Скачать книгу

      DIECISIETE INSTANTES

      DE UNA PRIMAVERA

Illustration

      YULIÁN SEMIÓNOV

       DIECISIETE INSTANTES DE UNA PRIMAVERA

      PRÓLOGO DE OLGA SEMIONOVA Y SERGEI STAFEEV

      TRADUCCIÓN DE ZOIA BARASH

Illustration

      SENSIBLES A LAS LETRAS, 16

      Título original: Семнадцать мгновений весны, Semnadtsat mgnovenii vesni

      Primera edición en Hoja de Lata: septiembre de 2015

      Tercera edición: septiembre de 2018

      © Julian Semenov, 1969

      All rights reserved

      © del prólogo: Olga Semionova y Sergei Stafeev

      © de la traducción: Zoia Barash, 1977

      © de la fotografía de la solapa: Julian Semenov Foundation, c. 1980

      © de la imagen de la cubierta: Karl Wolff, SS-Gruppenführer

      Bundesarchiv, Bild 146-1969-171-29 / Photo: Friedrich Franz Bauer, c. 1937

      © de la presente edición: Hoja de Lata Editorial, S. L., 2015

      Hoja de Lata Editorial S. L.

      Avda. Galicia, 21, 4.º E, 33212, Xixón, Asturies [España]

      [email protected] / www.hojadelata.net

      Edición: Hoja de Lata Editorial S. L.

      Diseño de la colección: Trabayadores culturales Glayíu

      Corrección de pruebas: Tania Galán Álvarez

      ISBN: 978-84-18918-31-5

      Producción del ePub: booqlab

      Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo las excepciones previstas por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

      La traducción de este libro se rige por el contrato tipo propuesto por ACE Traductores.

      ÍNDICE

       Prólogo a la edición española

       Ternura

       1. ¿Quién es quién?

       2. «¿Por quién me toman?». La misión

       3. Al borde del fracaso

       4. Disposición de fuerzas

       5. El abuelo judío

       6. La diplomacia y la perfidia

       7. «Ese maldito burdel»

       8. Por unas ideas absurdas

       9. La medida de confianza

       10. Lástima por los alemanes

       11. Un cabo que robó las botas a un general

       12. ¿Está todo listo en Berna?

       13. Un servidor de Dios

       14. Entre amigos

       15. ¡Busquen a la mujer!

       16. Lo absurdo de la lógica

       17. Las buenas intenciones

      PRÓLOGO

      En agosto de 1973 tuvo lugar un evento muy significativo en la vida del mayor país del planeta, la Unión Soviética. Durante doce noches seguidas apenas hubo delitos en las calles del país, el consumo de electricidad se elevó significativamente y se redujo el de agua. El pueblo soviético —médicos y conductores de autobuses, profesores y funcionarios del partido— se sentó puntualmente delante de sus pequeños televisores en blanco y negro.

      Se estrenaba una peculiar serie televisiva de guerra. En la Unión Soviética hablar de «guerra» equivalía a hablar de la segunda guerra mundial, también llamada la Gran Guerra Patriótica. En este film no había ni tanques ni batallas navales. En su lugar aparecían personajes, unos agradables, otros, no tanto, vestidos en su mayoría con el uniforme negro de las SS. También había un agente secreto. El más sabio y justo de todos. Y al mismo tiempo, un tipo de lo más normal, cercano a los corazones de los soviéticos.

      La serie se titulaba Diecisiete instantes de una primavera y el agente se llamaba Stirlitz. Han pasado más de cuarenta años, pero Stirlitz es todavía amado y apreciado en la Rusia moderna. Se publican nuevos libros sobre este personaje, se filman nuevos documentales sobre él. Es el protagonista de innumerables chistes, caricaturas y otras formas de cultura popular. Se cuenta también la leyenda de que Vladímir Putin, un adolescente de Leningrado, justo después de ver esta serie de televisión juró dedicar su vida al servicio de inteligencia y servir a la patria «al igual que lo hizo Stirlitz».

      El padre del James Bond soviético (a menudo comparan a Stirlitz con el británico, ignorando las diferencias esenciales en los métodos de ambos) es el famoso escritor ruso Semiónov. Yulián Semionóvich Semiónov, cuyo verdadero apellido era Lyandres, un hombre con un destino extraordinario que puso gran cantidad de pensamientos y observaciones de su rica experiencia vital en boca de su héroe.

      La propia vida del escritor estaba estrechamente ligada con la historia trágica de Rusia en el siglo XX. Conoció la atmósfera de la «gran política» como niño nacido en los años treinta, al que el propio Stalin permitió en una ocasión sentarse en su regazo.

      Yulián Semiónov nació en Moscú en 1931. Su padre era el editor del principal periódico del país, Izvestia, órgano oficial del Soviet Supremo. Su madre era profesora de historia en una escuela.

      Después de su graduación, Yulián entró en el Instituto de Estudios Orientales y aprendió lenguas como el pastún y el darí, idiomas de los pueblos de Afganistán e Irán.

      Por aquel entonces (año 1952) su padre fue represaliado sin fundamento por «ayudar al saboteador trotskista Bujarin», quien había sido director de Izvestia en los años treinta, por cierto.

      Fue

Скачать книгу