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las patillas, ya que, cuanto más alejadas se encuentran, más error se produce en la medición, al provocar una flexión sobre las patillas.

      También es posible que tengas que sumar el ancho de la punta de las patillas, para conocer la medida correcta.

      Hablamos de que, con la mayoría de los calibres, obtenemos una apreciación de medición de 0,05 mm, pero, siendo realistas, limitaremos la medición a milímetros y décimas de milímetro, ya que, si necesitamos medir centésimas, quiere decir que nuestra pieza requiere de mayor precisión y un calibre no sirve para ello, ya que, según quién haga la medición, esta puede variar, debido a una mayor o menor presión a la hora de tomar la medida.

      Para ello, utilizaremos otra herramienta fundamental en el taller, que es el micrómetro.

      Aunque tenemos micrómetros con una apreciación de 0,001 mm, lo más habitual es una precisión de 0,01 mm (una centésima de milímetro).

      Un micrómetro dispone de un trinquete o ruleta para girar el tornillo encargado de tomar la medida. Esa ruleta es muy sensible y, una vez encuentra un obstáculo, salta, lo que evita un sobreesfuerzo para que la medida siempre sea la correcta.

      De este modo, cuando las zonas de contacto se encuentran en su posición correcta sobre la pieza para medir y seguimos girando la ruleta, el tornillo no cambia su medida y, así, tenemos una lectura perfecta.

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      Imagen de Mitutoyo.

      Estas imágenes pertenecen a un manual de uso de herramientas de medición del fabricante Mitutoyo.

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      A diferencia de los calibres, los cuales abarcan unas dimensiones grandes, vamos a necesitar varios micrómetros para hacer diferentes medidas, ya que su mecánica solo permite la medición en tramos de 25 mm o 1 pulgada, aproximadamente.

       1 pulgada es igual a 25,4 mm. Es importante que sepas este dato; lo utilizarás a menudo.

      Si con un calibre estándar puedo medir una pieza de entre 0 y 150 mm, para abarcar este abanico, necesitaremos varios micrómetros que admitan la medida de 0 a 25, 25 a 50, 50 a 75, y así sucesivamente.

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      Imagen de Hoffmann Group.

      Hasta ahora, solo hemos visto micrómetros para medidas exteriores, pero existen, en el mercado, una amplia gama de formatos, en función de las necesidades.

      Tenemos micrómetros para medir interiores, como el que tienes en la imagen.

      Has de tener en cuenta que, en este caso concreto, no disponemos de esa ruleta para limitar la presión; por lo tanto, tenemos que ser más precisos para obtener una medición correcta.

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      Imágenes de Hoffmann Group.

      Este micrómetro de la imagen superior sirve para medir diámetros interiores y consta de tres patillas para tomar la medida, lo que hace más fiable la medición, y, además, dispone de la ruleta con sensibilidad para un trabajo óptimo.

      Este es otro tipo de micrómetro para zonas interiores de difícil acceso.

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      Imágenes de Hoffmann Group.

      También tenemos micrómetros para medir profundidades.

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      Como ya sabes, no es mi estilo ni mi intención llenar páginas de información que encontrarás en cualquier parte. Puedes buscar información sobre cómo utilizar un calibre o un micrómetro en casi cualquier libro. Puedes hacerlo también en Internet, e incluso ver vídeos en YouTube donde te enseñan a realizar tales trabajos. En los catálogos de herramientas, dispones de todos los modelos y sistemas de medición.

      En este libro, nos centramos en esos detalles que siempre debes conocer y tener presentes a la hora de trabajar.

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      Imagen de Haas Automation Inc.

      Es importante, siempre que utilicemos cualquier herramienta de medición, verificar si la medida que se nos muestra es la correcta. Para ello, disponemos de bloques patrón con medidas precisas sobre las que verificar nuestras herramientas.

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      Estos bloques patrón sirven para comprobar nuestras herramientas y también los podemos utilizar a modo de galgas, pero siempre con mucho cuidado, para no rayarlos ni estropearlos.

      En todos los aparatos de medición, es bueno aplicar un poco de vaselina neutra sobre las zonas de contacto, para evitar que se oxiden con el tiempo y para que los mecanismos móviles no se agarroten.

       Medidores de altura

      Estas herramientas de medición, a diferencia de las anteriores, no las podremos utilizar para medir la pieza directamente en la máquina.

      Será necesario sacar la pieza y colocarla sobre una base rectificada o, mucho mejor, sobre nuestro mármol de medición.

      Constan de una escala calibrada y, como su nombre indica, sirven para medir alturas, tomando como referencia el punto cero o base del medidor.

      Aunque, dependiendo del modelo en cuestión si, por ejemplo, se trata de un medidor digital, podremos configurar el cero a la altura deseada y continuar la medición desde ese punto en concreto.

      Como explicamos con las herramientas anteriores, hemos de procurar ejercer la presión justa para realizar una buena medida y no cometer errores.

      Por supuesto, asegúrate de que la base esté perfectamente limpia y el apoyo sea preciso.

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      Imágenes de Mitutoyo.

       El reloj comparador

      El uso del reloj comparador va más allá de hacer simples mediciones.

      Siempre sujeto en una base que, por lo general, será magnética para conseguir una buena sujeción, utilizaremos el reloj comparador en el torno, para verificar si la pieza se coloca de manera perfectamente concéntrica. En la fresadora, se alinean las piezas y se verifica la posición de los útiles de amarre. Se coloca, además, en el medidor de alturas, para comparar las diferentes medidas en las piezas.

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      Ejemplos de utilización de los relojes comparadores para verificación.

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      Imágenes de Hoffmann Group.

      Otros instrumentos de medición que utilizamos constantemente son los comprobadores pasa-no pasa, los calibres de ranura y calibres de rosca.

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