo Frío (23° 30 latitud Sur) fueron hechas por Américo Vespucio.» – (Jerónimo Bécker: Los estudios geográficos en España; Madrid, 1917.)

      CAPITULO TRES

      Como el gouernador Pedro de Heredia junto ciento y cinquenta honbres, y se metio a descubrir la tierra adentro, y llego al primer Cenu.

      Pasados algunos dias de como el gouernador Pedro de Heredia obo desuaratado al casique e yndios de Turuaco, se hallo con mas copia de españoles, de los que cada dia yban dejando algunos nauios que tocauan en Cartaxena, y asi, con mas numero de soldados que antes, salió a correr25 la tierra comarcana a Cartaxena y pascificar los naturales que hen ella auia poblados, entre las quales poblacones desta uez andubo dos meses con sus soldados, y como la jente desta prouincia generalmente es uelicosa, muchas ueces en diuersos pueblos tomaron las armas contra los españoles, aprocuraron26 desuaratallos y echallos fuera de la tierra; pero ninguna cosa les presto, porque Pedro de Heredia hera honbre vien afortunado en guerras de yndios, y los soldados que lleuaua heran los mas dellos honbres antiguos en las Indias y que en otras partes se auian ya visto en peleas de yndios, a los quales llaman baquianos o ysleños, y asi dieron todos muestras de buenos soldados en las uitorias que contra los yndios esta uez ouieron; y ansi Pedro de Heredia, sin rreceuir casi daño ninguno, constriño y forco muchos pueblos de yndios a que rreciuiesen y admitiesen su amistad y confederacion, lo qual fue echo y efetuado por ellos y le fue guardada con toda feledelidad27 y uerdad por el gouernador y sus soldados, que fue muy gran causa de que otros muchos pueblos de indios hiziesen lo mesmo y se ynclinasen abrazar la paz y amistad de los españoles; porque Pedro de Heredia demas de que hazia conseruar la paz y amistad a los yndios, tenia especial cuidado en mirar por su buen tratamyento y no consentia que se les hiziese ningun daño ni demasias ni otras biolencias y fuercas que algunos ynconsiderados soldados les solian hazer, y aun oy les harian si la mucha justicia que el Rrey tiene puesta para rremediar estos ecesos, no les fuesen a las manos con rregurosos castigos.

      Boluiose despues al tiempo dicho a la ciudad de Cartaxena el Gouernador y sus soldados, y hallo alli al capitan Mena y al capitan Sosa, que uenian de Piru e yuan a dar auiso al Enperador del suceso y descubrimiento de Piru echo por Francisco Picarro, el qual en batalla auia preso a Guaynacapa, rrey de aquella tierra, y desvaratado con vna conpañia despañoles las ynumerables jentes queste baruaro auia juntado para dar batalla a los españoles y echallos de su tierra; pero fauoresciendo Dios ynmortal a los de Francisco Picarro, les dio vna uitoria de la qual quedara perpetua memoria en el mundo, y ansi se detuuieron en este puerto poco los dos Capitanes, prosiguiendo su derrota y uiaje.

      El gouernador Heredia se determino, despues que se uido con alguna copia de gente, de hazer vn descubrimiento y jornada la tierra adentro, para el uerano del año uenidero de treinta y cinco; y por que auia de quedar poca guarnicion de gente en el pueblo, hizo el Gouernador que se hiziese vn cercado de tapias e palenque de tierra, a manera de fuerte, en que la gente se rrecojiese si fuese necesario y estuuiesen sseguros de las asechancas y fuerca de

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<p>22</p>

En la edición de Caracas se omite el verbo fue.

<p>23</p>

Idem íd.: al en vez de el.

<p>24</p>

Idem íd.: piasamente, que es lo que dice el original, sin duda alguna por error material.

<p>25</p>

En la edición de Caracas: a recorrer.

<p>26</p>

Indudablemente sobra la a.

<p>27</p>

Debe querer decir fidelidad.