Аннотация

La alquimia tradicional, aquella que ya desarrollaban los antiguos egipcios, trataba de convertir el plomo en oro sin éxito. Al publicar tu información personal en las redes sociales o simplemente aceptando políticas de privacidad sin demasiado detenimiento, estarás dando al alquimista la materia prima necesaria para monetizar tu rastro digital.
En la actualidad, los datos se están convirtiendo en el nuevo oro. Como él, su valor crece con el tiempo, ya que tienen un valor inherente que permite mejorar la posición financiera de quien los posee. La inteligencia artificial, la robótica, el machine learning y la analítica avanzada conforman una economía y una sociedad basada en los datos.
El big data y la ciencia de los datos nos rodean sin que nos demos cuenta. Y es que las empresas y las instituciones públicas, así como los consumidores y ciudadanos, pueden mejorar gracias a una toma de decisiones basada en datos.
Los datos no son petróleo, pues se puede tener mucho petróleo y no ser rico. Los datos se asemejan mucho más a un metal que, tras un proceso de transformación, transmuta en oro. Aun así, tienen un valor intrínseco y su mera acumulación genera poder.
A mucha gente le sorprendió que Facebook pagara 20 000 millones de dólares por WhatsApp, una empresa que no generaba ingresos, simplemente por su capacidad para acumular datos. Si eres una de esas personas, este libro te ayudará a entender el tremendo potencial de esta información.
Los datos pueden ser utilizados para ajustar de forma precisa la oferta en base a la demanda, fijar precios, delegar tareas repetitivas a algoritmos de aprendizaje automático, hacer seguimiento de constantes vitales a deportistas de élite y enfermos crónicos, e incluso para secuenciar ADN con el fin de desarrollar fármacos personalizados.
Tras hacer una breve repaso histórico, veremos cómo diversos sectores aplican la ciencia de datos para que así puedas navegar por la transición del Homo sapiens al Homo algorithmus.