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y encadenada al espacio, a la imposibilidad de la comprensión por la criatura de las existencias en la eternidad —realidades y relaciones sin comienzo y sin fin. Para la criatura espacio-temporal, todas las cosas han de tener un comienzo, excepto sólo la ÚNICA SIN CAUSA: la causa primordial de las causas. Por lo tanto, conceptualizamos este nivel filosófico de valor como el YO SOY, instruyendo al mismo tiempo a todas las criaturas de que el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito son coeternos con el YO SOY; en otras palabras, que no hubo nunca un momento en que el YO SOY no fuera el Padre del Hijo y, con él, del Espíritu.

      0:3.24 (6.4) El Infinito se utiliza para denotar la plenitud —la finalidad— que corresponde a la primacía de la Primera Fuente y Centro. El YO SOY teórico es una extensión de la filosofía de la criatura de la «infinidad de la voluntad», pero el Infinito es un nivel actual (real) de valor que representa la eternidad-intensión de la infinidad verdadera del libre albedrío absoluto y desencadenado del Padre Universal. Este concepto a veces se designa el Padre-Infinito.

      0:3.25 (6.5) Gran parte de la confusión que se difunde en todas las órdenes de seres, altos y bajos, en sus esfuerzos por descubrir al Padre-Infinito, es inherente a sus limitaciones de comprensión. La primacía absoluta del Padre Universal no es aparente en los niveles subinfinitos; por lo tanto es probable que tan sólo el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito conozcan verdaderamente al Padre como infinidad; para todas las demás personalidades, dicho concepto representa el ejercicio de la fe.

      0:4.1 (6.6) La realidad se actualiza diferencialmente en diversos niveles de universo; la realidad se origina en y por la volición infinita del Padre Universal y es realizable en tres fases primarias en muchos niveles diferentes de actualización del universo:

      0:4.2 (6.7) 1. La realidad no deificada que va desde los dominios de la energía de lo no personal hasta los reinos de la realidad de los valores no personalizables de la existencia universal, aun hasta la presencia del Absoluto No Cualificado.

      0:4.3 (7.1) 2. La realidad deificada abarca el todos los potenciales infinitos de la Deidad que van hacia arriba a través de todos los reinos de la personalidad desde el finito más bajo hasta el infinito más elevado, abarcando así el dominio de todo lo que es personalizable y más —aun hasta la presencia del Absoluto de Deidad.

      0:4.4 (7.2) 3. La realidad interasociada. La realidad del universo supuestamente es deificada o no deificada, pero para los seres subdeificados existe un vasto dominio de realidad interasociada, potencial y en actualización que es difícil de identificar. Gran parte de esta realidad coordinada está comprendida dentro de los reinos del Absoluto Universal.

      0:4.5 (7.3) Éste es el concepto primario de la realidad original: el Padre inicia y mantiene la Realidad. Los diferenciales primarios de la realidad son lo deificado y lo no deificado —el Absoluto de Deidad y el Absoluto No Cualificado. La relación primaria es la tensión entre ellos. Esta tensión-divinidad iniciada por el Padre se resuelve perfectamente en el Absoluto Universal y se eterniza como éste.

      0:4.6 (7.4) Desde el punto de vista del tiempo y del espacio se puede dividir la realidad además como sigue:

      0:4.7 (7.5) 1. Actual (Real) y Potencial. Son las realidades que existen en la plenitud de la expresión en contraste con aquellas que llevan una capacidad no revelada para el crecimiento. El Hijo Eterno es una actualidad espiritual absoluta; el hombre mortal es en gran parte una potencialidad espiritual no realizada.

      0:4.8 (7.6) 2. Absoluto y Subabsoluto. Las realidades absolutas son existencias de la eternidad. Las realidades subabsolutas se proyectan en dos niveles: Absonitas —realidades que son relativas respecto tanto del tiempo como de la eternidad. Finitas —realidades que están proyectadas en el espacio y actualizadas en el tiempo.

      0:4.9 (7.7) 3. Existencial y Experiencial. La Deidad Paradisiaca es existencial, pero el Supremo y el Último que están surgiendo son experienciales.

      0:4.10 (7.8) 4. Personal e Impersonal. La ampliación de Deidad, la expresión de la personalidad y la evolución del universo están por siempre condicionadas por la acción de libre albedrío del Padre, que por siempre separó los significados y valores menteespíritu-personales que pertenecen a la actualidad y la potencialidad, centradas en el Hijo Eterno, de aquellas cosas que están centradas en la Isla eterna del Paraíso y que son inherentes a ésta.

      0:4.11 (7.9) EL PARAISO es un término que incluye los Absolutos enfocados personales y no personales de todas las fases de la realidad del universo. El Paraíso, apropiadamente cualificado, puede indicar todas y cada una de las formas de la realidad, la Deidad, la divinidad, la personalidad y la energía —espiritual, mental o material. Todos comparten el Paraíso como lugar de origen, función y destino en cuanto se refiere a los valores, los significados y la existencia real.

      0:4.12 (7.10) La Isla del Paraíso — Paraíso no cualificado de otra manera— es el Absoluto del control de gravedad material por la Primera Fuente y Centro. El Paraíso es inmóvil, siendo la única cosa estacionaria en el universo de los universos. La Isla de Paraíso tiene una ubicación universal pero no tiene posición en el espacio. Esta Isla eterna es la fuente auténtica de los universos físicos —pasados, presentes y futuros. La nuclear Isla de la Luz es un derivativo de la Deidad, pero es a duras penas la Deidad; tampoco son parte de la Deidad las creaciones materiales, son una consecuencia.

      0:4.13 (7.11) El Paraíso no es creador; es un controlador único de muchas actividades en el universo, mucho más controlador que reactor. En todos los universos materiales, el Paraíso influye sobre las reacciones y la conducta de todos los seres que tienen que ver con la fuerza, la energía y el poder, pero el Paraíso mismo es único, exclusivo y aislado en los universos. El Paraíso no representa nada, y nada representa al Paraíso. No es una fuerza ni una presencia; es tan sólo el Paraíso.

      0:5.1 (8.1) La personalidad es un nivel de la realidad deificada y se encuentra desde el nivel mortal y el de los seres intermedios de la activación más elevada de la mente de adoración y sabiduría a través del nivel morontial y espiritual hasta el logro de la finalidad del estado de personalidad. Esa es la ascensión evolucionaria de la personalidad de las criaturas mortales y la personalidad semejante, pero existen numerosas otras órdenes de personalidades del universo.

      0:5.2 (8.2) La realidad está sujeta a la expansión universal, la personalidad a la diversificación infinita, y ambas son capaces de coordinación casi ilimitada con la Deidad y de estabilización eterna. Aunque se limita definitivamente la gama metamórfica de la realidad no personal, no conocemos limitación alguna en la evolución progresiva de las realidades de la personalidad.

      0:5.3 (8.3) En los niveles experienciales logrados, todas las órdenes o valores de la personalidad son asociables y aun cocreacionales. Aún Dios y el hombre pueden coexistir en una personalidad unificada, tal como está demostrado tan exquisitamente en el estado presente de Cristo Micael —Hijo del Hombre e Hijo de Dios.

      0:5.4 (8.4) Todas las órdenes y fases subinfinitas de la personalidad son asociativas alcanzables y potencialmente cocreacionales. Lo prepersonal, lo personal y lo superpersonal están vinculados por un potencial mutuo de logro coordinado, alcance progresivo y capacidad cocreacional. Pero lo impersonal no se transforma nunca directamente en personal. La personalidad no es nunca espontánea; es el don del Padre del Paraíso. La personalidad está superimpuesta sobre la energía, y está asociada solamente con los sistemas vivientes de energía; la identidad puede estar asociada con esquemas no vivientes de energía.

      0:5.5 (8.5) El Padre Universal es el secreto tanto de la realidad de la personalidad, como del otorgamiento de la personalidad y del destino de la personalidad. El Hijo Eterno es la personalidad absoluta, el secreto de la energía espiritual, de los espíritus morontiales y de los espíritus perfeccionados. El Actor Conjunto es la personalidad espíritumente, la fuente de la inteligencia, la razón y la mente universal. Pero la Isla del Paraíso

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