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Ciberpsicología. Juan Moisés De La Serna
Читать онлайн.Название Ciberpsicología
Год выпуска 0
isbn 9788873046554
Автор произведения Juan Moisés De La Serna
Жанр Компьютеры: прочее
Издательство Tektime S.r.l.s.
En este sentido se ha realizado por un estudio por parte de la Universidad de Washington y la Universidad Lee (EE.UU.) cuyos resultados han sido publicados en la revista cientÃfica Psychology of Popular Media Culture.
En el mismo se analiza la influencia del uso de M.S.N. (siglas en inglés de textos por mensajerÃa) en la salud de los universitarios. En este estudio participaron ochenta y tres estudiantes, donde se analizaron la calidad de salud mediante el Pittsburgh Sleep Quality Index, el cual proporciona información sobre tres Ãndices: el agotamiento, los problemas de sueño y las relaciones sociales.
Se querÃa estudiar el efecto en estos tres Ãndices en función del número de mensajes que se recibÃan y enviaban durante el dÃa, encontrando que se veÃan afectados negativamente los tres Ãndices a medida que crecÃa el número de mensajes que tenÃan que "administrar", pero donde mayores efectos se encontraron fue con respecto a los problemas de sueño, donde a partir de unos niveles "moderados" de mensajes ya empezaban a provocar altos niveles de ansiedad y con ello dificultades para conciliar el sueño.
La menor cantidad y calidad del sueño va a traer consecuencias en la "vida diurna", con una menor capacidad retentiva y de atención entre los estudiantes, y si esta situación se mantiene en el tiempo, puede llegar incluso a afectar en la salud.
De ahà la importancia de "educar" a los más jóvenes en el uso de estos dispositivos electrónicos, ya que como se ha indicado, estos pueden generar problemas de desempeño y concentración, además de afectar en las relaciones sociales y lo más grave de todo, puede afectar a su salud, debido al mantenimiento de elevados niveles de estrés y a la falta de un sueño de calidad.
Y todo ello suponiendo que la persona, es "dueña de su voluntad", es decir, que todavÃa no ha caÃdo en una adicción tecnológica, lo que acarrearÃa aún mayores efectos negativos. El principal problema de la detección de este tipo de situaciones, es que los padres no saben valorar hasta qué punto es algo ânormalâ o ya ha pasado la raya de lo adecuado y se ha convertido en insano.
Igualmente, la persona que lo sufre, a pesar de darse cuenta de las dificultades y consecuencias nocivas que le acarrea, es incapaz de reconocer que tiene un problema y que requiere de ayuda de los demás para superarlo, incluso que puede precisar de un especialista para superar su adicción.
Como se puede observar en el resultado anterior, la tecnologÃa puede provocar graves dificultades en el dÃa a dÃa de la persona, tanto que puede poner en riesgo su salud, como en el caso de perjudicar la calidad y cantidad del sueño para tener que contestar los m.s.n. que se reciben.
Hoy en dÃa es difÃcil pensar que un joven no conozca y tenga cuenta en Facebook, Twitter o Tuenti entre otros, ya que han nacido en la era de las redes sociales, considerándose unos "nativos digitales", es decir, aquellos que nacieron tras la década de los ochenta y que tuvieron desde pequeño acceso a las nuevas tecnologÃas.
Los que tienen unos años más, aquellos que nacieron antes de los años 80, tienen que hacer un esfuerzo por mantenerse informado y formado con esto de las redes sociales, y es a lo que se denomina "inmigrantes digitales", es decir, personas que nacieron sin estas posibilidades y que ahora tienen que adentrarse en este mundo, a veces confuso y otras veces desconcertante, pero en todo caso útil y necesario.
Igual que con anterioridad se solicitaba para algunos puestos de trabajo tener el carnet de conducir y un nivel educativo mÃnimo, ahora se requiere que los candidatos tengan unas destrezas suficientes en el manejo del ordenador y de las redes sociales. A raÃz de estas nuevas herramientas han surgido empleos impensables hace unos años, como el de Community Manager, responsable de foros y comunidades virtuales, o los más técnicos encargados de la promoción de los sitios web como los consultores S.E.O. y S.E.M., que buscan lograr una mayor visibilidad en las redes sociales y en Internet de una determinada marca o empresa.
Los jóvenes por su parte han ido incorporando las herramientas que ofrece esta nueva tecnologÃa dentro de su vida, tanto académica como de ocio, ya son muchas las universidades que imparten parcial o totalmente su docencia on-line, pudiéndose conectar desde cualquier dispositivo fijo o móvil, como tabletas, iPads, o teléfonos inteligentes. Teniendo los docentes una doble función, la de organizar y grabar las clases a impartir y la de la tutorización virtual, para resolver las dudas que hayan podido surgir de las mismas.
Esto ha posibilitado abrir las puertas de las universidades a estudiantes de todo el mundo, con el único requisito que tengan las destrezas lingüÃsticas necesarias para seguir las clases, y eso sÃ, un dispositivo con conexión a Internet.
A este respecto, lo único que no se ha podido solventar ha sido a la hora de la realización de los exámenes, los cuales se exigen que sean presenciales, bien en la propia universidad o en un centro concertado en el paÃs del estudiante. De forma que se dé veracidad de que el estudiante que se presenta al examen conoce adecuadamente la materia de la que se examina.
En mi caso particular, tras llevar varios años impartiendo docencia presencial en distintas universidades, tuve que realizar un curso de capacitación para poder continuar con mi labor docente, pero esta vez a través de las redes sociales, para lo que tuve que adaptar las herramientas tecnológicas que con anterioridad empleaba a las nuevas demandas, incluyendo la familiarización de plataformas de formación como Moodle, o el uso programas de videoconferencias para impartir la docencia on-line, lo que me permitió poder dictar las clases en España, tanto en la PenÃnsula como en las Islas, a la vez que eran seguidas desde Iberoamérica.
Pero existen riesgos de Internet que surgen cuando el ocio juvenil se convierte casi en exclusiva en el uso intensivo de esta tecnologÃa, perdiendo el contacto social y a veces, el contacto con la propia realidad. Son muchos los estudios que se están realizando al respecto, a raÃz de esta nueva modalidad, en donde cada dÃa se detectan nuevos casos de ciberadictos, es decir, personas que son incapaces de desconectarse de la red, facilitando el aislamiento social, y el descuido de la higiene mental y personal, asociado además a una alimentación impropia, todos estos riesgos de Internet producidos por una inadecuada educación sobre el uso correcto de la tecnologÃa.
Se ha realizado un nuevo estudio por parte de la Universidad Médica Kaohsiung y el Hospital Hsiao-Kang (Taiwán), cuyos resultados han sido publicados en la revista cientÃfica J.A.M.A. Pediatrics donde se ha realizado un seguimiento a dos mil doscientos noventa y tres jóvenes durante 2 años, evaluados a los 6, 12 y 24 meses.
El objetivo de éste estudio era encontrar los factores predictores del padecimiento de adicciones a las nuevas tecnologÃas, para lo cual se evaluó el nivel de adicción a través de la escala estandarizada denominada C.I.A.S. (Chen Internet Addiction Scale), además de los niveles de depresión mediante la versión china del C.E.S.-D. (Center for Epidemiological Studies Depression Scale), el déficit de atención con hiperactividad evaluado mediante el A.D.H.D.S. (Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder Self-rated Scale), la fobia social mediante el F.N.E. (Fear of Negative Evaluation Scale) y la hostilidad de los participantes mediante el B.D.H.I.C.-S.F. (Buss-Durkee Hostility InventoryâChinese VersionâShort Form).
Los resultados informan que aquellos jóvenes varones que tenÃan altos niveles de hostilidad mostraban mayores niveles de adicción después de los 2 años, convirtiéndose asà en el mejor predictor de esta psicopatologÃa. En cambio, las adolescentes que participaron en el estudio, mostraron que el mejor predictor de la adicción futura se relaciona con padecer un trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Tanto en chicos como en chicas, no resultaron relevantes los niveles previos de fobia social