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La transición española. Eduardo Valencia Hernán
Читать онлайн.Название La transición española
Год выпуска 0
isbn 9788418411953
Автор произведения Eduardo Valencia Hernán
Жанр Социология
Издательство Bookwire
Sin embargo, al acabar el debate, de nuevo se recordó que los objetivos principales a alcanzar por la CPAC serían el dar a conocer los principios y las instituciones del Estatuto de Cataluña de 1932, plantear este objetivo mediante la actividad de masas, propiciar la comprensión de lo que pudiera ser el periodo inmediato a la caída del régimen, explicar el objetivo del Estatuto con un punto mínimo de convergencia que permitiese llegar al pleno ejercicio del derecho de autodeterminación en Cataluña y dejar claro que cualquier salida que no reconociese el establecimiento de los principios e instituciones presentadas por el Estatuto de 1932, no sería válido. A este respecto, Josep Dalmau, representante de los No Alineados, comentaba que se abrió posteriormente una campaña especial para el estudio del Estatuto de 1932, finalizando esta en una conferencia-debate con tres expertos en la Sala Claret. Dalmau comentaba que Solé Barberà, uno de los ponentes, hizo un panegírico global del Estatuto poco riguroso en su intervención y que fue protestado por el historiador Víctor Manuel Arbeloa, el cual le recordó que el Partido Comunista no votó «sí», sino «no», a la propuesta de presentar el Estatuto301. El SCPAC, en vista de los asuntos planteados por la CPAC, acordó iniciar dichas acciones con una convocatoria y publicar un folleto explicativo sobre el Estatuto de Cataluña del 1932 que denunciara la ilegalidad fascista y afirmara los derechos fundamentales, especialmente el de la autodeterminación de Cataluña. Finalmente, se centró el debate en el 11 de septiembre de 1972 dentro de dicha campaña, reafirmando el carácter de la Diada Nacional. Sin embargo, ese día se saldó con pocas manifestaciones reivindicativas, la mayoría convocadas por cada partido, siendo lo más notable la colocación de un altavoz en el Hotel Duval, cerca de la estatua de Rafael Casanovas, para poder escuchar la interpretación de Els Segadors y la distribución de miles de copias, de veinte mil a sesenta mil según versiones, de la Historia dels Països Catalans, escrita por Miquel Sellarés y Joan Crexell con ayuda del FNC, PSAN y UDC. También la CCFPC publicó un folleto en la jornada de reivindicación nacional dentro de la campaña «Perque L’Estatut»302.
Además, se condenaron las detenciones efectuadas a Carlos García Soler y Ramón Llorca, acusados de pertenecer al FAC303, denunciando las torturas recibidas, la farsa del consejo de guerra y la parcial actitud de parte de la prensa nacional a la hora de informar sobre el desarrollo y el resultado del juicio, haciendo una llamada a ejercer el derecho a la solidaridad democrática a través de la lucha popular, como así se hizo en los consejos de guerra de Burgos contra ETA: «Por la Amnistía, contra la violencia asesina del régimen, Solidaridad con el Front d’Alliberament de Catalunya (FAC)». Esta organización fue creada en 1969 por personas de los grupos de Josep Mª Batista i Roca del Consell Nacional de Catalunya (CNC) y de las Joventuts Obreres d’Estat Catalá (JOEC). Reconocida también como Front d’Alliberament Catalá y Front Armat de Catalunya. Entre 1969 y 1971, un grupo armado independiente realizó diversos atentados. En 1972 fueron detenidos algunos militantes, entre ellos los referidos anteriormente, decidiendo la dirección trasladarse a Bélgica. Nunca participaron de la Asamblea, y en 1976 se escindió un grupo denominado Moviment Revolucionari Catalá (MRC). Un año después decidieron disolverse tras numerosas detenciones. El fin de esta organización extremista fue resolver la «cuestión catalana» con una ideología transversal, aunque proletaria, y conseguir la creación de un estado socialista catalán con la unificación posterior con otros Países Catalanes. En la I Asamblea realizada en el exilio se declararon marxistas-leninistas adoptando una línea maoísta bajo la influencia de Antonio Morato que era partidario de crear el Partido Comunista de Cataluña. En 1973 publicaron la revista Catalunya Roja y se fusionaron con el grupo Izquierda Revolucionaria quedando con posterioridad la lucha armada en manos de la Organización Especial (OE) del FAC304.
La Asamblea de Intelectuales Catalanes, ante el desarrollo de los consejos de guerra contra los militantes del FAC, distribuyó una octavilla denunciando el empeoramiento de la situación político-social desde el Manifiesto de Montserrat el 13 de diciembre de 1970, criticando las persecuciones, torturas físicas y psíquicas y el gran número de consejos de guerra y de asesinatos contra los luchadores antifranquistas. De forma general denunciaron la «conculcación sistemática de los pueblos y naciones que forman la unidad nacional denominada Estado español»305, contra la violencia de los pueblos vasco y gallego y contra el pueblo catalán extensible a los compañeros Ramón Llorca López y Carlos García Soler, por las que se pedían 205 y 187 años de cárcel respectivamente. Ante estos hechos la Asamblea de Intelectuales reclamó la anulación de las penas, la abolición de la pena de muerte, la amnistía general y las libertades democráticas y de derechos incluido el derecho de autodeterminación.
Por otro lado, las buenas noticias llegaron a la Asamblea y a toda la oposición con la sustitución del temido comisario de policía Vicente Juan Creix. Este, junto con su hermano Antonio Juan Creix y Julián Gil Mesas, había dirigido la BIS en Barcelona llegando a ser un auténtico problema para los movimientos clandestinos de oposición. El nuevo comisario fue Gregorio Martín Guijarro, mientras que el anterior fue enviado a la Brigada Regional de Fronteras.
El 1º de octubre, mientras Franco presidia el XXXVI aniversario de su exaltación a la Jefatura del Estado, se estaban celebrando diversos consejos de guerra contra los que el régimen franquista denominaba «activistas». José Mª Palomas Santamaría, Miguel Jiménez Hinojosa, Tomás González Pardo y Ramón Caballero Delgado, todos pertenecientes al PCE(i), fueron condenados por asociación ilícita, insultos a la fuerza armada y propaganda ilegal, a penas de doce años de prisión; mientras que otros, concretamente ocho acusados de propaganda ilegal en la Empresa Nacional Bazán lo fueron, eso sí, en gran acto solemne y en la fragata Baleares instalada en los mismos astilleros de la factoría. Este ritmo siniestro de detenciones y consejos de guerra iría aumentando hasta la propia muerte del dictador, tres años después. Sin embargo, por el momento otras noticias destacables fueron las manifestaciones en Madrid en el Campus de la Universidad Complutense con altercados con la fuerza pública y el paro en la empresa Intelhorce (Málaga).
En Cataluña, el 4 de octubre de 1972 se detuvo a la Comisión Permanente del Secretariado de Iustitia et Pax, y el 18 se retuvieron los pasaportes a los asistentes en Ginebra (Suiza) a los Jocs Florals de la Llengua Catalana, entre ellos Mª Rosa Oller de Faulí, José Mª Castellet, Alexandre Cirici, Félix Cucurull, Josep Faulí, Albert Manent, Ramon Pellejero (Raimon) y Joan Triadú.
Pero nada de todo esto alteró las reuniones programadas por la Asamblea, de modo que, el domingo 22 se celebró la IV reunión de la Permanente que decidió convocar por primera vez en nombre de la Asamblea, una manifestación en Ripoll (Gerona), «L’Aplec de Ripoll». Cuenta Josep Dalmau que gracias a las sugerencias de los No Alineados se aceptó la iniciativa de ocupar un pueblo sin cometer nada que fuera ilegal en contra de organizar la clásica manifestación en el cruce de la Rambla con la calle Pelayo306.
Los primeros debates entre los asistentes fueron dirigidos a las posibles respuestas ante la presión de la patronal duramente criticada por representantes de los sindicatos, mientras que el representante de La Asamblea Permanente de Intelectuales informaba de un dossier sobre la represión cultural en Cataluña. En dicha reunión también se aprobó la edición y distribución del documento titulado «Hacia la II Sesión de la Asamblea de Cataluña», con una tirada que sobrepasó los 24 ejemplares, repartiéndose de forma directa y clandestina. La Comisión también configuró a rasgos generales el contenido de la II Sesión, basándose en puntos que, a pesar de ser repetitivos, no perdían su valor estratégico. Se trató el tema de la lucha obrera, recordando las movilizaciones de El Ferrol, Vigo, Barcelona, Cerdanyola, Ripollet y Navarra con una perspectiva más amplia, proponiendo huelgas en cadena hasta llegar a la paralización activa de poblaciones y comarcas enteras y finalmente a la huelga general en el empeño de exigir el derecho de huelga y los derechos sindicales.
Para la Asamblea había ciertos indicadores que daban una visión sobre el estado de la nación, justificando la crisis del sistema político vigente. Se habló del aumento incesante del coste de la vida, del incremento del paro y de la emigración provocada, de los problemas en la enseñanza y del caos urbano con la imposibilidad de conseguir viviendas