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Читать онлайн.1 F. Braudel, El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, Mé-xico-Madrid-Buenos Aires (Prólogo a la primera edición francesa de 1949), 1976, p. 17; íd., «Histoire et sciences sociales. La longue durée», en Annales ESC, 13/4, 1958, pp. 725-753 (traducción castellana en F. Braudel, La historia y las ciencias sociales, Madrid, 1970, pp. 60-106).
2 Aunque es posible encontrar formulaciones más o menos explícitas de este return desde hace diez o quince años en la investigación histórica (por ejemplo, M. Aymard, «La longue durée aujourd’hui. Bilan d’un demi-siècle (1958-2008)», en D. R. Curto et al. (dirs.), From Florence to the Mediterranean and beyond: essays in honour of Anthony Molho, Florencia, 2009, vol. 2, pp. 559-580), la explosión de este ha tenido lugar recientemente con la publicación del dosier «La longue durée en débat» de la revista Annales HSS, 70/2, 2015, que contiene el artículo-manifiesto de D. Armitage y J. Guldi, «Le retour de la longue durée: une perspective anglo-américaine», pp. 289-318. Véase también, de estos autores, The History Manifesto, Cambridge, 2014; disponible en línea: <http://historymanifesto.cambridge.org/>. Conviene subrayarlo: si en 1958 el motivo era «la crisis general de las ciencias humanas» (Braudel), en 2015 es la explosión incontrolada de saberes parciales, la superabundancia de datos, la incertidumbre de las fronteras de las disciplinas, el fracaso de la cooperación interdisciplinar, las recriminaciones contra un humanismo retrógrado e insidioso... (Armitage-Guldi). Siempre la familiar y permanente «crisis de la historia».
3 Retorno que los responsables editoriales de la revista rechazan explícitamente cuando dicen «les Annales ne partagent pas leur conception de la longue durée», lo que se entiende perfectamente vista la deriva y la dispersión temática de la revista en las últimas décadas, pero lo que no se comprende tanto es la elección de los comentaristas críticos analistas que intervienen en el debate, ni mucho menos los términos algo desagradables de algunas críticas. Véase la respuesta de D. Armitage y J. Guldi, «Pour une “histoire ambitieuse”. Une réponse à nos critiques», en Annales HSS, 70/2, 2015, pp. 367-378, a quienes hay que agradecer, al menos, la claridad de su propuesta: «nuestra concepción de la larga duración no es la de Braudel [...] para nosotros no es una “prisión” ni un ciclo sin fin, mucho menos un paisaje presuntamente inmóvil o un decorado estático ante el cual se desarrollan los acontecimientos del mundo. Al contrario, entendemos la larga duración como un instrumento dinámico, flexible y, sobre todo, crítico con las historias establecidas y con las instituciones vigentes» (p. 378).
4 L. Palermo, Sviluppo economico e società preindustriali. Cicli, strutture e congiunture in Europa dal medioevo alla prima età moderna, Roma, 1997, pp. 60 y ss.; A. Cortonesi y L. Palermo, La prima espansione economica europea. Secoli XI-XV, Roma, 2009.
5 D. Armitage y J. Guldi, «Le retour de la longue durée», cit., p. 292.
6 C. Wickham, «Memories of underdevelopment: What has marxism done for medieval history, and what can it still do?», en C. Wickham (ed.), Marxist history writing for the twenty-first Century, Oxford, 2007, pp. 32-48 (traducción castellana en Anales de historia antigua, medieval y moderna, 41, 2009, pp. 85-100).
7 Y no es que, con anterioridad, no hubiera existido una práctica histórica bastante extendida de observar regularidades en el tiempo y sobre todo de cuantificarlas, pero la crítica posmoderna a la formulación modélico-matemática y econométrica propia de las facultades y de la enseñanza anglosajona, la desconfianza –sobre todo por parte de la microhistoria– frente a los modelos explicativos globales y el cuestionamiento de la capacidad de la cifra para explicar un hecho o una evolución asentaron un duro golpe al uso y significado de los datos numéricos en el trabajo del historiador. Las nuevas tendencias que incorporan los análisis cuantitativos practican ya un mayor acercamiento y diálogo entre historiadores, economistas y el resto de ciencias sociales, donde conviene destacar la aparición de revistas como Histoire et Mesure (desde 1984), dedicada a la reflexión y a una práctica histórica fundamentada en el uso de cifras, estadísticas y modelos cuantitativos. Véase B. Lepetit, «L’histoire quantitative: deux ou trois choses que je sais d’elle», en Histoire et mesure, 4/3-4, 1989, pp. 191-199; G. Béaur, «Âge critique ou âge de raison? Les dix ans d’Histoire et Mesure», en Histoire et mesure, 11/1-2, 1996, pp. 7-17. Sobre la permanente necesidad de la cuantificación, su actual renovación y el uso imprescindible de las estadísticas véase el dosier Où va l’histoire économique? de la revista Historiens et Géographes, 378 (mayo de 2002), con intervención de J. Y. Grenier, y 380 (octubre 2002), con intervenciones de P. C. Hautcoeur y J. F. Eck.
8 B. Yun Casalilla, «Misurazioni e decisioni. La storia economica dell’Europa preindustriale oggi», en Studi Storici, 50/3, 2009, pp. 581-605, 585.
9 Inútil referenciar las obras, sobradamente conocidas, de estos autores. Una visión más detallada puede verse en L. Palermo, Sviluppo economico e società preindustriali, cit., pp. 164 y ss., y especialmente M. Arnoux, Le temps des laboureurs. Travail, ordre social et croissance en Europe (XIe-XIVe siècle), París, 2012, capítulo 1, quien realiza un repaso de los principales autores, enfoques y obras francesas sobre el argumento.
10 G. Bois, La gran depresión medieval: siglos XIV-XV. El precedente de una crisis sistémica, Valencia, 2011, p. 15.
11 A. Guerreau, El feudalismo, un horizonte teórico, Barcelona, 1984, pp. 30 y ss., quien también realiza un amplio repaso de autores y enfoques de la historiografía francesa sobre el tema.
12 G. Bois, La gran depresión, cit., p. 17. Parecidas expresiones son las que recoge M. Arnoux, Le temps des laboureurs, cit., pp. 19-20, «simple cliché que no merece la pena cuestionar y ni siquiera examinar», «argumento lógico más que hecho establecido», etc.
13 G. Fourquin, Histoire économique de l’occident médiéval, París, 1969, pp. 137-141.
14 P. Vilar, Crecimiento y desarrollo. Economía e historia: reflexiones sobre el caso español, Barcelona, 1964; A. Cortonesi y L. Palermo, La prima espansione economica, cit.
15 M. Arnoux, Le temps des laboureurs, cit., pp. 13-14 y 35.
16 J. de Vries, «The Industrial Revolution and the Industrious Revolution», en Journal of Economic History, 54, 1994, pp. 249-270, y The Industrious Revolution. Consumer Behaviour and the Household Economy, 1650 to the Present, Cambridge, 2008 (traducción castellana: