Principio: un París y una Guadalajara, dos ciudades contadas a partir de sus colonias y calles; sus casas y habitantes; a través de sucesos cotidianos y el rompimiento de lo habitual. Final: un París tras la vista de Un hombre que duerme, de Georges Perec y de Dolores Garnica. Un ensayo íntimo y cálido que se filtra en el corazón de todas las personas que lo lean.