Аннотация

Cuando se te ha ido la mano con todo, tienes úlceras en el estómago, vomitas sangre y se te aparece el comecocos hasta cuando te la estás meneando en la ducha, sabes que ha llegado el momento de mandarlo todo a paseo, coger las llaves de tu viejo Plymouth del 65, abastecerte bien de anfetaminas y cervezas y huir hacia el «Gran Desierto Americano».Si ya de paso añades a la mezcla una irritante canción de Procol Harum, recuerdos de su infancia de niño chicano, gordo y marginado, en el Valle de San Joaquín, vino barato, peyote, ácido, autoestopistas calentorras, marihuana de un exagente de la CIA y un Hunter S. Thompson en bermudas, paranoico perdido y con un arsenal suficiente para invadir un país pequeño, la cosa solo puede ir a peor…Esta es la historia de Óscar Zeta Acosta, el Búfalo Pardo, el Robin Hood de los chicanos, el famoso Dr. Gonzo que inmortalizó Hunter S. Thompson en Miedo y asco en Las Vegas (Benicio del Toro en la película).«Thompson es uno de los mejores escritores de su generación, pero Miedo y asco en Las Vegas, sin Acosta, sería como arrancarle el corazón al libro.» Benicio del Toro «Cualquier combinación de un mexicano de 114 kilos con LSD-25 constituye una amenaza mortífera para todo lo que se ponga a su alcance; pero si resulta que además el susodicho es un abogado chicano muy cabreado que no manifiesta temor ante nada y con la convicción suicida de que va a morir a los 33 años, sabes que tienes entre manos un cóctel explosivo. Sobre todo si el muy bastardo ya hace seis meses que cumplió los 33, va hasta el culo de ácido, luce una Magnum 357 cargada en su cinturón y cuenta en todo momento con un guardaespaldas chicano que maneja un hacha.» Hunter S. Thompson