Аннотация

Todo se desarma en la poética de Fonseca, se descompone, se reestructura en gestos novedosos, a veces tornasolados por la nafta, las lágrimas o la sangre derramadas. La amalgama del cultismo poético con la imagen futbolística da paso a una aclaración que muestra las cartas: detrás de cada texto se adivina una historia, de amor, de alcohol, de lugares, y el tono transita por los potreros indómitos de la tajancia y las arterias en las que circula el poeta, ora virus, ora leucocito, en muchos casos catéter viajero de sí mismo que explora su interior, su país interior, sus capitales. (Fernández de Palleja).