Аннотация

"La autoficción es una ficción de acontecimientos y de hechos estrictamente reales", así define Serge Doubrovsky, creador del término, un género literario inclasificable hasta los años 70 y que ha generado abundante bibliografía. Sin embargo, no es habitual encontrar a un creador que nos desvele su propia escritura del yo, que es precisamente lo que hace el autor de este ensayo.
Sergio Blanco entiende la autoficción como un cruce de relatos reales y ficticios en los que se establece un pacto de mentira, en contraposición al pacto de verdad de la autobiografía. De esta forma, ambos géneros se separan sin remedio: la autoficción se transforma en el lado oscuro de la autobiografía.
Después de realizar un breve recorrido histórico a través de las diferentes escrituras del yo desde la Antigüedad hasta nuestros días, el autor plantea un «Decálogo de un intento de autoficción», donde desarrolla su propia teoría a partir de sus obras autoficcionales (Kassandra, Tebas Land, Ostia, La ira de Narciso, El bramido de Düsseldorf y Cartografía de una desaparición), publicadas con el título de Autoficciones por Punto de Vista Editores.
"En sus últimas obras [Sergio Blanco] ha llevado a cabo una auténtica investigación artística en torno a la autoficción teatral, una posibilidad problemática que ha acertado a resolver con profundidad, brillantez y originalidad incomparables." "Sergio Blanco está considerado como uno de los cuatro o cinco dramaturgos mayores de la lengua española en la actualidad." José-Luis García Barrientos Especialista en teoría teatral, profesor investigador del CSIC

Аннотация

"Am Anfang unterhalten wir uns, nach und nach fange ich an zu schreiben, dann proben wir und wenn wir fertig sind, zeigen wir unsere Arbeit dem Publikum." Ein Autor geht ins Gefängnis und trifft dort auf Martín, einen jungen Vatermörder. Die Idee des Autors ist: Der Häftling soll seine Rolle selbst spielen. Als dies verboten wird, soll er den Aufführungen beiwohnen, als dies ebenfalls verboten wird, sie wenigstens per Video verfolgen können. Ein junger Schauspieler übernimmt die Rolle Martíns. Ausgehend von den Treffen und Gesprächen, die der Autor mit dem Häftling geführt hat, versucht er, mit dem Schauspieler in einem vergitterten Basketballfeld die Geschichte zu rekonstruieren.
Doch je weiter die Geschichte fortschreitet, desto weniger geht es um deren Rekonstruktion und desto mehr um die szenische Darstellung der Treffen. Häftling und Schauspieler sind dabei Personen, die von ein und demselben jungen Darsteller gespielt werden – die Geschichten vermischen sich, die eine inspiriert die andere. Dabei geht es nicht allein um den Mordfall und seine Hintergründe, sondern auch um das Wesen des Theaters und des Erzählens. Wo setzt die Wirklichkeit dem Theater Grenzen und wo beginnt die Wirklichkeit des Theaters…