Аннотация

Con este libro, Basho, yo, se culmina la trilogía compuesta por este más los dos anteriores: Sendas Zen del Toro y Ecos, Zen y Yo. También valdría decir que se asoma uno desde la cúspide de la visión para derramarse, hilo a hilo, por esta fragmentación de la Verdad, la Belleza y la Bondad en las múltiples realidades captadas y cantadas por el poeta y simbolizadas en nombre, ríos, pueblos y ciudades, del norte y del sur, del este y del oeste de nuestro mundo como encarnaciones del ser verdadero. Arquetipos y figuraciones de cuanto ha existido, y preludios casi místicos de cuanto es y, sobre todo, de todo aquello que está llamado a ser. Músicos, poetas, filósofos todos en trance y en danza tras la porfía de lo inefable. Todo el libro es un inmenso poemario de la afirmación y la certeza.La obra se construye en forma de invisible y místico ikebana ascendiendo por los tres estadios que afirma el pensamiento: el terrenal, punto de apoyo y primer sustento de toda realidad intramundana, para que desde ella y con la ayuda de la inteligencia accedamos a todo cuanto hay de humano en esta vida, y sostenidos por esta dimensión ya de privilegio podamos descubrir y vivir en el ámbito supremo del espíritu. La ascensión es verdaderamente prodigiosa y la exaltación queda culminada en este mágico ikebana de las tres alturas donde habita el hombre superior.

Аннотация

Sabiendo como sabe su origen oriental, DAVIDJESUS tramita su otra vida por ahora a la vera del Camino de Santiago en esta tierra del toro, que es España, yendo y viniendo por las Sendas de Oku, y sumido siempre y del todo en el Zen, principio y fin de su meditación trascendental. Escribe un libro al dictado de su visión-pasión del toreo en todas sus vertientes, y lo hace con dos claves, la del soneto y la del haiku, a fin de sumar arte y sabiduría en la sutil estructura de unos versos (14+3) por lo común.Este libro no es una enciclopedia, tampoco es un manual, ni siquiera un bosquejo de apuntes para aficionados al toro y a los toreros. Se trata de algo diferente: un breviario de emociones y pasiones personales tenidas al borde del estribo y con la mente puesta en otros cielos. Seguramente, esta connotación -la de irse lejos sin salirse del ruedo- es la que confiere singular valor, extraña belleza y alto rango espiritual a estas letras.Hay algo místico en todas estas líneas -toreo zen, quizá- que traspasa y engalana aún más la segura y maestra proporción de la medida de estos versos, y es la escala óptima de la pulcritud en todas las miradas del toreo.