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su sitio de descanso y adoración con vosotros. A lo largo de la entera ascensión morontial y espiritual subsiguiente, vuestra fraternidad con los serafines será ideal; vuestro compañerismo será soberbio.

      38:3.1 (420.1) Numerosas órdenes de seres de espíritu actúan en todos los dominios del universo local pero no se revelan a los mortales porque no están relacionados en manera alguna con el plan evolucionario de la ascensión al Paraíso. En este documento la palabra «ángel» se limita premeditadamente a la designación de aquellos vástagos seráficos y asociados del Espíritu Materno del Universo que están tan ampliamente ocupados en la operación de los planes de la sobrevivencia mortal. Sirven en el universo local seis otras órdenes de seres relacionados, los ángeles no revelados, que no están relacionados de ninguna manera específica con esas actividades universales que pertenecen a la ascensión al Paraíso de los mortales evolucionarios. Estos seis grupos de asociados angélicos no se llaman nunca serafines, tampoco nos referimos a ellos como espíritus ministrantes. Estas personalidades están enteramente ocupadas en Nebadon de los asuntos administrativos y otras ocupaciones, que de ninguna manera se relacionan con la carrera progresiva de la ascensión espiritual del hombre y del logro de la perfección.

      38:4.1 (420.2) El noveno grupo de las siete esferas primarias del circuito de Salvington está formado por los mundos de los serafines. Cada uno de estos mundos tiene seis satélites tributarios, en los que se encuentran las escuelas especiales dedicadas a todas las fases de la capacitación seráfica. Aunque los serafines tienen acceso a los cuarenta y nueve mundos que comprenden este grupo de esferas de Salvington, ocupan exclusivamente tan sólo el primer grupo de siete. Los restantes seis grupos están ocupados por las seis órdenes de asociados angélicos no revelados en Urantia; cada uno de estos grupos mantiene su sede central en uno de estos seis mundos primarios y lleva a cabo actividades especializadas en los seis satélites tributarios. Cada orden angélica tiene libre acceso a todos los mundos de estos siete grupos distintos.

      38:4.2 (420.3) Estos mundos sedes centrales están entre los reinos magníficos de Nebadon; las estancias seráficas se caracterizan tanto por su belleza como por su vastedad. Aquí cada serafín tiene un verdadero hogar, y «hogar» significa el domicilio de dos serafines; viven en pares.

      38:4.3 (420.4) Aunque no son masculino y femenino como lo son los Hijos Materiales y las razas mortales, los serafines son negativo y positivo. En la mayoría de las asignaciones se requiere a dos ángeles para cumplir la tarea. Cuando no permanecen conectados en circuito, pueden trabajar a solas; tampoco requieren complementos del ser cuando están estacionarios. Generalmente retienen sus complementos originales del ser, pero esto no es indispensable. Dichas asociaciones son necesarias principalmente para la función; no están caracterizadas por la emoción sexual, aunque son enormemente personales y verdaderamente afectuosos.

      38:4.4 (420.5) Aparte de hogares designados, los serafines también tienen sedes de grupo, compañía, batallón y unidad. Se congregan cada milenio y están todos presentes de acuerdo con el tiempo de su creación. Si un serafín lleva responsabilidades que prohiben la ausencia de su puesto, alternará la asistencia con su complemento, siendo reemplazada por un serafín de otra fecha de nacimiento. Cada socio seráfico de esta manera asiste por lo menos a una reunión de cada dos.

      38:5.1 (420.6) Los serafines pasan su primer milenio como observadores no comisionados en las escuelas de Salvington y sus mundos asociados. El segundo milenio transcurre en los mundos seráficos del circuito de Salvington. Su escuela central de capacitación está presentemente presidida por los primeros cien mil serafines nebadónicos, y a su cabeza está el ángel original o primogénito de este universo local. Un cuerpo de mil serafines provenientes de Avalón capacitó al primer grupo creado de serafines de Nebadon, posteriormente nuestros ángeles han sido capacitados por sus propios decanos. Los Melquisedek también juegan un papel importante en la instrucción y capacitación de todos los ángeles del universo local: los serafines, los querubines y los sanobines.

      38:5.2 (421.1) Al final de este período de capacitación en los mundos seráficos de Salvington, los serafines son movilizados en los grupos y unidades convencionales de la organización angélica y se les asigna a una de las constelaciones. Todavía no se los comisiona como espíritus ministrantes, aunque ya han entrado a las fases precomisión de la capacitación angélica.

      38:5.3 (421.2) Los serafines se inician como espíritus ministrantes sirviendo como observadores en los más bajos de los mundos evolucionarios. Después de esta experiencia regresan a los mundos asociados de las sedes de la constelación asignada a ellos para comenzar sus estudios avanzados y prepararse más definitivamente para el servicio en un sistema local particular. Después de esta instrucción general se los promueve al servicio de algún sistema local. En los mundos arquitectónicos asociados con la capital de algún sistema de Nebadon nuestros serafines completan su capacitación y son comisionados como espíritus ministrantes del tiempo.

      38:5.4 (421.3) Una vez que los serafines reciben su comisión, sus asignaciones pueden comprender a Nebadon entero, aún Orvonton. Su tarea en el universo es sin límites ni limitaciones; están estrechamente asociados con las criaturas materiales de los mundos y están constantemente al servicio de las órdenes más bajas de las personalidades espirituales, haciendo contacto entre estos seres del mundo espiritual y los mortales de los reinos materiales.

      38:6.1 (421.4) Después del segundo milenio de estadía en las sedes centrales seráficas, los serafines se organizan bajo jefes en grupos de doce (12 pares, 24 serafines), y doce de estos grupos constituyen una compañía (144 pares, 288 serafines), bajo el mando de un líder. Doce compañías bajo un comandante constituyen un batallón (1.728 pares ó 3.456 serafines), y doce batallones bajo un director equivalen a una unidad seráfica (20.736 pares ó 41.472 individuos), mientras que doce unidades, bajo el mando de un supervisor constituyen una legión que cuenta con 248.832 pares ó 497.664 individuos. Jesús aludió a un grupo de ángeles de este tipo aquella noche en el jardín de Getsemaní cuando dijo: «Aún en este mismo momento puedo pedir a mi Padre y él inmediatamente me dará más de doce legiones de ángeles».

      38:6.2 (421.5) Doce legiones de ángeles comprenden una hueste que cuenta con 2.985.984 pares ó 5.971.968 individuos, y doce huestes (35.831.808 pares ó 71.663.616 individuos) forman la organización más grande de serafines, el ejército angélico. Una hueste seráfica está dirigida por un arcángel o por alguna otra personalidad de estado igual, mientras que los ejércitos angélicos son dirigidos por las Brillantes Estrellas Vespertinas o por otros lugartenientes inmediatos de Gabriel. Y Gabriel es el «comandante supremo de los ejércitos del cielo», el ejecutivo en jefe del Soberano de Nebadon, «el Dios Señor de las huestes».

      38:6.3 (421.6) Aunque sirven bajo la supervisión directa del Espíritu Infinito tal como está personalizado en Salvington, desde el autootorgamiento de Micael en Urantia, los serafines y todas las demás órdenes del universo local están sometidas ahora a la soberanía del Hijo Mayor. Aún cuando en Urantia nació Micael en la carne, se emitió una transmisión del superuniverso a todo Nebadon que proclamaba, «y dejad que todos los ángeles le adoren». Todas las categorías de ángeles están sujetas a su soberanía; son parte de ese grupo que se ha denominado «sus ángeles poderosos».

      38:7.1 (422.1) En todas sus dotes esenciales los querubines y los sanobines son similares a los serafines. Tienen el mismo origen pero no siempre el mismo destino. Son maravillosamente inteligentes, extraordinariamente eficientes, conmovedoramente afectuosos, y casi humanos. Constituyen la orden más baja de ángeles y por lo tanto la más cercana a los tipos más progresivos de seres humanos en los mundos evolucionarios.

      38:7.2 (422.2) Los querubines

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