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      DEPRESIÓN

      Cuando la Tristeza se Vuelve Patológica

      Dr. Juan Moisés de la Serna

       www.juanmoisesdelaserna.es

      Copyright © 2017

      En la vida se suceden los acontecimientos, hechos positivos y negativos, que van a influir en nuestra forma de pensar y comportarnos, pero también en cómo nos sentimos.

      La tristeza normalmente proviene de una pérdida o de un acontecimiento que sentimos negativo, o simplemente porque no se han cumplido nuestras expectativas.

      Esta tristeza puede ser pasajera, durando horas, días o incluso semanas, pero cuando esta tristeza se alarga en el tiempo y cambia nuestra forma de sentir, pensar y actuar, puede que estemos ante un problema más grave, la Depresión.

       Prefacio

       Índice

       Agradecimientos

       Aviso Legal

       Capítulo 1. Tristeza

       Capítulo 2. Duelo

       Capítulo 3. Distimia

       Capítulo 4. Depresión Estacional

       Capítulo 5. Depresión PostParto

       Capítulo 6. Trastorno de Depresión Mayor

       Capítulo 7. Origen de la Depresión

       Capítulo 8. Tratando la Depresión

       Capítulo 9. Familia y Depresión

       Sobre Juan Moisés de la Serna

      Dedicado a mis padres

      Aprovechar desde aquí para agradecer a todas las personas que han colaborado con sus aportaciones en la realización de este texto, especialmente a Dª Mayca Marín Valero, psicóloga y responsable de la Formación en la Federación Española de Párkinson y a D. Ferrán Pädrós Blázquez, profesor de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (México).

      No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros medios, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal).

      Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Puede contactar con CEDRO a través de la web www.conlicencia.com o por el teléfono en el 91 702 19 70 / 93 272 04 47.

      Â© Juan Moisés de la Serna, 2017

      Uno de los problemas que con mayor asiduidad se puede ver en consulta es en relación con las emociones, ya sean por sobre activación, en el caso del estrés y la ansiedad o por su inhibición, en el caso de la tristeza y la depresión.

      Pero no se trata únicamente de que las personas estén más sensibles hacia estos problemas, y por ello acudan con mayor frecuencia a consulta psicológica, sino que también son los problemas más comunes que se sufren, mucho más que cualquier otro trastorno del ámbito de la salud mental.

      La tristeza es un estado por el cual la persona deja de sentirse “plena” o al menos “normal”, considerada como una de las emociones básicas, junto con la felicidad o el miedo.

      Son muchos los motivos que pueden generar tristeza, desde la pérdida de un ser querido, hasta el no haber logrado una meta ansiada, pero quizás el más grave es por la presencia de una enfermedad, sobre todo si esta es incurable o crónica.

      La relación entre la salud física y la mental hace tiempo que dejó de estar en discusión. Cuando alguien sufre un mal físico, esto va a tener un efecto directo sobre su estado de ánimo, y este sobre el resto de los ámbitos de la persona, incluida su forma de relacionarse consigo mismo y con los demás.

      Cuando uno se siente mal, por ejemplo, por sufrir una enfermedad crónica, esto puede alterar de forma significativa su estado de ánimo incluso pudiendo llevar al paciente a tener una depresión

      Pero cuando aparecen los síntomas de la depresión la situación empeora, ya que los efectos que estos tienen sobre la salud son importantes, al reducir la calidad de vida de la persona, con una mengua del estado de ánimo, pero también del sistema inmunitario, lo que permite entrar al paciente en un círculo vicioso.

      Cuanto peor está físicamente, peor se siente psicológicamente, y cuantos más síntomas depresivos sufra, su cuerpo va a responder peor y por tanto en vez de facilitar la recuperación va a perjudicarla.

      Las consecuencias de este círculo vicioso es un agravamiento de la sintomatología, empeorando la calidad de vida del paciente, haciendo que sea menos tolerante a lo que le sucede y con ello que tenga un peor pronóstico, en comparación con otro que no tenga asociado estos síntomas depresivos.

      De ahí la importancia de detectar los primeros síntomas de la depresión, para poder tratarlos cuanto antes para que no avance y perjudique más a la salud del paciente. Una de las dificultades al respecto es precisamente en el tratamiento, ya que en ocasiones el farmacológico es incompatible con la enfermedad crónica, por lo que habrá que centrarse exclusivamente en el psicológico, pero ¿Cuántas personas que sufren una enfermedad crónica tienen depresión?

      Esto es precisamente lo que tratar de dar respuesta con una investigación el Departamento de Enfermería de Salud Comunitaria, Colegio Universitario Al Farabi; la Facultad de Enfermería, la Universidad de Jordania; la Faculta de Enfermería, Universidad del Rey Saud y el Centro de Cáncer del Rey Hussein (Jordania) recientemente publicado en el 2014 en la revista científica Psychology.

      En el mismo participaron ochocientos seis pacientes, de los cuales el 45% eran mujeres. Todos ellos venían padeciendo una enfermedad crónica como mínimo desde los seis últimos meses, ya fuese esta una diabetes tipo II, artritis reumatoide, enfermedades cardiovasculares, cáncer o enfermedades pulmonares.

      Se excluyeron del estudio quienes ya tenían historial de problemas de salud mental previos.

      Se emplearon seis cuestionarios traducidos al árabe,

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