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Aventura Escandalosa
Damas y Bribones, libro 5
USA Today autora superventas
Amanda Mariel
Es una obra de ficción. Nombres, personajes, organizaciones, lugares, eventos e incidentes son producto de la imaginación del autor o se han utilizado de forma ficticia.
Copyright © 2018 Amanda Mariel
Todos los derechos reservados.
Queda prohibido reproducir y almacenar en sistemas de recuperación de la información parte alguna de esta obra, cualquiera que sea el medio empleado (mecánico, electrónico, fotocopias o grabaciones) sin el permiso por escrito de la editorial.
Publicado por Brook Ridge Press
Índice
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Novelas románticas históricas
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Navidad en los Brazos del Duque
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Una Navidad Retorcida
Conjunto de libros y antologías
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Prólogo
Inglaterra, 1822
Lady Grace Brighton, hija del Vizconde y de la Vizcondesa de Forton, entró en el salón de baile con el corazón en un puño. Esa noche iba a ser, sin duda, una de las más duras de toda su vida. A los diecisiete años debería estar disfrutando de la temporada, no temiendo lo que iba a pasar. Sin embargo, su destino se había decidido.
Con un temor por todo el cuerpo, Grace se encaminó hacia la terraza. El Señor Lewis Duffield estaría esperándola bajo las ramas de su árbol, el mismo árbol en el que él había grabado las iniciales de ambos hace un par de semanas. La escena le habría inquietado hace un par de noches, pero ahora todo había cambiado. En lugar de mariposas, Grace sintió una desagradable agitación, provocándole un nudo en el estómago.
Recogió sus faldas con sus manos enguantadas mientras se apresuraba alrededor de una columna de mármol, bajó las escaleras y se dirigió hacia el jardín iluminado. Si se retrasaba demasiado, la gente se daría cuenta. Una situación que apenas podría permitirse cuando todo pendía de un hilo. Padre y Madre contaban con ella. No podía decepcionarles, incluso si eso significaba destruir su corazón para honrar su deseo.
La hierba cubierta de rocío humedeció sus zapatos de seda mientras aceleraba su paso por el camino del jardín hacia el viejo tilo. El aire fresco de la noche le rozó la piel y cientos de estrellas brillaron en el cielo, pero el tranquilo entorno no ayudó nada para enfriar sus nervios o aliviar su malestar. Los latidos se hicieron más fuertes a medida que se acercaba a su destino – más cerca de Lewis.
Grace disminuyó su desenfrenado ritmo y luchó por mantener la compostura mientras daba sus últimos pasos, que acortaban la distancia entre Lewis y ella. Lo vio iluminado por las antorchas; vio sus ojos brillantes y su reluciente pelo negro cuando salió del camino. El familiar aleteo que experimentaba cada vez que estaba cerca de él volvió a su estómago, pero no consiguió borrar el temor que llenaba su alma.
Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro. “Mi querida Grace, ven, déjame abrazarte.” “Oh, Lewis.” Olvidando sus obligaciones por un momento, se lanzó a la calidez de su abrazo. Lo que daría por mantenerse a salvo en sus brazos durante toda la eternidad. Incapaz ya de controlar sus emociones, un estremecimiento sacudió sus hombros mientras las primeras lágrimas llenaban sus ojos.
“¿Qué ocurre, querida?” Lewis acarició su pelo con una reconfortante caricia mientras la abrazaba. ¿Cómo iba a ser capaz de decirle que no podían seguir juntos? Cada parte de su ser negaba ese hecho. Ansiaba huir con él, empezar una vida nueva con el hombre que amaba. Daría casi cualquier cosa por permanecer a su lado, pero no podía echar a su familia a los lobos.
“Todo va a ir bien. No hay necesidad de llorar.” Lewis continuó con su intento de calmarla. Depositó un suave beso en su frente. “Ahora estamos juntos. Estás a salvo.”
Ella le había entregado su corazón