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religiosas coloniales que sobrevivieron en la era poscolonial, incluido el uso de obras de arte del siglo XIX que abordaban temas pertinentes a la época, así como su capacidad persuasiva, tradición que perdura siglos después.

      Esta primera exploración sobre espacios interiores-exteriores, proyectantes del espacio sagrado hacia lo profano, abre la puerta para la comprensión de espacios patrimoniales sagrados de la mano de Pedro Javier Cruz y su estudio “Los enclaves sagrados. Exploraciones de un espacio patrimonial complejo”. Desde una óptica puramente antropológica, los denominados paisajes sagrados –concepto complejo que engloba un sinfín de aspectos teóricos– caben ser catalogados como espacios privilegiados en virtud de su posición estratégica en el territorio. Los lugares sagrados están cargados de significados a través de un phylum que los une con los paisajes ancestrales y los conecta con la divinidad, siendo ámbitos donde más claramente se manifiesta una hierofanía, la cual puede desarrollarse y plasmarse de muchas formas. Son sitios donde, además, se llevan a cabo determinados rituales y ciertas acciones simbólicas que funcionan como auténticas válvulas de escape ante posibles conflictos sociales. Por ello, las estrategias de apropiación de dichos espacios son diversas y se revelan no solo por medio de dichos rituales, algunos de ellos de enorme complejidad, sino también a través de determinados hitos espaciales o marcas que modelan unos ámbitos espaciales muy concretos, por lo común lugares con presencia de ciertos recursos críticos los cuales es preciso controlar de manera simbólica a partir de las acciones descritas.

      El texto que se presenta intenta deslindar la génesis de estos espacios y su evolución, a través del concepto de “enclave privilegiado”, donde se lleva a cabo una amplia diversidad de manifestaciones de carácter inmaterial, las cuales, de forma continuada en el tiempo, configuran y reinterpretan estos paisajes y los individualizan frente a los demás. Lo anterior se realiza desde un contexto eminentemente ibérico, ámbito donde se desarrollan las investigaciones del autor. Se busca tipificar y caracterizar estos enclaves sagrados que tienen “especial significado espiritual para los pueblos”, según apuntan Robert Wild y Christopher McLeod (2008), mediante el análisis de la triple relación territorio, tiempo y sobrenaturaleza (Madrigal, Escalona y Vivar, 2016) con el fin de definir unos espacios narrativos o events places que modelan simbólicamente el territorio de manera diacrónica y que son reconocidos y continuamente reinterpretados por las poblaciones de su entorno. En ese capítulo se pretende definir y delimitar el concepto de “enclave sagrado” y ofrecer nuevas vías de análisis a unos paisajes que, por conocidos, no dejan de ser lugares en los que apenas se ha atendido a los rasgos que configuran su singularidad.

      Los dos últimos capítulos remiten al patrimonio inmaterial alimentario de la mano de una necesaria reflexión sobre la construcción de estos patrimonios en el mundo y particularmente en Chile, en especial en el contexto histórico actual: desde una revolución social en octubre de 2019 hasta un presente pandémico, donde se ha manifestado, con más fuerza que nunca, la recuperación de memorias culinarias en ollas comunes que brindan no solo alivio al hambre, sino también a la incerteza frente al cuestionamiento generalizado de la sociedad chilena acerca de su propia identidad.

      Luis Benito García Álvarez presenta “Historia y Alimentación. La construcción del patrimonio alimentario”, donde aborda el análisis del patrimonio alimentario partiendo de la consideración de que ciertos elementos pertenecientes a esta dimensión, además de representar un componente fundamental en la economía de una región o comarca, constituyen referentes simbólicos claves en la identidad colectiva de sus comunidades de origen. De este modo, en torno a ellos se han desarrollado prácticas que han generado particularismos alimentarios que se transmiten generacionalmente, no hallándose exentos de influencias externas que los pueden enriquecer y ayudar a evolucionar. El sostenimiento de esta herencia, por otra parte, contribuye frecuentemente a la preservación de paisajes y ecosistemas, suponiendo una útil herramienta para la consecución de un desarrollo sostenible.

      En ese sentido, no se puede perder de vista que este capital cultural se ha visto sujeto en muchas ocasiones a procesos de mercantilización, especialmente con el desarrollo de la sociedad de consumo de masas y la globalización o de institucionalización; factores que han afectado de modo sensible al desarrollo de sus estrategias adaptativas, colaborando con su construcción histórica y con mantener la cultura a él asociada, viva. De todos modos, en ocasiones, tales procedimientos también han favorecido la desvirtuación y desnaturalización de este legado. En cualquier caso, el patrimonio alimentario se desvela generalmente como un identificador comunitario que refuerza los vínculos sociales y dota de sentimientos de pertenencia, continuidad y respeto a la comunidad y sus tradiciones.

      Alejandra Alvear, por su parte, presenta “Hacia una conceptualización del patrimonio alimentario en Chile”. Actualmente las discusiones respecto a la comprensión del patrimonio –en particular del alimentario– de un país, colectivo o grupo es objeto de debate y reflexiones, tanto desde las políticas públicas, como desde la academia. América Latina –y Chile en particular– no ha estado ajena a estas discusiones; ejemplo de ello lo constituyen el Primer Congreso Multidisciplinario de Patrimonio Alimentario llevado a cabo por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes el año 2016 en Santiago de Chile, la inscripción de la comida tradicional mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de UNESCO o las múltiples políticas asociadas a las Denominaciones de Origen (DO) e Indicaciones Geográficas (IG), así como los esfuerzos de los ministerios de las culturas y de agricultura del continente por incorporarlo. Es así que el patrimonio alimentario en la región emerge como una respuesta a la homogenización, desterritorialización de mercados, culturas e industrias propias de los procesos de la mundialización.

      En su estudio, la autora aborda la emergencia del concepto de patrimonio asociado a la alimentación en el contexto chileno, dando cuenta de su emergencia, conceptualización (¿patrimonio alimentario, culinario o gastronómico?) y formas de abordaje desde algunas políticas públicas. Esto resulta relevante en el contexto actual, ya que sabemos que este tipo de patrimonio se relaciona con el sentido de pérdida de signos y símbolos de un pasado que parecen desvanecerse fruto de la modernidad, pero que, por otra parte, también se encuentra ligado a un ejercicio de poder. Es así que, si seguimos los planteamientos de la socio-antropología de la alimentación y su popular frase “somos lo que comemos y comemos lo que somos”, ¿qué dice de nosotros lo que entendemos por nuestro patrimonio alimentario?

      Con este libro que se presenta hoy al lector, se pretende entregar un recorrido ágil y ameno por los desafíos que presentan hoy las distintas miradas sobre el patrimonio, visibilizando algunas de las nuevas corrientes emergidas producto del avance de la modernidad, hibridación, homogeinización y otros vectores como la consolidación –y resquebrajamiento simultáneo– de un modelo neoliberal de mercado. Tanto las mantenciones como las crisis establecen paradigmas en los que se encuadran las pesquisas y el entendimiento de lo patrimonial. En este primer volumen, producido al alero del Núcleo de Patrimonio y Artes del Centro de Investigación en Artes y Humanidades (CIAH) de la Universidad Mayor, comienzan a develarse estas patrimonialidades discutidas, ofreciendo claves para la interpretación de sus procesos, alcances y límites.

      Referencias

      Bourdieu, P. (2019). Curso de sociología general 1. Conceptos fundamentales. Siglo XXI Editores.

      Candia, R; Miranda, A.; Morales, C. (Eds.) (2019) Patrimonio del Olvido. Editorial Universitaria.

      Ginzburg, C. (2004). “Huellas de un paradigma indiciario”. En Tentativas. Prohistoria, pp. 69-113.

      Gómez Villar, Joseph (2018) “El patrimonio como problema académico: apuntes para un enfoque interdisciplinario”. En Nordenflycht Concha (Ed.) Estudios Patrimoniales (pp. 97-137). Ediciones UC.

      Ivanovic, C.; Aguilera, I.; Hernández, P. (Eds.) (2020) Alimentación, cultura y sociedad. Experiencias de investigación en Chile. Ediciones Universidad Finis Terrae.

      Madrigal Calle, B. E.; Escalona Maurice, M. y Vivar Miranda, R. (2016). “Del meta-paisaje en el paisaje sagrado y la conservación de los lugares naturales sagrados”. Sociedad y Ambiente, año 4, Vol.1, N° 9 (noviembre de 2015-febrero de 2016), pp. 1-25.

      Montecino, S (Ed.) (2017) Cocinas, alimentos

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