Аннотация

La cultura, entendida como esfera de actividad humana dirigida a la elaboración simbólica, ha tejido una estrecha relación con la ciudad a partir del Renacimiento. Así, hablar de ciudad es referirse a los espacios centrales de la cultura; las instituciones culturales que ordenan el mundo creativo concentran las luchas por el poder simbólico y caracterizan en gran medida el peso y la identidad cultural de las ciudades. Además, los distritos y clústeres culturales concentran a artistas, intermediarios e industrias culturales, convirtiéndose así en polos atractores de la actividad creativa, del consumo y el turismo cultural. Este libro examina este fenómeno internacional desde una perspectiva sociológica y se centra en el caso de dos grandes ciudades, Barcelona y Valencia, poniendo de relieve su creciente importancia para el desarrollo local, al mismo tiempo que analiza críticamente sus consecuencias para la gobernanza cultural y urbana.