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La transición española. Eduardo Valencia Hernán
Читать онлайн.Название La transición española
Год выпуска 0
isbn 9788418411953
Автор произведения Eduardo Valencia Hernán
Жанр Социология
Издательство Bookwire
255. Treball, 1-6-1971.
256. Secretario general de CC.OO. de Cataluña (1976-95).
257. En CUSACHS i CORREDOR, Manuel y PUIG i PLÁ, Josep, L´Assemblea Democrática de Mataró, 1973-1977, Mataró, Ed. Del Maresme, Robafaves, 1983, p. 15. También ver FRC, AJR, «Assemblea de Mataró», Carpeta 55/1, 10-10-1971.
258. CUSACHS, Manuel, op. cit., p.17.
259. PUIG i PLÁ, Josep, entrevista efectuada el 13-05-2006.
260. CUSACHS, Manuel, op. cit., p. 23.
261. PUIG i PLÁ, Josep, , entrevista efectuada el 13-05-2006.
262. AHCNOC, «La Assemblea Democràtica de Mataró», Carpeta, 5-11-1975.
263. CUSACHS, Manuel, op. cit., p. 30.
De la Taula Unitaria a la Asamblea de Cataluña de Osona (Comarcal)
Otro ejemplo característico de plataforma unitaria con una proyección superior a la local fue la que se desarrolló en Vic abarcando toda la comarca de Osona. En dicho lugar y dada su particularidad rural, los movimientos sociales y políticos antifranquistas tuvieron menos relevancia que en las zonas más industrializadas donde la lucha obrera tenía más impacto. Sin embargo, esto no quita valor histórico al proceso opositor antifranquista que surgió en esta sociedad rural.
En la década de los años sesenta, el fenómeno asociativo llamado Cineclub tuvo un éxito inesperado en toda España. ¿Quién no recuerda aquella serie televisiva, Crónicas de un Pueblo, donde el Cineclub reunía la vida asociativa del lugar? También en Vic tuvo su protagonismo como un lugar de encuentro y de desarrollo político-cultural, llegando incluso el régimen, a intentar controlar su funcionamiento a través de la Federación Española de Cineclubs.
En esta capital de la comarca de Osona, destacó el llamado Cineclub de Vic (CCV) que estaba controlado por la diócesis episcopal donde su titular era el doctor Masnou, obispo de Vic. En aquel lugar de encuentro se fue desarrollando una corriente asociacionista que dio lugar al nacimiento del movimiento conocido como Solidaritat, conducido por Segimon Serrallonga (PSUC) y Xavier Roca, y fue en cierta forma el antecedente de la Asamblea de Cataluña de Osona. Las acciones políticas de Solidaritat fueron dirigidas a la ayuda a las familias de presos políticos y a la influencia en sus asociados de una nueva mentalidad progresista mediante actos lúdicos relacionados con la Nova Canço y programas de cine de carácter independiente. La dirección de esta organización se puso en marcha bajo una estricta clandestinidad con la participación de Joaquim Capdevila, Xavier Roca, Segimon Serrallonga, Miquel Albó, Magda Bosch, Lota Llampías, Joaquim Onyós, Andreu Roca, Josep Mª Romeu, Josep Vernís, Manuel Anglada y Francesc Codina, siendo su lugar de encuentro más asiduo el convento de los Franciscanos sito en la calle Coll del Remei de Vic.
A principios de los setenta se creó una nueva asociación cultural llamada Estampa Popular de la Plana, con participación de la Asamblea de Intelectuales, creada meses antes en la abadía de Montserrat, con Eusebi Baucells, Magda Bosch, Lota Llampías, Miquel Martí i Pol, Josep Ricart, Gerard Sala, Jordi Sarraté, Rafael Subirats y Josep Vernís264.
Otros movimientos, como Ómnium Cultural en su delegación de Vic, también tuvieron su protagonismo a través de la defensa de la lengua catalana y los cursos que se ofrecían de la historia de Cataluña, llegando incluso a organizar en 1973 la primera Nit de Santa Llucía fuera de Barcelona, todo un acontecimiento en defensa de la cultura catalana. Sin embargo, nada superó el movimiento catalanista promovido por la llamada Nova Canço, reivindicando la libertad y defendiendo los valores tradicionales como eran la lengua y la cultura catalana a través de canciones protesta. Estos nuevos cantautores estaban influenciados por la música folk americana, los cantos negros espirituales y el rhythm and blues. La evolución de este movimiento, cuyo origen se remonta a finales de 1961 según algunos autores, fue imparable durante toda la década de los sesenta, llegando al cenit de su esplendor a mediados de los años setenta, al comienzo de la Transición.
Una representación característica de esta corriente musical fue la del cantautor Rafael Subirachs y del grupo Els Esquirols que colaboraban con él. Subirachs definía la Nova Canço como:
«Un arma de convocatoria, más que una función artística tenía más de política sustitutoria. A mí me utilizaban y yo me prestaba a ser utilizado para este trabajo específico (…), y a la vez me implicaba en una lucha en la cual había mucha gente comprometida con los que me sentía solidario. Mi vocación no era política, pero hacia política.»265
En otro ámbito cultural, hubo dos revistas que destacaron por la defensa de la cultura catalana y por el conocimiento de la realidad del país; estas fueron Oriflama y Cavall Fort, de origen próximo al Obispado de Vic. En la primera colaboraron económicamente como accionistas Manuel Anglada, Ignasi Bofill y Jordi Pujol, participando literariamente Manuel Anglada, Joan Cortés Tossal, Miquel Martí i Pol, Miquel Molet, Antoni Pous, Segimon Serrallonga, Emili Teixidor, Ricard Torrens y otros. Támbien Cavall Fort tuvo una apreciable influencia en la catalanización educativa, sobre todo en jóvenes en edad infantil y juvenil.
Todo parece indicar que en la comarca osonenca a principios de los setenta se desarrolló un avance importante en la lucha antifranquista, actuando como catalizador los juicios sumarísimos contra terroristas de ETA. En efecto, el 17 de diciembre de 1970, con motivo del llamado «Proceso de Burgos», se convocó en Vic una manifestación en contra de aquellos juicios sumarísimos, como ocurrió en muchos lugares del país. El origen de este acto surgió entre el alumnado del Instituto de Enseñanza Media «Jaume Callís», manifestándose unos trescientos alumnos a lo largo de la Rambla del Hospital, lugar donde toparon con las Fuerzas de Orden Público, los «los grises», que es como coloquialmente se denominaba a los policías armados, a la altura del Ayuntamiento. Allí, algunas versiones indicaban que la policía iba acompañada de concejales y ciudadanos adictos al régimen.
En medio del alboroto producido después de una carga policial, fue detenido el joven menor de edad Antoni Coromina, seguido más tarde por representantes del movimiento Solidaritat, Miquel Albó, Joaquim Capdevila y Josep Vernís, bajo la sospecha de ser ellos los convocantes de la manifestación. Sin embargo, después de algunos días de incomunicación y de su negativa a firmar un documento afirmando la falta de torturas —que no las hubo, en contra de lo publicado por el Abad Cassià Just— fueron puestos en libertad266.
Solidaritat estuvo presente en la primera convocatoria frustrada de la Asamblea en la iglesia de Cristo Rey en Barcelona, asistiendo Miquel Albó en representación de la comarca de Osona; meses más tarde, asistieron a la I Sesión de la Asamblea de Cataluña, este y Joaquim Capdevila, junto con representantes de las localidades de Centellas, Manlleu y Torelló.
Coincidiendo con los actos preparativos de la constitución de la Asamblea de Cataluña, entre febrero y noviembre de 1971 se creó en Vic la Taula Unitaria de Osona como plataforma inicial de lo que posteriormente llegaría a ser la Asamblea de Cataluña de Osona. Este grupo estaba compuesto por la Comissió de Solidaritat, estudiantes, intelectuales, profesionales, Movimiento Obrero, Ambientes Cristianos, PSUC y otros. También se realizaron contactos con el fin de integrarse en la Taula, con los representantes del pueblo de Centellas, Salvador Campás, Jaume Prat y Jordi Sarraté; en Manlleu con Miquel Treserras, y en Torelló con Segimon Serrallonga.
En términos generales la relación de la Taula de Osona con la Asamblea de Cataluña fue intensa, colaborando